
La mitad de las carreteras con el pavimento en mal estado
- Las carreteras españolas necesitan intervenciones urgentes
07 julio 2025
Disponer de unas infraestructuras viarias seguras es uno de los pilares del ‘enfoque de sistema seguro’ que se viene aplicando en los últimos años para trabajar en seguridad vial con el objetivo de cero víctimas.
Y dentro de este aspecto básico, la financiación y el mantenimiento son exigencias insoslayables. Analizar el estado de las carreteras españolas y plantear las necesidades de conservación y mantenimiento que presentan es el objetivo del último estudio de la Asociación Española de Carretera, AEC, presentado el pasado 3 de julio, y que analiza datos recogidos en verano de 2024.
Sus conclusiones son impactantes: más de la mitad (el 52%) de las carreteras españolas presentan firmes con deficiencias graves o muy graves, con un total de 34.000 kilómetros que necesitan intervención urgente, a través de actuaciones que deberían llevarse a cabo en un plazo inferior a un año.
Esta cifra supone casi el triple de los 13.000 kilómetros que en 2022 se registraron como en situación de deterioro grave o muy grave, según concluye el informe, y coloca a las carreteras españolas en la peor situación desde que en 1985 comenzaran a realizarse estos estudios.
El informe de la AEC establece que atendiendo a las deficiencias registradas, el déficit de inversión acumulado supera los 13.400 millones (13.491), frente a los 9.453 millones que se consideraban necesarios en 2022, lo que supone un incremento del 43%, donde el 20% se corresponde con la subida de los precios de las materias primas, energía y personal, y el 23% al propio deterioro de las infraestructuras. Esto supone que las infraestructuras han ido perdiendo calidad a un ritmo del 8% anual.
Cambio de metodología y puntualizaciones. Juan Francisco Lazcano, presidente de la AEC, recordó durante la presentación del informe “Indicadores de estado y necesidades de inversión en conservación de carreteras” que las infraestructuras suponen “un servicio público universal, abierto y operativo 24 horas al día todos los días del año”, lo que ha llevado a la Asociación Española de la Carretera a centrar sus esfuerzos en buscar soluciones a los problemas que aquejan a las carreteras y que quedan patentes en los informes realizados desde hace ya 40 años.
En este sentido, Enrique Miralles y Jacobo Díaz (director técnico y director general de la AEC, respectivamente) insistieron en el salto cualitativo que el último estudio presenta con los anteriores. La diferencia la ha marcado el uso de la tecnología de inteligencia artificial en la auscultación de firmes, que ha permitido en esta ocasión analizar hasta 4.000 kilómetros de carreteras frente a los 300 que se analizaban hasta ahora.
Así, mientras que hasta ahora se utilizaba la inspección visual de un equipo de evaluadores que recorrían 3.000 tramos de 100 metros de carretera entre todos, 3n el último informe presentado, se ha empleado la tecnología ASIMOB, lo que ha aportado una mayor precisión al usar una cámara instalada en un vehículo que circula por la carretera a la velocidad de la vía e identifica los deterioros en el pavimento.
Hay que recordar que la red viaria española en su totalidad tiene 165.705 kilómetros, de los que 26.525 corresponden a la Red de Carreteras del Estado, y el resto son vías de titularidad autonómica o local. Entre todas ellas, el estudio presentado analiza únicamente las vías interurbanas, excluyendo las autopistas de peaje.
No hay que olvidar tampoco que desde que se comenzaron a realizar los estudios por la AEC el número de kilómetros de carreteras prácticamente se ha duplicado hasta los actuales 165.705 kilómetros. También el número de vehículos en estos 40 años ha pasado de cerca de 12 millones en 1985 a los más de 37 millones en la actualidad.
En la misma progresión se encuentra la movilidad por carretera, que no ha cesado de crecer desde el último informe de la AEC en 2022. En 2023 los desplazamientos de largo recorrido por vías interurbanas crecieron un 2% con respecto al año anterior (se alcanzaron 448 millones de viajes), y un 3, 15% más en 2024.
Respecto al equipamiento (señalización horizontal y vertical, entre otras) en los tramos analizados por el informe 2025 de la AEC, durante su presentación se aclaró que la nueva metodología no ha permitido analizarlo, aunque sí aparecía en informes anteriores. Un aspecto en el que se trabajará para futuros análisis, explicó Enrique Miralles.
Siniestralidad. El estudio presentado el 3 de julio por la AEC no ofrece datos sobre una posible correlación directa entre deterioros en la vía y siniestralidad de la misma. Sobre todo, porque, tal y como reconocía Jacobo Díaz, si bien no hay duda de que una mala conservación de las carreteras reduce la seguridad vial al disminuir la capacidad de reacción de los conductores e inducirles a tomar peores decisiones y cometer más errores, “la peor de las carreteras puede ser transitable”, y paradójicamente no son las que recogen mayor siniestralidad, porque el conductor, habitualmente, adecua la velocidad a la situación de la vía por la que circula.
Sin embargo, para Jacobo Díaz, si los titulares de la vía ya fijan una velocidad inferior a la que debería permitir una carretera por sus características, “es asumir que esta se encuentra en mal estado”.
Debido a esta realidad, puede comprobarse que las CCAA en las que se observan más kilómetros de vía deteriorados y mayor necesidad de inversión por kilómetro en sus carreteras, no se corresponden necesariamente con las autonomías que mayor siniestralidad presentan a lo largo del año.
Inversión. El informe concluye que para una correcta conservación de toda la red viaria de España serían necesarios 13.491 millones de euros, de los que 4.721 corresponderían a carreteras de la Red del Estado y 8.770 a la Red Autonómica y Foral.
Más allá de esta diferencia de cifras con respecto al informe de 2022, la Asociación de la Carretera aclara que la distancia entre ambos importes es más grande porque se ha tenido en cuenta el aumento significativo que ha sufrido en estos años el precio tanto de las materias primas como de los diferentes recursos necesarios.
En este sentido, el Ministerio de Transportes señalaba a finales de 2024 haber realizado una inversión récord de mantenimiento de 1.548 millones para toda la Red del Estado, cerca de los 1.610 millones al año en conservación que la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras, ACEX establece para el correcto funcionamiento del sistema de transportes por carretera (https://www.acex.eu/el-sector-en-cifras/). A esta cifra, ACEX añade 1.628 millones de inversión necesaria en la red autonómica y 694 millones más para la dependiente de las diputaciones provinciales.
Está claro que la conservación viaria es un aspecto en el que queda mucho por hacer, pero en el que se va avanzando. De hecho, según el informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) la inversión en infraestructuras viarias ha ido recuperándose tras la caída sufrida en 2008, alcanzando algo más del 30% de la inversión total de infraestructuras.
En cualquier caso, no hay duda de que el deterioro de las carreteras resulta preocupante en lo que supone también de falta de atención al patrimonio viario español y de pérdida de servicio para los ciudadanos inaceptable, en palabras de Jacobo Díaz.
De esta manera, el presidente de AEC, Juan Francisco Lazcano advertía de que sin presupuestos suficientes para la conservación el deterioro será exponencial e insistió en la necesidad de actuar con urgencia, destacando que existe capacidad empresarial para hacerlo. Además, los encargados de conservación y seguridad vial de las CCAA se muestran muy implicados para actuar con la capacidad presupuestaria y de recursos humanos de los que disponen, aseguró Enrique Miralles.