Consolado por papá

febrero 2012

No ha sido nada. Apenas un rasguño. ¡Pero qué susto se ha llevado! Además, no me puedo entretener, tengo que ir al Centro de Pruebas de Choque de la fábrica de coches, y la jornada va a ser dura. Ya me lo dijo el abuelo 'Hybrid I' –comenzó a trabajar en 1971– cuando me empeñé en seguir sus pasos: nuestra misión es sustituir a los humanos en las pruebas de choque y ayudar a los investigadores a conocer el comportamiento y la resistencia del cuerpo humano. Yo, un 'Hybrid III' (nací en 1976), me he preparado mucho, llevo 200 sensores de medición distribuidos por todo el cuerpo con criterios biomédicos. Y mis hijos, uno de 6 años (21 kg) y otro de 3 (15 kg) también participan en las pruebas sentados en las sillitas infantiles, para comprobar cómo protegen los coches a los más pequeños. Por cierto, estoy muy contento: en estos tiempos que corren, mi prima acaba de tener un dummie virtual ¡Y ya tiene trabajo!