El fraude de "trucar" el cuentakilómetros
- ANFAC y RACC exigen que se castigue esta práctica con severidad
09 mayo 2014
El club automovilístico RACC ha cuantificado en un informe el coste del fraude derivado de la manipulación de los cuentakilómetros en los vehículos de ocasión. En España, partiendo de la base de que el número de coches manipulados se sitúa entre un 5% y un 12% (y en el 30% en los coches de segunda mano importados de otros países), esta práctica puede ocasionar un gasto de 154 a 343 millones de euros anuales (derivado de los costes de depreciación, de mantemiento y reparaciones).
Efectos sobre el consumidor y la industria
El impacto de la manipulación del cuentakilómetros va más allá del ámbito económico. El comprador del vehículo de ocasión "trucado" sufre por un sobrecosto en el precio de compra, además atenta directamente contra la economía del nuevo propietaro, al incrementar la depreciación y los costes de mantenimiento y reparaciones. Esta práctica supone un riesgo para la seguridad vial y para el medio ambiente, puesto que los coches emiten más emisiones contaminantes. Otro de los afectados es la industria del automóvil. Para el sector las repercusiones se derivan del acto de competencia desleal: al percibirse el valor del vehículo de una forma superior al valor real, se desincentiva la demanda de vehículos nuevos; por tanto, se daña la imagen de la marca del fabricante y las compañías aseguradoras reciben más reclamaciones.
¿Qué se puede hacer?
Mario Armero, vicepresidente de ANFAC, la Asociación Nacional de Fabricantes del Automóvil, aprovechó su comparecencia el jueves 8 de mayo ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados para exigir que se "castigue con mayor severidad el trucaje del cuentakilómetros". Por su parte el RACC solicita a las administraciones que sea obligatorio por ley reportar las lecturas del cuentakilómetros a aquellas entidades que tengan contacto con los vehículos (revisiones ITV, talleres de mantenimiento o reparaciones, concesionarios y controles policiales); que exista un intercambio de información sobre kilometraje entre países; que se tipifique como delito en el Código Penal y que se modifique la normativa sobre homologación de vehículos de la UE para exigir la inclusión por parte de fabricantes de medios que imposibiliten esta manipulación.
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Siempre que sea posible, recabe toda la información sobre el coche antes de comprarlo referente al kilometraje (datos de la DGT o del fabricante) y exigir el histórico de mantenimiento y reparaciones del vehículo.
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No fiarse de las gangas y hacer caso del sentido común.
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Preste atención a estos detalles:
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Desgaste: del volante, tiradores, botonería y pedales cocherente con el kilometraje.
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Neumáticos: con menos de 50.000 km el coche debería llevar los neumáticos originales.
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Matriculación: que el kilometraje sea coherente con el año de matriculación (se estima 12.000 km/año).
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Que un mecánico cualificado inspeccione el vehículo.
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Que se detalle el kilometraje en el recibo de compra del vehículo.