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evita discusiones; y el 24%, que faci- al nivel de formación, no se aprende JON SISTIAGA
lita la fluidez del tráfico. ni se puede imponer. Se contagia de
conductor a conductor con el ejem- “Los muertos del tráfico,
Según el director del estudio y ca- plo. Y es conveniente dar notoriedad cifras de guerra”
tedrático de Psicología de la Univer- y reconocimiento a los buenos con-
sidad Autónoma de Barcelona, Da- ductores y las buenas conductas para Basándose en su
vid Fernández, para ser un buen reforzar ese efecto contagio”. experiencia como
conductor, además de experiencia, reportero en las
habilidad, atención y conocimiento Psicólogos, filósofos, científicos, principales guerras y
de las normas, también es necesaria comunicadores y miembros de la catástrofes de los últi-
la empatía que, “aunque está ligada Administración reflexionaron du- mos años, el periodista
rante estas jornadas de Attitudes Jon Sistiaga ofreció
UNA CUARTA sobre la empatía en la conducción una conferencia sobre
PARTE DE LOS que algunos consideran como una la empatía. Habló sobre
CONDUCTORES destreza que se puede entrenar y la ausencia de empatía
NO TIENE mejorar, otros como una capacidad de los verdugos y de lo
EN CUENTA de reconocernos en los demás o duro que es empatizar
A LOS DEMÁS también como una respuesta auto- con las víctimas: “Con las víctimas,
mática. En cualquier caso, todos la empatía nunca es suficiente, pero
ellos destacaron lo importante que ¿cómo tenerla en algunos lugares, li-
es dar un enfoque positivo a la segu- diar con tragedias, impregnarte sin
ridad vial. ◆ que te sobrepasen?”. En declaracio-
nes a esta revista, Jon Sistiaga re-
La empatía previene conflictos viales y ayuda a evitar accidentes. cuerda que los más de 30.000 muer-
tos al año por tráfico que tenemos en
la UE “es como hablar de cifras de
guerra, de los muertos que llevan
ahora en Siria, y quizás si se enfoca-
ra este problema desde ese punto de
vista conseguiríamos que muchas
personas se concienciaran de ello.
De que una persona que conduce el
coche ebrio es como esos soldados
capaces de cualquier atrocidad que
vemos en las películas; en fin, que
los que no son conscientes de que
llevan una máquina que coge veloci-
dades altísimas son como los milita-
res que no saben usar su arma. Sue-
na duro y quizás exagerado, pero, ¿a
que da qué pensar?“
Reportero especializado en conflictos y
escenarios internacionales
21Nº 217 / 2012 TRÁFICO Y SEGURIDAD VIAL