Combustibles sintéticos: ¿qué son y quién puede utilizarlos?
- Con la vista puesta en la desaparición de los coches gasolina y diésel en 2035, se trabaja ya en el desarrollo de los combustibles renovables.
15 marzo 2023
Los combustibles sintéticos o e-fuels están de actualidad. Repsol ya anuncia un combustible sintético como una alternativa ecológica perfectamente válida para su uso en los vehículos.
Pero, ¿por qué se habla tanto de ellos? Porque el texto aprobado por el Parlamento Europeo el pasado junio –que fija 2035 como fecha de límite a la venta de los vehículos de combustión, diésel y gasolina– deja un pequeño resquicio a este tipo de combustibles que ofrecen un balance de cero emisiones. Podrían ser una alternativa real al coche eléctrico o al de hidrógeno.
José Iglesias, asesor técnico del RACE, explica que “los combustibles sintéticos, de momento, no se utilizan mucho en los turismos (en la aviación sí se utilizan más). En la automoción parece que el coche eléctrico ha cogido ventaja como alternativa a los motores diésel y de gasolina”. Sin embargo, países como Alemania o Italia no quieren que se entierren los motores de combustión, y esto se puede conseguir si los combustibles sintéticos se generalizan en los coches de calle.
Para Repsol, todas las soluciones que ayuden a descarbonizar la movilidad van a ser necesarias. Y no creen que con una única alternativa se pueda acometer este reto. De ahí que señalen a los combustibles renovables (biocombustibles y combustibles sintéticos) como nuevos actores en este proceso de descarbonización, junto a la electrificación y el hidrógeno. En su opinión, cada solución se adaptará mejor a un segmento, a una aplicación. El objetivo es desarrollar soluciones tecnológicas que ayuden a mejorar el Planeta.
Entre los combustibles renovables, los biocombustibles ya son una realidad a pequeña escala, aclara Guillermo Wolff, presidente de la Comisión Técnica de Motores y Energías de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción). Sin embargo, los sintéticos aún están en fase de demostración y su implementación a escala industrial dependerá de que las políticas de la Unión Europea favorezcan su utilización en motores de combustión interna.
Repsol, en este campo, inaugurará en 2024 una planta en Bilbao especializada en combustibles sintéticos. Con ella, la compañía quiere demostrar que es posible fabricar e-fuels, con huella de carbono cero, y poner en marcha esta tecnología y escalarla a tamaño industrial a lo largo de la década.
Siemens Energy, por su parte, acaba de inaugurar una planta dedicada a producir combustibles prácticamente neutros en CO2 (e-fuels) en Punta Arenas (Chile), el primer proyecto internacional a gran escala, en el que participan Porsche y la compañía chilena HIF (Highly Innovative Fuels). Han empezado a producir 130.000 litros de e-fuel, que ampliará a 55 millones de litros anuales en una segunda etapa y hasta 550 millones de litros desde 2026.
Preguntas y respuestas
¿Habrá en 2035 carburantes que no emitan CO2?
El parlamento Europeo ha dejado abierta una pequeña puerta que permitiría la utilización de combustibles sintéticos, si bien la propuesta actual es muy abstracta y deberá de clarificarse, explican desde Bosch España. El problema es que si no se incentiva su uso desde “ya”, en 2035 no habrá suficiente disponibilidad de este tipo de combustibles y, además, no se podrán alcanzar economías de escala.
¿Los e-fuels son biocombustibles?
No. Los biocombustibles se producen a partir de materias primas de origen biológico que son en su mayor parte residuos (grasas animales, aceites de fritura, residuos agroforestales...). Constituyen también, como los e-fuels, una de las principales soluciones para reducir las emisiones de la movilidad de manera rápida y eficiente en los próximos años. Forman ya parte de nuestro día a día, ya que el combustible que se suministra en las estaciones de servicio ya contiene un 10% de combustible de origen renovable, en cumplimiento de la regulación vigente. En los combustibles sintéticos o e-fuels, a diferencia de los biocombustibles, las materias primas que se utilizan son CO2 retirado de la atmósfera y producción de hidrógeno renovable.
¿Qué diferencias hay entre biocombustibles y combustibles sintéticos o e-fuels?
Los combustibles sintéticos se obtienen mediante procesos termoquímicos a partir de carbón, gas natural o biomasa. Si se utiliza energía renovable en su elaboración, tal como el hidrógeno verde, los combustibles sintéticos pueden producirse sin las limitaciones de volumen a las que están limitados los biocombustibles debido a factores como la cantidad de masa vegetal disponible.
¿Cómo se fabrica el combustible sintético?
Para elaborar los e-fuels se utiliza electricidad procedente de fuentes renovables que, mediante electrólisis, separa las partículas de oxígeno e hidrógeno del agua, dando lugar al llamado hidrógeno renovable. Por otro lado, se captura CO2 del aire o de una instalación industrial. Finalmente, en una planta destinada a la producción de combustibles sintéticos, se utiliza el hidrógeno renovable y el CO2 para fabricar carburantes sintéticos cero emisiones netas.
Como explica Jaime Martín Juez, director de Tecnología de Repsol, “un combustible sintético toma dos elementos fundamentales, por un lado CO2 y por otro hidrógeno. Tienes fuentes renovables con agua, donde obtienes el hidrógeno, y tienes el CO2”. El proceso siguiente es unir ambos productos para obtener una cadena HC (hidrocarburo) que da como resultado el combustible sintético, que puede ser gasolina, diésel, gas o incluso queroseno.
¿Qué forma tiene el combustible sintético?
El e-fuel es un hidrocarburo líquido, que se usa, almacena y transporta de un modo similar a la gasolina o el gasóleo.
¿Contamina?
No es que estos combustibles no emitan CO2 por el tubo de escape, explican desde ASEPA. Todos los hidrocarburos que tengan un proceso de combustión emiten CO2 y agua. Su peculiaridad reside en que esas emisiones de CO2 se compensan con el CO2 absorbido durante el crecimiento de la planta en el caso de los biocombustibles y el utilizado en la fabricación de los combustibles sintéticos. Es decir, son combustibles neutros en CO2.
La gran ventaja de los e-fuels se traduce en que son combustibles neutros en CO2 y también tienen menos emisiones de partículas. Por tanto, podría ser una buena solución principalmente para el transporte pesado por carretera, “sobre todo antes de que se generalicen soluciones como la pila de combustible o el motor de hidrógeno”, nos aclaran desde BOSCH.
¿Los pueden usar todos los vehículos?
Los combustibles sintéticos son compatibles con los actuales motores. Incluso los coches clásicos pueden seguir funcionando con gasolina sintética, puesto que en términos de estructura química y de propiedades fundamentales sigue siendo gasolina.
¿Cómo se transporta y distribuye?
El e-fuel se puede almacenar y transportar a presión y temperatura ambiente, al igual que los combustibles y lubricantes fósiles convencionales. Gracias a ello puede aprovechar las infraestructuras actuales de transporte y distribución de combustible (camiones cisterna, tuberías, estaciones de servicio…).
¿Hay que modificar los coches para utilizar combustible sintético?
No. Aunque desde ASEPA matizan que solo habrá que hacer alguna modificación si el combustible tiene pequeñas diferencias con el especificado en el diseño del vehículo, en cuyo caso se requeriría de algún ajuste en los reglajes del motor.
¿Qué ventajas ofrecen?
El combustible sintético es totalmente compatible con los motores de combustión interna actuales: vehículos, que pueden seguir operando de una manera sostenible y respetuosa con el clima. Una vez completado el procesamiento de la refinería, el e-fuel puede reemplazar por completo a los combustibles convencionales. Esta es la gran ventaja que tienen los combustibles líquidos de huella 0 o sintéticos, que se pueden usar en cualquier vehículo que exista ya. No hace falta cambiar la tecnología, ni nuevos motores, nuevas tecnologías o nuevos puntos de recarga.
¿Se podrán por tanto vender en las gasolineras?
Una de las grandes ventajas de estos combustibles es que no requieren modificar las infraestructuras de distribución, siendo totalmente compatibles con el sistema logístico actual y las instalaciones de las estaciones de servicio.
¿Será mucho más caro repostar? ¿Cuánto nos podría llegar a costar un litro de combustible sintético?
Actualmente, la producción de combustibles sintéticos es un proceso complejo y costoso. Para producirlos, las cantidades de CO2 utilizadas tienen que tener un volumen muy considerable, tanto que recogerlas directamente de la atmósfera es un proceso de masiado costoso y necesita demasiada infraestructura. Sin embargo, una subida de la producción y precios favorables de la electricidad podrían hacer que los combustibles sintéticos fueran significativamente más baratos que ahora (con los precios actuales del combustible y la incertidumbre existente no es posible dar una previsión).
“El precio de venta al público de los combustibles está muy gravado por la carga fiscal”, apunta el presidente de la Comisión Técnica de Motores y Energías de ASEPA. La Unión Europea se está planteando una nueva fiscalidad verde que incentive una economía baja en carbono y resiliente al clima. En esta situación el precio de los de este tipo de combustibles podría ser competitivo frente a los convencionales fósiles.
La organización ICCT (Internacional Council for Clean Transportation) estima un precio de 3 a 4 €/litro en 2030. No obstante, según apunta Oliver Blumke, presidente del Consejo Directivo de Porsche AG, “el precio por litro dependerá del nivel de producción que haya en el futuro. Si se hace a escala industrial –explica–, será posible alcanzar un precio inferior a 2 dólares por litro”. Lo importante es que los combustibles sintéticos sean fabricados de manera sostenible y en lugares donde abunde la energía renovable, de tal manera que el aporte extra de energía para la producción sea irrelevante.
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