60 años en las carreteras
- Se cumplen 6 décadas de la instalación del primer toro de Osborne en Cabanillas de la Sierra, Madrid.
08 agosto 2017
Corría el año 1957 cuando el primer toro de Osborne se instaló en la madrileña localidad de Cabanillas de la Sierra. Desde entonces muchos como él encontraron su sitio en diversos puntos de la península. En total más de 500 astados se han incorporado al primero a lo largo de los años y más que un cartel publicitario, el toro de Osborne se ha convertido en un símbolo de la geografía española.
Empezaron siendo pequeños, de cuatro metros, construídos en madera, con las astas blancas y con la palabra Veterano en su cuerpo. Con el tiempo, han crecido hasta los 14 metros de altura, han cambiado la madera por metal y el nombre de la conocida marca de brandy nacional ha desaparecido de su costado. Para dar forma al animal se necesitan 70 planchas de metal unidas por 10.000 tornillos y pintadas con 50 kg de pintura (la cantidad necesaria para pintar 12 coches). Cada uno de estos toros pesa cuatro toneladas y la estructura que lo sustenta pesa 50.000 kg.
En 1962, por ley se prohibieron los anuncios de carretera que no dejaran un espacio de 125 metros con la calzada. Por este motivo, los toros se movieron pero, para compensar la distancia, aumentaron su tamaño de 4 a 14 metros. Otra vez por ley, en este caso el Reglamento General de Carreteras de 1988 prohibía la publicidad en autopistas y carreteras, por este motivo se eliminó la publicidad de Veterano y se quedaron como toros completamente negros. Aquí empezó el símbolo.
Patrimonio cultural
Tanto cariño se ganó el toro entre los españoles, que cuando en 1994 se pretendía eliminar todos los carteles, las presiones populares consiguieron salvarlos. Eso sí, de 500 se pasó a algo más de 90 animales. Tal es su fama en España que en 1997 el Tribunal Supremo los declaró patrimonio cultural y artístico con estas palabras: “Ha superado su inicial sentido publicitario y se ha integrado en el paisaje y debe prevalecer, como causa que justifica su conservación, el interés estético o cultural, que la colectividad le ha atribuido”.
El 50 aniversario del toro se celebró con una campaña en la que participaron diversas personalidades españolas. En este acto cada una decoró un toro con su estilo y se hizo con fines benéficos. Diez años después, la celebración del aniversario adqueire tintes ecológicos, centrándose en el reciclaje. Así lo afirma Tomás Osborne, presidente de la Fundación Osborne: "El toro de Osborne celebró su ciencuenta aniversario de manera solidaria. Ahora celebra el sesenta promoviendo la sostenibilidad. Sin duda, nuestra valla de carretera es un símbolo contemporáneo que se adapta a los tiempos."
Al toro le quedan muchos años de vida. Esta semana se celebra que hace 60 años que dejó la manada para ser eterno.
Con motivo del aniversario, Osborne a colocado un nuevo toro en su casa, el Puerto de Santa María. Este toro es especial, no por ser el número 95, sino por ser el primero que incorpora 300 kg de vidrio reciclado. Esta valla publicitaria incluye además un producto recliclado del vidrio que tiene una propiedad especial: es fotoluminiscente, durante el día almacena luz solar y por la noche puede apreciarse la luz que emite.
El reciclaje de vidrio es clave en la lucha por el medio ambiente. En España se reciclan 752.000 toneladas de vidrio al año, lo que equivale a algo más de 16 kg por persona, que suponen 504.000 toneladas menos de CO2 emitidas.