Mucho más que "Pegasus"
- La transmisión de imágenes en directo es el último avance en regulación aérea del tráfico
09 diciembre 2015
El año 2013 fue el de la llegada del cinemómetro aéreo “Pegasus”, un acontecimiento con repercusión social y mediática que puso a los helicópteros de la DGT en boca de todos. Lo que quizás muchos no sepan es que esas aeronaves significan mucho más que multas desde el aire.
La Unidad de Helicópteros de la Dirección General de Tráfico (DGT) nació en Madrid en 1962, con base en el aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid), con tres pilotos, dos mecánicos y dos helicópteros. Cincuenta y tres años después, acumula más de 200.000 horas de vuelo. Actualmente, 80 personas componen la Unidad y hacen posible que los helicópteros azul-amarillo salgan a volar a diario, desde las siete bases distribuidas por toda España –A Coruña, Valladolid, Zaragoza, Madrid, Valencia, Sevilla y Málaga–, cada una de ellas asociada a su centro de gestión del tráfico correspondiente.
Regulación. Una de las grandes labores que desempeña la Unidad son las misiones de regulación del tráfico. Su objetivo es dar apoyo aéreo para la seguridad y la fluidez del tráfico. Gracias a estos vuelos, los centros de gestión del tráfico obtienen información en vivo sobre el estado de las carreteras y pueden adoptar las decisiones oportunas en cada momento. Durante la operación Paso del Estrecho del pasado verano, la Unidad estrenó el sistema de transmisión de imágenes desde el helicóptero al centro de control, el último avance en la regulación aérea del tráfico: “Mostramos imágenes en directo a los centros de gestión”, explica Manuela Toledo, jefa de la sección de Foto-vídeo de la Patrulla de Helicópteros de la DGT. “El potencial de la regulación de los helicópteros está siempre a disposición de los centros de gestión cuando se producen situaciones especiales, como las operaciones especiales de verano y Semana Santa, puentes, ‘grandes premios’ de motociclismo y F1...”.
Vigilancia. Junto a las de regulación, las misiones de vigilancia son otras de las más importantes. Se realizan los 365 días del año, sobre todo en carreteras convencionales, e inciden en aquellos tramos especialmente peligrosos, con mayor número de accidentes mortales. “Las carreteras convencionales ocupan la mayoría de las horas de vigilancia. En ellas detectamos todo tipo de infracciones: excesos de velocidad, señales de STOP, mal uso de los cinturones, uso de móviles, tabletas...”, explica Juan José Arriola, jefe del área de Vigilancia de la subdirección de Gestión de la Movilidad de la DGT.
Además, estas misiones se han completado con nuevos vuelos de vigilancia. Unos para controlar los comportamientos peligrosos de automóviles y bicicletas en rutas ciclistas muy transitadas (adelantamientos indebidos, la circulación de ciclistas en grupo, utilización del casco protector... ). Y otros en los tramos frecuentados por vehículos pesados, donde se vigila especialmente el cumplimiento de la norma de la distancia de seguridad para estos vehículos. Todo ello siempre en coordinación con los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Pero también hay vuelos de vigilancia en autovías en fines de semana, donde las infracciones más peligrosas suelen estar relacionadas con los excesos de velocidad.
Campañas. Los helicópteros de la DGT también tienen un papel fundamental durante las campañas especiales. “Participamos, igual que la Guardia Civil, en la intensificación de la vigilancia durante las campañas del uso del cinturón, velocidad, distracciones, camiones…, nosotros desde el aire”, apunta Arriola. La Unidad realiza además labores de filmación y fotografía, instrucción y entrenamiento de pilotos, divulgación de la seguridad vial colaborando con centros escolares y hasta rescates y apoyo en catástrofes. De hecho, durante casi una década –entre 1989 y 1997– los helicópteros de la DGT también hicieron servicios de asistencia sanitaria medicalizada en carretera, y en ese tiempo realizaron cerca de 8.900 misiones sanitarias, con asistencia a más de 9.000 heridos y 2.500 evacuaciones al hospital.
Desde este verano pasado, los paneles de mensaje variable en las carreteras incluyen una nueva advertencia para los conductores, “Control móvil de velocidad”, en los tramos donde los helicópteros de la DGT estén operando. “El objetivo de este nuevo mensaje es dar a conocer la presencia del control de velocidad desde el aire, al igual que se informa de la presencia de radares fijos y móviles sobre el terreno, para que el conductor tenga plena información en todo momento”, explica Juan José Arriola, jefe del área de Vigilancia de la DGT. Además de contra posibles infracciones por exceso de velocidad, los paneles advierten también sobre el mantenimiento de la distancia de seguridad.
El cinemómentro aéreo “Pegasus” es el primero certificado a nivel mundial para sancionar por velocidad a los infractores. Comenzó a operar en los helicópteros de la DGT a inicios de 2013 y actualmente lo instalan ocho de los doce helicópteros de la Patrulla. Su introducción ha supuesto un hito en la vigilancia aérea del tráfico y ha ocupado horas de informativos y páginas de periódicos. “Pegasus” es el resultado de un proyecto de investigación, pionero a nivel mundial, para hacer posible el uso de un cinemómetro -dispositivo para medir velocidades en tiempo real- en una aeronave. Para ello fue necesario cambiar la normativa española para incluir este tipo de dispositivos. Su funcionamiento se basa en la localización del helicóptero y del vehículo a través de una cámara giroestabilizada, tecnología GPS y sistema láser que ‘dispara’ al objeto móvil para calcular su velocidad. Lo explicamos detalladamente en la infografía publicada en mayo de 2013, que reproducimos a continuación.