Intersección: preparados para girar
- En carretera, cuidado con la velocidad; en ciudad, con la concentración de usuarios.
18 septiembre 2015
La maniobra de giro comienza cuando decidimos incorporarnos a otra vía. Si lo hacemos en carretera, deberemos tener en cuenta el factor velocidad, es el riesgo número uno; en cambio, en poblado, lo son la multitud de usuarios y la gran cantidad de información concentrados en poco espacio, de forma que conviene ser especialmente precavido.
En cualquier caso, antes de girar siempre hay que observar mucho y a lo lejos. Y adaptar la velocidad a la situación y señalizar. “Todos los cambios de dirección deben advertirse con suficiente antelación a los vehículos que circulen por detrás y habrá que cerciorarse de que la velocidad y distancia de los vehículos que se acerquen en sentido contrario permite efectuar la maniobra sin peligro”, explica Roberto Ramos, técnico en Seguridad Vial de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).
Situación correcta
Situarse correctamente en la vía es el siguiente paso. Como norma general, si cambiamos de dirección a la derecha, nos ceñiremos al borde derecho de la calzada. Y si el giro es a la izquierda, lo haremos al borde izquierdo, siempre sin invadir el sentido contrario.
Podemos encontrar muy distintas situaciones (ver infografías) y, en todos ellas, la colocación correcta del vehículo es fundamental para ejecutar la maniobra con seguridad en el menor espacio y tiempo posibles. El giro debe hacerse siempre en ángulo recto. Y muy importante, especialmente en ciudad: al acceder a la nueva vía deberemos extremar la atención y ceder el paso a todos los peatones o ciclistas que encontremos cruzando, existan o no pasos señalizados.