Diabetes y conducción
- El factor que se asocia a mayor riesgo de accidentalidad de tráfico en diabéticos es tener antecedentes recientes de hipoglucemia severa
04 julio 2014
Conocer en qué medida una enfermedad, o qué características de la misma incrementan el riesgo de accidente en el tráfico, tiene gran interés. La conducción de vehículos, es fundamental en la sociedad actual, ya que favorece la movilidad e independencia, y la pérdida del permiso supone un problema a los interesados. La seguridad vial es una prioridad y los Estados buscan el equilibrio entre ambos aspectos.
Interferir la conducción. Se sabe que algunas personas con ciertas patologías poseen un mayor riesgo de accidente y existe acuerdo en que la evaluación de las condiciones psicofísicas del conductor se debe realizar de forma individual.
La diabetes es una patología muy frecuente e importante, ya que en determinadas circunstancias puede interferir con la conducción segura:
1. La hipoglucemia y en particular las hipoglucemias graves.
2. Las alteraciones en la visión: retinopatía, cataratas, etc, que deterioran la visión optima que deben tener los conductores.
3. Las alteraciones neuropáticas que afectan a la movilidad y sensibilidad de los pies y pueden alterar el manejo del freno, embrague o acelerador.
4. La asociación frecuente a problemas como la patología cardiovascular.
Diabetes y riesgo. La información más reciente sobre diabetes y el riesgo de lesión por colisión de tráfico proviene de un metaanálisis publicado en 2011, que analizó 15 estudios que comparaban el riesgo de accidente de tráfico de pacientes con diabetes en relación con la población general. El riesgo relativo osciló entre un 12% y 19% más. En general, se cree que los diabéticos de tipo I suelen tener mayor riesgo de accidente que los de tipo II; otros estudios han encontrado que el riesgo es mayor cuando el conductor tiene dificultades para detectar las situaciones de hipoglucemia y las colisiones de tráfico.
El factor que se asocia a mayor riesgo de accidente de tráfico en diabéticos son los antecedentes recientes de hipoglucemia severa (bajo nivel de glucosa en sangre asociado a un deterioro de la función psicomotora que requiera ayuda de otra persona para administrar sustancias para normalizar su glucemia, según la Sociedad Americana de Diabetes), independientemente del tipo de diabetes o del tratamiento farmacológico que se utilice.
Sinceridad con el médico. Los diabéticos deben ser especialmente conscientes del riesgo que supone conducir en situaciones de hipoglucemia. Al más mínimo indicio de esta, el paciente debe parar y tomar un preparado rico en glucosa o carbohidratos. Los pacientes que refieren episodios frecuentes de hipoglucemia deben hablar sinceramente con su médico para que este les explique cómo actuar en estas situaciones. Esconder la información al médico y autoridades de tráfico puede tener consecuencias graves para él y el resto de usuarios de las vías.
No todas las situaciones de hipoglucemia interfieren de igual forma en la capacidad para conducir con seguridad. Por ejemplo, a veces las hipoglucemias aparecen durante la noche, o tras un ejercicio físico intenso, o tras cambios de medicación. En estos, un adecuado ajuste del tratamiento u otras intervenciones permitirán normalizar la situación.
La educación diabetólogica del paciente es vital para una conducción segura. El médico debe explicar con claridad las limitaciones o consecuencias que la enfermedad le puede originar en la conducción.