Antidiabéticos y conducción
- Todas las insulinas incluyen en su envase el pictograma que advierte al conductor
03 octubre 2014
La insulina se utiliza fundamentalmente en el tratamiento de la diabetes I o infanto-juvenil. Se administra principalmente por vía subcutánea, aunque en los últimos años han aparecido distintas formulas y medios de administración, incluso está disponible una insulina inhalada. Aun cuando para controlar y tratar la diabetes es fundamental la administración regular y generalmente indefinida de insulina, esta no está exenta de efectos adversos. Y el más frecuente es la hipoglucemia.
Todas las insulinas incluyen en su envase un pictograma que alerta al paciente para que lea atentamente el prospecto y extreme las precauciones si es conductor.
La diabetes tipo 2, o del adulto, afecta a personas de más edad y, en general, se controla con fármacos administrados por vía oral, de ahí su denominación de antidiabéticos o hipoglucemiantes orales. En ocasiones precisa de la combinación de fármacos o de tratamiento con insulina.
Aunque estos fármacos potencialmente pueden producir hipoglucemia, esta ocurre con mayor frecuencia con algunos de ellos. Por ello, unos incluyen en su envase el pictograma y otros no. En muchos casos, para el adecuado control clínico es preciso además combinar varios hipoglucemiantes; que el envase lleve o no pictograma, depende de la combinación.
La hipoglucemia se puede producir también por cambios en la medicación, el ejercicio o el nivel de actividad física, por un episodio febril…, situaciones que, tras ajustar el tratamiento, permiten la normalización, pero que el conductor debe tener en cuenta.
A lo largo de su vida, los diabéticos pueden sufrir episodios más o menos graves de hipoglucemia y deben ser muy conscientes del riesgo que supone conducir en estas condiciones. Los mayores problemas se plantean cuando el paciente no es capaz de detectar los síntomas o signos asociados a la hipoglucemia hasta que son muy evidentes, o cuando las hipoglucemias severas son frecuentes, situación que se puede dar en la diabetes juvenil y en la del adulto y en pacientes tratados con insulina o con antidiabéticos orales.
Mejorar el control de la diabetes y aprender a reconocer y tratar estos problemas reduce considerablemente el riesgo al volante del paciente diabético. Los profesionales de la salud encargados de tratar a estos pacientes tienen una importante labor en la prevención del riesgo vial.
- Realice controles de glucemia antes de iniciar el viaje. No conduzca si sus niveles de glucosa son demasiado bajos (consulte al médico el nivel de glucemia seguro para conducir)
- Aprenda a conocer los síntomas de hipoglucemia y evite las circunstancias que lo producen (respete horarios de descanso, comida y medicación)
- Lleve siempre en el coche alimentos ricos en hidratos de carbono (galletas, caramelos, zumo de fruta, etc.)
- En los viajes, proteja su medicación del frío y del calor.
- Extreme la precaución al conducir tras los cambios de dosis o de tratamiento hasta que no tenga controlados los niveles de glucosa en sangre.
- Si ha tenido un nivel de azúcar en sangre tan bajo que se ha desmayado, si ha necesitado una inyección de glucagón o si ha tenido muchos incidentes por su nivel de azúcar en la sangre, hable con su médico.