Pedaleando hacia el Plan
- Se va a incorporar la perspectiva de género porque el objetivo es conseguir que cada vez más mujeres utilicen la bicicleta
26 marzo 2019
La movilidad urbana vive momentos de cambio. Nuevos actores entran en escena e intentan arrebatar el papel protagonista al vehículo a motor. Uno de ellos es la bicicleta, un medio de transporte sostenible y saludable, cuyos usuarios reclaman una regulación. En eso está la Dirección General de Tráfico, quien coordina el Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta (PEEB), el primero que se elabora con perspectiva de género.
Una mesa redonda, organizada por MARES Madrid, analizó el borrador del Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta (2019-2024), que está elaborando la DGT. Participaron asociaciones ciclistas como ConBici, BiciHUB Barcelona o Una Bici Más, además de Javier Villalba, jefe de la Unidad de Ordenación Normativa de la DGT, quien esbozó las principales líneas del nuevo plan.
El PEEB
Según explicó Villalba, el PEEB es un proyecto complejo porque quiere ser algo más que un plan de seguridad vial para bicicletas. Pretende poner de acuerdo a ayuntamientos y sociedad, además de mostrar el compromiso de la DGT con la movilidad urbana del siglo XXI. Villalba aseguró que, pacificada la carretera, ahora toca hacer lo mismo con las ciudades, algo en lo que están colaborando los ayuntamientos al introducir restricciones a los coches en sus accesos.
En la DGT, un comité técnico viene trabajando en el PEEB desde el año 2015, por lo que esperan tener el texto cerrado a finales del presente año, señaló Villalba. También añadió que el objetivo principal es contribuir al cambio modal de la movilidad (cambiar el coche por la bicicleta). Son cinco las principales prioridades: mejorar la seguridad de los ciclistas, aumentar el uso de la bicicleta en los desplazamientos diarios por la ciudad, consolidar e impulsar una oferta nacional de turismo, facilitar el ocio en torno a la bicicleta y articular las ordenanzas municipales.
Javier Villalba también apuntó que para promover y fomentar el uso de la bicicleta es necesario romper barreras (muchas veces mentales) y conseguir que más mujeres se sumen a esta iniciativa, porque ahí radica una de las claves de su éxito. Por cierto, el PEEB se elabora incorporando la perspectiva de género porque el objetivo es conseguir que cada vez más mujeres utilicen la bicicleta.
Asociaciones ciclistas
Por su parte, los colectivos ciclistas señalaron que la movilidad es algo más que el automóvil. En este sentido, reclamaron una solución para los conflictos que surgen entre los diferentes actores. En su opinión, la bicicleta no tiene un espacio seguro y es precisamente ese peligro el que aleja a las mujeres de este saludable medio de transporte.
No obstante, todos estuvieron de acuerdo en acoger con satisfacción la próxima aprobación del PEEB, ya que ofrece un marco y una imagen transversal de la bicicleta. Señalaron que el Plan da un paso en la buena dirección, aunque, dijeron, debe ir acompañado de otros planes para reducir el tráfico de vehículos motorizados.
En el siglo XIX, la bicicleta fue clave para la liberación de la mujer, ya que les permitió desplazarse de forma autónoma, sin depender de maridos o padres. Cien años después, la mujer sigue reclamando más protagonismo, también en el ámbito de la movilidad. El actual proceso de transformación es lo que ha llevado al comité técnico que elabora el nuevo Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta a incorporar la perspectiva de género a sus trabajos.
Tras constatar que las redes de transporte están diseñadas para los desplazamientos masculinos (para ir al trabajo) y que eran hombres quienes mayoritariamente utilizaban la bicicleta en sus desplazamientos, se detectaron las barreras que alejan a las mujeres de este medio de transporte. Si las mujeres utilizan más el transporte público y caminan más que los hombres, ¿por qué cogen menos la bicicleta?
Según los datos, los desplazamientos de las mujeres son más complejos que los de los hombres, ya que no solo van a trabajar, sino que también son ellas las que realizan el 70% de los llamados “viajes de cuidado” (llevar a los niños al colegio o atender a una persona mayor). Además, las mujeres perciben de manera más sensible la inseguridad de los entornos urbanos debido a la elevada velocidad del tráfico. El propio diseño de la bicicleta (pensada en masculino) también es una barrera para las mujeres porque no se sienten cómodas cuando van en ella.
Incluir la perspectiva de género en el PEEB supone proponer medidas concretas como el desarrollo de viales ciclistas protegidos para que los entornos urbanos no sean tan agresivos. A ello contribuirá, sin duda, limitar a 30 km/h la velocidad máxima en las vías urbanas. También se estudia la organización de talleres exclusivos para mujeres y niñas con el objetivo de fomentar entre ellas el uso de la bicicleta. Otro objetivo importante es lograr una mayor implicación de la mujer en todo el mundo de la bicicleta (talleres, reparación, ciclologística), un campo tradicionalmente muy masculinizado.