"La contaminación causa cáncer de pulmón"
- "Ya que no podemos controlar el clima, intentemos controlar el tráfico"
11 diciembre 2015
La Organización Mundial de la Salud cifra las muertes anuales por contaminación en más de 7 millones, de las cuales aproximadamente la mitad se debe a la que hay fuera de los hogares, o lo que es lo mismo, al aire libre que respiramos. Los humos emitidos por los tubos de escape de los coches contienen una parte gaseosa (CO, NO2, componentes volátiles orgánicos, nitrógenos e hidrocarburos aromáticos policíclicos) y una parte sólida o particulada –las ya famosas PM, iniciales de Material Particulado–, que pueden ser de distintos tamaños (carbón orgánico, ceniza, sulfatos, metales, etc).
La exposición a estas sustancias tiene efectos sobre la salud a corto plazo y consisten en neumonías y en agudizaciones de procesos respiratorios crónicos como la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) o el asma. A largo plazo, la contaminación se ha reconocido como productora de cáncer de pulmón, como lo es el tabaco, y también tiene efecto sobre enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares situándose en el noveno lugar como factor de riesgo cardiovascular por encima de factores como la escasa actividad física, la dieta alta en sodio, colesterol alto, y el consumo de drogas. Los altos niveles de contaminación que se alcanzaron están influenciados por la meteorología; así, la falta de lluvia hace que todos esos humos permanezcan más tiempo en suspensión y, de ahí, que tras días sin llover, vayan acumulándose.
Es, por tanto, deseable que, ya que el clima no lo podemos controlar, sí, por lo menos, intentar controlar el tráfico rodado, no solo días puntuales que se alcancen estos picos, sino evitando llegar a esos niveles. Medidas como la limitación de número de vehículos en vías de alta intensidad de circulación o el acceso al centro, facilitar el transporte público, potenciar el uso de medios de transporte alternativos y más ecológicos (bicicleta, coches eléctricos, etc.) son algunas de las medidas que se pueden aplicar. Porque el aire que respiramos es nuestro y debemos cuidarlo.