La motocicleta reclama su lugar
- El director de la DGT ha anunciado un plan para identificar y hacer más seguros los trazados de mayor siniestralidad para los motoristas
23 octubre 2017
Con un parque de más de 5 millones de vehículos, sumando motocicletas y ciclomotores, y una preocupante siniestralidad creciente (33.000 accidentes con motoristas implicados en 2016, con casi 400 fallecidos), especialistas en movilidad se han reunido en un encuentro organizado por la Fundación Pons y auspiciado por la patronal de los fabricantes de vehículos de dos ruedas ANESDOR, para analizar el papel de la motocicleta y reclamar su espacio en la nueva movilidad de este siglo.
Durante la jornada, el director general de la DGT, Gregorio Serrano, ha anunciado varias medidas que contribuirán a mejorar la seguridad de los motociclistas.
Entre ellas, la puesta en marcha de un plan 'INVIVE' para motos en colaboración con los distintos titulares de las vías, para identificar aquellos tramos de la red de carreteras con elevada siniestralidad de motoristas y adoptar medidas para reducir dicha siniestralidad.
información complementaria para motoristas.
Además, la instalación de nuevas señales información complementarias en las vías que también proporcionará a los motoristas un mayor conocimiento del trazado para evitar trazadas erróneas.
Respecto a la aplicación de las nuevas tecnologías en seguridad vial, Serrano ha apuntado que la progresiva implantación del sistema de llamada de emergencia ('eCall') en las motos y la conectividad entre vehículos y vía, con la inminente puesta en marcha de la plataforma DGT 3.0, también beneficiarán a los motoristas.
Durante la jornada, los participantes han destacado la importancia de realizar progresos en educación vial, formación de conductores y concienciación. Con este objetivo, la DGT y ANESDOR colaborarán en un plan para la formación de los motoristas.
Renovación del parque móvil y mejor formación.
Desde ANESDOR se ha destacado el gran desarrollo tecnológico de la moto en apenas dos décadas y y la necesidad de renovación del parque móvil de motocicletas, cuya edad media se acerca a los 15 años según la patronal. "Las motocicletas actuales no son como las de antes, incorporan más seguridad", ha subrayado José María Riaño, secretario general de ANESDOR.
Además, para mejorar la formación de los motoristas, ANESDOR propone conceder certificados de calidad a los centros de formación, incentivos para la realización de cursos de conducción (3 puntos del permiso) y ha diseñado la iniciativa 'Vive la moto', para reducir la siniestralidad de los motoristas.
Alcoholemias positivas en el 26% de los fallecidos
Por su parte, la subdirectora general de Análisis y Vigilancia Estadística de la DGT, Rosa Ramírez, ha analizado la creciente siniestralidad de los motoristas desde 2012, con un 46% de los accidentes ocurridos sin la intervención de ningún otro vehículos.
Asimismo, ha destacado el progresivo envejecimiento del parque en la última década y ha puesto el acento en un dato preocupante respecto al consumo de sustancias entre los motoristas fallecidos: "el 26% de todos los motoristas fallecidos en accidente en 2016 hubiera dado positivo en un control de alcoholemia; y el 17% en otras drogas", ha señalado Ramírez.
Durante las conclusiones, patrono de la Fundación Pons y ex-director de la DGT, Pere Navarro, ha manifestado que "la moto no es un problema sino una realidad que hay que gestionar" y ha vaticinado que "2017 será el primer año en el que el número de usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas) víctimas de accidentes de tráfico será mayor que el de los usuarios de las cuatro ruedas".
Fundación Pons y ANESDOR han elaborado este decálogo de propuestas para incrementar la seguridad de los conductores de dos ruedas y del conjunto de usuarios de la vía.
1. Recursos. En 2016, el parque de motos supone el 15,2% del total, pero las víctimas mortales ha crecido hasta el 22%. Se recomienda que los organismos implicados en la seguridad vial dediquen a la moto una proporción de atención y recursos equivalente a la representatividad de sus víctimas en el tráfico.
2. Plan Estratégico de Seguridad Vial. Se recomienda que, transcurridos 10 años desde su aprobación, se proceda a su revisión y actualización para adecuarlo a las nuevas circunstancias. Además, recomendaríamos incluir un modelo de Plan de Seguridad Vial Urbana, que facilite la aplicación práctica en el ámbito municipal.
3. Regulación de la motocicleta. Se recomienda el desarrollo de una Ley de Usuarios Vulnerables. También se recomienda que, en los organismos responsables de la seguridad vial, tanto en carretera como en ciudad, sea designado un funcionario, a poder ser usuario de moto, como referente en el tema de los desplazamientos en moto y en contacto permanente con las asociaciones de motociclistas.
4. Extensión de “zonas 30”. Se recomienda la promoción de las políticas de tráfico calmado o “zonas 30” por su significativa incidencia en la seguridad de los motociclistas por lo que supone de actuación sobre la velocidad y mejora de la convivencia con los otros modos de desplazamiento.
5. Aparcamiento en la vía pública. Se recomienda la ordenación e incremento del aparcamiento de motos en la vía pública en nuestras ciudades, estableciendo criterios objetivos para garantizar que se dedica una proporción de la superficie disponible equivalente a la cuota del parque de vehículos que representa la moto.
6. Formación. La mayoría de los accidentes se desencadenan a partir de un fallo humano (88%), sea del motorista (35%) o de otro vehículo que colisiona (65%). Se recomienda una revisión integral de la formación en el ciclo escolar y post-permiso, junto con la revisión del sistema de permisos de conducción
7. Sensibilización, educación vial y convivencia. Se recomienda aumentar las campañas de seguridad vial, informando de los riesgos específicos que sufren los conductores de ciclomotores y motocicletas en ciudad por las malas acciones de los otros usuarios y de su vulnerabilidad en caso de accidente.
8. Cursos de conducción segura. Se recomienda el desarrollo de un certificado de calidad mediante el que la Administración acredite el rigor de las escuelas y la calidad de los cursos de formación; acompañado de medidas de incentivo de cara al usuario.
9. Conductores profesionales. La seguridad vial de la moto debe estar incluida en los planes de prevención de riesgos laborales. Se recomienda gestionar ante la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo la inclusión en su catálogo de formación continua subvencionada la correspondiente oferta de formación y capacitación para los trabajadores de reparto en moto.
10. Equipamiento. Se recomienda abrir el debate con las asociaciones de motociclistas sobre la posible obligación del uso de guantes en los desplazamientos por carretera, y trasladar el mensaje de la importancia del equipamiento adecuado para minimizar las lesiones en caso de accidente.