Transporte público a 1 euro para reducir la contaminación
- De 761 euros que cuesta actualmente el bono anual, pasará a costar 365 euros
22 julio 2019
El alcalde de Berlín quiere reducir el precio del transporte público -y establecerlo a un euro al día-, en el marco de los planes de reducir el tráfico y la contaminación atmosférica en la ciudad, según publica The Guardian.
"Paso a paso, quiero cumplir el objetivo de introducir un abono de transporte anual de 365 euros", señaló Michael Müller al periódico Neue Zürcher Zeitung. Actualmente el ticket anual cuesta 761 euros. En Madrid centro, el abono anual cuesta 546 euros (si se extiende a otros municipios madrileños varía entre 637 y 993 euros).
Modelo Viena
Esta decisión convertiría a Berlín en la última ciudad alemana en imitar el conocido como 'modelo de Viena'. El uso del transporte público en la capital austríaca se ha disparado desde que la empresa Wiener Linien redujo los precios del abono anual de 449 a 365 euros en mayo de 2012.
En Viena, 882.000 personas, casi la mitad de la población de la ciudad, tiene un ticket anual y el porcentaje de viajes en metro, tranvía y autobús ha aumentado hasta el 38% de la población, un porcentaje superior al 27% registrado en Berlin, el 23% en Munich y el 18% en Hamburgo.
Mientras las autoridades municipales de toda Europa examinan la manera de cumplir con los objetivos de contaminación, varias ciudades alemanas están estudiando el modelo de abonos de temporada similares a los de Viena.
Abono anual a 365 euros
El abono anual de 365 euros se ha instaurado a modo de prueba desde comienzos de año en Bonn y en la ciudad de Reutlingen. Essen, Herrenberg y Mannheim también recibirán financiación del Gobierno federal para examinar si otras formas de ofrecer billetes de precio reducido pueden convencer a los ciudadanos para que dejen atrás el coche y se suban en su lugar al autobús y al metro.
Munich también está buscando la forma de financiar un abono anual de 365 euros. El gobernador del estado de Baviera, Markus Södder, solicitó esta medida en la campaña electoral del año pasado.
Sin embargo, muchas autoridades municipales se están enfrentando a varios retos con la reducción de precios del transporte público. Si los abonos de 365 euros logan aumentar el número de gente que usa el transporte público, las empresas de transporte también necesitarán comprar trenes más grandes o más largos y pagar para que una mayor frecuencia permita transportar a la gente por toda la ciudad.
En el caso de Viena, la empresa Wiener Linien recibe 700 millones de euros al año en ayudas del gobierno de la ciudad y del gobierno nacional. Dos medidas han contribuido a reducir los costes: aumentar un 60% las multas por aparcamiento desde 2012; y un "impuesto del metro" a los empresarios que supone dos euros al mes por cada empleado contratado.
En Alemania, conocida como la "nación de los coches", existe la preocupación de que las ciudades o no tienen los medios para subsidiar el cambio al transporte público o los ciudadanos son más reacios a deshacerse de sus vehículos.
En Bonn, por ejemplo, solo se han adquirido 5.258 de los 17.000 abonos anuales a 365 euros desde que el pasado 1 de enero comenzó el periodo de dos años de prueba. Un portavoz de la empresa de transporte local señala que se espera que aumente la aceptación a medida que vayan caducando los antiguos abonos de temporada durante los próximos meses. Sin embargo, la prueba ya ha ilustrado la magnitud del desafío: una oferta permanente de abonos a un euro al día le costaría a una ciudad relativamente pequeña como Bonn unos 23 millones de euros adicionales al año.
En Berlín, un programa similar vendría asociado con costes anuales adicionales de unos 100 millones de euros, de acuerdo con el periódico Tagesspiegel. El Partido Verde, socio de coalición en el gobierno de la ciudad, ha manifestado sus reservas a la propuesta de Müller.