Infracciones más frecuentes: velocidad y exceso de horas
- 116 conductores dieron positivo a alcohol o drogas y 434 no llevaban puesto el cinturón de seguridad
24 febrero 2017
Durante los siete días de duración de la campaña especial de control y vigilancia de camiones y furgonetas que Tráfico ha llevado a cabo en carretera, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han controlado 67.090 vehículos destinados a este tipo de transporte, de los cuales 8.995 fueron denunciados por no cumplir algunos de los preceptos de la normativa y otros 223 fueron inmovilizados por diferentes motivos.
Exceso de velocidad y tiempos de descanso
Las denuncias por exceso de horas de conducción y las relacionadas con el tacógrafo han sido las más numerosas. En concreto los agentes de tráfico han tramitado 1.963 denuncias por estos preceptos, 1.562 por no respetar los tiempos de conducción y descanso establecidos en la normativa y otros 401 por cuestiones relacionadas con el tacógrafo. Un exceso en el tiempo de conducción puede generar fatiga y distracciones, aumentando el riesgo de sufrir o provocar un accidente.
El exceso de velocidad es otra de las infracciones más frecuentes, en concreto 1.725 conductores han sido sancionados por circular a una velocidad superior a la permitida
434 sin cinturón y 116 positivos a alcohol o drogas
En lo que respecta al cinturón de seguridad, otro de los pilares básicos de la seguridad vial, 434 personas han sido denunciadas por no hacer uso de dicho dispositivo de seguridad.
Pese a los reiterados mensajes de la incompatibilidad de conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, 116 conductores han sido denunciados por estos motivos: 61 de ellas por conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas y 55 bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.
Las denuncias sobre documentación relativas al vehículo y al conductor ascendieron a 2.463 mientras que las impuestas por exceso de peso o inseguridad de la carga fueron de 722.
En la campaña llevada a cabo por DGT también han colaborado numerosos ayuntamientos que, a través de sus policías municipales, han intensificado los controles en los cascos urbanos de su competencia.