Alergias y conducción: el enemigo silencioso
- Ausencia de lluvia y contaminación están incrementando el tiempo de exposición y las alergias
20 marzo 2019
Con la llegada de la primavera, las alergias aumentan. Las más habituales son las ambientales, sobre todo aquellas que son producidas por el polen. En concreto, el de las gramíneas es el responsable de la gran mayoría de alergias primaverales, sobre todo en el norte y centro de España. En la cuenca mediterránea, sin embargo, la principal responsable es la parietaria y en el sur se ven también muchos casos de alergia al olivo.
La ausencia de lluvias, además, y los altos niveles de contaminación de las ciudades están favoreciendo, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, el fenómeno de inversión térmica, que impide a lospólenes abandonar la atmósfera e incrementa el tiempo de exposición a ellos.
Calendario de alergias
(Pincha en la infografía para acceder a ella)
Esta infografía le muestra las épocas en que se suelen producir los mayores niveles de pólenes, según la zona geográfica y la especie vegetal. Y si quiere conocer los niveles de pólenes en tiempo real, pinche aquí.
¿Resfriado o alergia?
Los resfriados son de origen vírico y suelen presentarse con mayor frecuencia en las épocas frías del año, aunque se observan cada vez más resfriados estivales debido al mal uso del aire acondicionado.
Las rinitis pueden ser de origen alérgico (las más frecuentes), debidas al contacto con alérgenos ambientales (polen, polvo, ácaros, mohos, hongos, etc.), o de causa no alérgica. La rinitis alérgica es un problema de salud muy común en todo el mundo. Se calcula que afecta a alrededor del 10 al 30% de la población, dependiendo del área geográfica, del clima y de otros factores ambientales. Afecta a niños y adultos.
La prevalencia del resfriado es muy alta: se calcula que, por término medio, los niños sufren entre 4 y 8 resfriados al año, y los adultos entre 2 y 5.
Síntomas de la alergia
Irritación de ojos, congestión nasal, picores en la piel, estornudos, picor de garganta, problemas respiratorios, etc. son los síntomas más frecuentes de los alérgicos. Molestias que, sin duda, afectan a la conducción. Hay estudios que alertan de que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico aumenta en un 30% con conductores alérgicos. La Dirección General de Tráfico también pone sobre aviso; y es que estornudar durante cinco segundos seguidos mientras se conduce a 90 kilómetros por hora implica dejar de prestar atención a la carretera durante más de 125 metros.
Una crisis de estornudos va asociada generalmente a lagrimeo de ojos, por lo que, en caso de circular a 100 km/h, la distancia recorrida sin mirar a la carretera puede alcanzar los 140 metros. Si el tiempo estornudando se mantiene durante diez segundos, la distancia se duplica.
Alergia y conducción
Los síntomas producidos por el ataque alérgico (lagrimeo, congestión nasal, fatiga, estornudos en cadena…) ya pueden dificultar la conducción segura. De hecho, al encadenar estornudos sin parar se retira la atención de la carretera hasta 15 segundos. Además, el 50% de los alérgicos sufre alteraciones del sueño –los que sufren congestión nasal no pueden dormir bien– y, por ejemplo, el 40% de los que padecen rinitis alérgica sufren somnolencia diurna, lo que también interfiere en la seguridad al volante.
Los antihistamínicos se utilizan para tratar las enfermedades alérgicas. Desde hace algunos años incorporan en sus embalajes un pictograma que avisa de sus efectos sobre la conducción y en sus prospectos un apartado que explica los efectos, si los tienen. Los que utilizan como principio activo bilastina, ebastina, desloratadina, loratadina y terfenadina NO producen efectos sobre la conducción y son, por ello, mejores para la seguridad al volante.
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Nunca auto medicarse: acudir al médico si nota los síntomas propios de las alergias como el picor de ojos, destilación nasal, estornudos, problemas respiratorios.
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Informar al médico de cabecera la necesidad que tiene de conducir: él le recetará medicamentos que provoquen una menor somnolencia. Casi el 20% de la población es alérgica, y se calcula que en el 2020 se llegará al 30%.
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Si su coche carece de filtros HEPA cómprelos. Son filtros de alta capacidad, no encienda el aíre acondicionado ni baje las ventanillas, al poder entrar más polen y producirle un ataque alérgico al volante. También las gafas de sol protegen los ojos de alérgenos, reduciendo el lagrimeo constante y el picor. Evite conducir por zonas húmedas y al amanecer que es dónde mayor concentración de pólenes habrá.
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Limpiar el coche siempre que haya transportado algún animal doméstico y conocer la ruta. El pelaje de perros y gatos, suele ser bastante alérgico. Planifique su viaje conociendo, por la ruta que vaya a hacer, la cantidad de polen que hay, así como en su destino.
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No beber ningún tipo de bebida alcohólica si está en tratamiento. No sólo podría superar la tasa de alcoholemia permitida, sino al mismo tiempo, potenciar el efecto de somnolencia de los medicamentos.
Fundación Mapfre recomienda a los conductores alérgicos que:
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Viaje con las ventanillas del coche cerradas.
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Si utiliza el aire acondicionado, lleve un filtro especial para pólenes.
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Cuando le receten antihistamínicos advierta a su médico que es conductor.
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Limpie el coche con frecuencia, use una aspiradora potente para eliminar ácaros de moquetas y tapicerías y productos líquidos para ventanas, salpicadero, etc. especialmente si ha transportado animales en el mismo.
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Evite realizar los viajes durante el atardecer o el amanecer, ya que hay más concentración de polen.
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Procure no dejar el automóvil en zonas húmedas.
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Es mejor comenzar el tratamiento dos o tres días antes de iniciar un viaje pues los efectos sedativos disminuyen al adaptarse el organismo.