Luces: cuáles son y cómo usarlas
- “Hay que circular a una velocidad y con unas luces que permitan detener el vehículo en la zona iluminada”, Juan Ignacio Serena, DGT
06 junio 2023
Las luces de los vehículos garantizan una visión óptima, esencial para circular con seguridad, cualquiera que sean las condiciones de luminosidad en la vía. Por esa razón, igual que durante la conducción adaptamos la velocidad o la distancia de seguridad a las circunstancias, también es necesario saber qué luces elegir en cada momento. Porque cada momento tiene su luz propia.
“Siempre hay que circular a una velocidad y con unas luces que permitan detener el vehículo en la zona iluminada. Y de noche, ese margen debe ser aún mayor”, explica Juan Ignacio Serena, jefe de Sección del Área de Formación de Conductores de la DGT.
La Ley de Seguridad Vial establece (art. 43) que “los vehículos que circulen entre la puesta y la salida del sol deben llevar encendido el alumbrado que corresponda”. Así, los conductores de cualquier vehículo –con y sin motor– deben encender las luces unos minutos antes de que el sol empiece a ponerse, cuando la intensidad de la luz solar comienza a bajar.
Además, la norma también obliga a encender las luces circulando dentro de túneles, en pasos inferiores o en tramos de vía con la señal de túnel (S-5); cuando las condiciones meteorológicas o ambientales (niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de polvo o humo...) disminuyan sensiblemente la visibilidad en la vía; y al circular por carriles reversibles, en sentido contrario al habitual, y adicionales.
En el caso de las motos, deberán llevar siempre encendido su alumbrado de cruce (“a cualquier hora del día”).
Cruce y carretera
Así, en cualquiera de las condiciones descritas, la luz de cruce o corto alcance será la primera en activarse: “Este alumbrado tiene un haz corto, ancho y asimétrico, pues está orientado hacia el lado derecho de la calzada para iluminar más esa zona y no deslumbrar al que circula de frente”, explica Serena.
No obstante, es posible que la carretera por la que se circula no ofrezca una iluminación suficiente -para ver una matrícula a 10 metros o un vehículo oscuro a 50 metros- y las luces de cruce se queden ‘cortas’.
En estas condiciones (siempre en carrereta, nunca en poblado) y a una velocidad de más de 40 km/h, es obligatorio sustituirlas por las de largo alcance, siempre que no haya posiblidad de deslumbrar ni a peatones, ni a los conductores que circulan en sentido contrario ni a los que van delante a través de los retrovisores.
“Hay que acostumbrarse a usar el alumbrado de carretera cuando circulamos de noche y la vía está insuficientemente iluminada. Aunque los límites de velocidad sean los mismos de noche, las circunstancias de la vía cambian: sin una iluminación adecuada, en caso de imprevisto, lo más probable es que no nos de tiempo a frenar”, subraya Serena.
Antiniebla
Las luces antiniebla delanteras, más bajas y anchas, son un refuerzo luminoso que se utiliza en condiciones desfavorables y también en carreteras mal iluminadas, estrechas y con curvas sucesivas. Aunque su uso no es obligatorio y no todos los vehículos la equipan.
En cambio, la antiniebla trasera sí es obligatoria: señaliza la situación del vehículo en tramos con mala visibilidad y debe utilizarse solo si las condiciones así lo exigen, ya que su intensidad puede deslumbrar a los conductores que circulan detrás.
Posición
Este alumbrado acompaña al resto de las luces, pero no ilumina, sino que indica la posición y la anchura del vehículo en la vía. Además, el alumbrado de posición tiene otro uso obligatorio más desconocido: en ciertas paradas y detenciones, es obligatorio mantener las luces de posición para señalizar la posición del vehículo en el arcén cuando la vía está insuficientemente iluminada.
Una variante de estas son las luces de gálibo, unas luces de posición situadas en la parte superior de los vehículos voluminosos con una anchura superior a 2,10 metros.
Las luces de conducción diurna (DRL en inglés) son obligatorias en la UE desde 2011 en todos los coches nuevos. Su función es hacer más visible a un vehículo para el resto de los usuarios de la calzada, por lo que no suplen a las de posición, corto o largo alcance cuando estas son necesarias.
Las DRL se activan automáticamente cuando el vehículo arranca, y son especialmente necesarias en autopistas y autovías, tramos peligrosos, como cruces con poca visibilidad, o cuando la posición del sol es muy baja y se producen deslumbramientos.
Según estudios europeos, si todos los vehículos circularan con luz durante el día se reducirían un 10% los fallecidos por siniestros de tráfico. Según Philips, fabricante de sistemas de alumbrado, un vehículo que circula durante el día con luz diurna –o con luces de cruce–, es visible a 240 metros y sin ellas esa distancia se reduce a menos de la mitad.
Así, la DGT recomienda -no obliga- a mantener encendidas las luces de cruce a los vehículos que carecen de este sistema de iluminación para hacerse más visibles en la vía.
Existen en el mercado diferentes sistemas de alumbrado para vehículos, con distintas características y capacidad de iluminación. Son estos:
• Halógenos. El sistema más usado desde hace muchos años en la iluminación del automóvil. La bombilla se puede extraer y sustituir, aunque en algunos modelos no es una operación sencilla. La bombilla se asienta sobre una parábola reflectante que da forma al haz de luz y potencia su luminosidad. Son las más baratas, pero su vida útil es la más limitada, en torno a 500 horas de uso.
• De descarga de alta intensidad (xenón). Fueron la alternativa a los faros halógenos, con una luz más clara y de superior luminosidad (hasta tres veces más luz que un halógeno). Funcionan utilizando un tubo de gas (ampolleta) que se calienta mediante dos electrodos, un sistema similar al de un fluorescente doméstico. Su menor consumo puede alargar su vida hasta cuatro veces. En contra, su coste es alto, no se ofrecen de serie en modelos de segmentos inferiores, deben cambiarse en un taller y requieren calentamiento para ofrecer toda su intensidad.
• LED. Antes que en las luces principales, comenzaron a usarse para las luces de freno, intermitentes y en las luces diurnas. Funcionan uniendo varios diodos de luz de pequeño formato (LED), que conjuntamente consiguen una elevada luminosidad. Entre sus ventajas, que iluminan a plena intensidad al instante, admiten distintas formas de diseño, bajo consumo energético y una vida útil en torno a 10.000 horas. En contra, funcionan a tan alta temperatura que normalmente necesitan sistemas para disipar el calor. Su sustitución ha de hacerse en talleres especializados.
• Láser. Es la última tecnología en iluminación para vehículos. Ofrece el cuádruple de intensidad lumínica que la luz LED, de forma que se pueden utilizar con ópticas muy reducidas. Ofrecen un mayor alcance visual (hasta 600 metros) y consumen menos que los LED, aumentando su vida útil. El sistema se compone de varios diodos láser, que, combinados con una sustancia fluorescente de fósforo, ofrecen una luz muy natural. Su precio es elevado.
Cambio de luces
Cuando se prevé la posibilidad de deslumbrar a otros usuarios, se deben cambiar las luces de largo alcance por las cortas, muy especialmente a los conductores que circulan en sentido contrario en autopistas, autovías o carreteras convencionales, donde un deslumbramiento puede provocar un riesgo de un siniestro de consecuencias muy graves por salida de vía o invasión del carril. En este caso especial que describimos, el cambio de luces se produce en la aproximación a una curva. En esta situación, el conductor que la toma por el interior (a su derecha) es el primero en deslumbrar y debe ser el primero en cambiar las luces de carretera por las de cruce.