Ciudades del mundo ceden sus calles a peatones y ciclistas
- Viena, Boston, Oakland, Budapest o Nueva Zelanda están aplicando diversas medidas para buscar alternativas a los desplazamientos en coche y ofrecer más espacio para moverse a los ciudadanos
23 abril 2020
Según publica el diario británico The Guardian, el cierre de parques y centros de ocio por culpa del coronavirus ha limitado aún más el acceso de los ciudadanos al espacio exterior.
Muchas ciudades han empezado a ceder carreteras para uso de peatones y ciclistas, asegurándose que no peligra su vida por atropellos, además de que se puede disfrutar de una actividad saludable manteniendo la distancia necesaria para prevenir contagios.
Esta semana Milán (Italia) ha presentado un plan para reducir el tráfico y abrir más de 35 kilómetros de calles para las bicicletas y los peatones tras el confinamiento. Reino Unido anunció también que permitirá a los municipios cerrar sus calles a los vehículos para proteger a los ciclistas y favorecer el distanciamiento social. Viena (Austria), ciudades norteamericanas como Boston u Oakland, Budapest (en Hungría) o Nueva Zelanda están aplicando diversas medidas para buscar alternativas a los desplazamientos en coche y ofrecer más espacio para moverse a los ciudadanos.
Tabitha Combs, profesora de la Universidad de Carolina del Norte, está recopilando ejemplos de todo el mundo y se suma a la petición de más medidas de este tipo: "No importa dónde se encuentre una ciudad respecto al desarrollo de una movilidad sostenible, hay acciones que están a su alcance y ejemplos que se están implementando en ciudades similares en todo el mundo".
Bicicleta en una calle de Milán, Italia
Incluso en lugares tan orientados al coche como Milán o el Reino Unido, las autoridades empiezan a plantearse la necesidad de un cambio. "Si todo el mundo va en coche no habrá espacio para las personas ni para moverse ni para actividades comerciales fuera de las tiendas", explicaba Marco Granelli, responsable de movilidad y transporte en la ciudad de Milán. "Por supuesto, queremos reactivar la economía pero debemos hacerlo con otras premisas diferentes a las que teníamos antes", ha dicho.
Aunque quizá el modelo más ambicioso se encuentre en Nueva Zelanda, donde las calles se han pintado de colores brillantes para dar prioridad a los peatones y a los ciclistas, y se han instalado grandes maceteros y pivotes para reducir la velocidad de los vehículos. Su gobierno, cuyo éxito para frenar el COVID -19 se usa de ejemplo estos días, ha ofrecido además cubrir hasta el 90% de los costes a los municipios para ampliar las aceras o crear carriles bici.
En diferentes ciudades de EEUU se están realizando experiencias similares. En Filadelfia, el pasado 20 de marzo se cerró al tráfico casi 8 kilómetros de un amplio bulevar junto al río para uso de peatones y ciclistas, después de que más de 1.100 personas firmasen una petición a través de internet reclamándolo. amplias avenidas que rodean el lago Sloan, para ayudar a las personas a mantener la distancia social mientras hacen ejercicio. También Nueva York ha experimentado implantando un piloto de peatonalización de cuatro grandes vías publicas en pro del distanciamiento social.
Más al norte, en Canadá, también hay ejemplos. Vancouver ha cerrado el tráfico en varias carreteras para crear un espacio para peatones y ciclistas.En Winnipeg, cuatro calles están dedicadas excluviamente a caminar y montar en bici. Y en Calgary, las carreteras se han reasignado a los ciclistas.
Al igual que muchas ciudades, Budapest (Hungría) ha visto una caída en el uso de autobuses en casi un 90%, con una disminución del 50% en el tráfico rodado. El Ayuntamiento está planeando ahora implantar una red ciclista en las carreteras principales.
Sydney, Perth y Adelaide en Australia, Chapel Hill en los Estados Unidos y Calgary en Canadá se encuentran entre las ciudades que han hecho que los cruces peatonales sean automáticos en algunos distritos para que las personas no tengan que presionar un botón para cruzar.
En Berlín (Alemania), una gran cantidad de calles tienen carriles para bicicletas nuevos y anchos en lugar de algunos carriles para vehículos motorizados. Bogotá (Colombia) ha reemplazado 35 kilómetros de cariles de carrretera por carriles para bicicletas de emergencia que utilizan conos temporales, ajustando el ancho del carril según el uso.
A fines de marzo, el Ayuntamiento de la Ciudad de México instaló un carril temporal para bicicletas de casi 2 kilómetros, que funciona de 8 de la mañana a 8 de la noche, en una vía principal. Y tiene previsto llegar a los 130 kilómetros de carriles bici temporales.