Una carretera en mal estado incrementa notablemente el riesgo
- Es urgente dar un giro de 360 grados en materia de inversiones en conservación
09 diciembre 2013
Desde la Asociación Española de la Carretera (AEC), y basándonos en parámetros técnicos y científicos, no consideramos apropiado establecer una relación directa entre conservación de la red y accidentalidad, en tanto en cuanto la segunda depende de muchos otros factores. De hecho, la siniestralidad sigue cayendo a la vez que nuestras vías continúan deteriorándose. Sin embargo, una carretera en mal estado incrementa notablemente la exposición al riesgo, y éste es un hecho que en modo alguno debe pasarse por alto. Si a ello se le añade el progresivo envejecimiento del parque de vehículos, la ecuación resultará fatal en cuanto comencemos a superar la crisis y aumenten los desplazamientos.
Los primeros resultados de nuestro informe bianual sobre Necesidades de Inversión en Conservación revelan que el 72% del firme de nuestras carreteras tiene grietas en la rodada y el 25% de las señales de código no cumplen su función porque el material reflectante ha caducado. Todo ello influye negativamente en la conducción y reduce a niveles preocupantes los márgenes de seguridad de la vía, especialmente en la época invernal en la que nos encontramos. Es urgente dar un giro de 360 grados en materia de inversiones en conservación.
Nos estamos jugando cosas muy importantes que van más allá del propio estado de nuestras carreteras.