
¿Cuántos kilómetros dura un coche?
- La vida media de un coche de gasolina estaría en 18,7 años y 187.000 kilómetros.
03 abril 2025
Además de la vida que haya tenido el coche, del estilo de conducción que haya sufrido y de si se ha realizado un mantenimiento adecuado, la mecánica es lo que más puede influir en la vida media de un vehículo.
En condiciones normales, si se cumple con los mantenimientos indicados por el fabricante, y si se tiene suerte para que no surjan averías inesperadas, hay una media de kilómetros que son bastante factibles para que cualquier vehículo complete su vida útil.
Si el coche se ha conducido de una forma normal, sin grandes esfuerzos, con cambios de aceite en su momento, etc., cualquier turismo está preparado para llegar sin problemas hasta los 250.000 kilómetros o incluso muchos más. Aunque, según el tipo de motor que lleve, puede haber bastantes diferencias.
Para Luis Grande, gerente de Talleres Ferrari, en Madrid, “hoy en día, la fiabilidad de los motores está muy conseguida, ya que el prestigio de la marca va en ello. Son los elementos que rodean al motor, (alternador, motor de arranque, compresor, electrónica, etc.), los que tienen una vida útil programada y, debido al coste de su sustitución, marcarán el momento de cambiar el vehículo”.
Gasolina o diésel
Según un estudio recientemente publicado de la Universidad de Birmingham y la London School of Economics para el que se han analizado 300 millones de registros de 30 millones de unidades, la vida media útil de un vehículo de gasolina estaría en torno a los 18,7 años, con un kilometraje medio a lo largo de su vida de 187.000 kilómetros.
Eso sí, con este tipo de mecánicas, además de los cambios de aceite y del mantenimiento adecuado antes mencionado, influye mucho la calidad del carburante. Hay coches de gasolina que han sobrepasado el millón de kilómetros, aunque esto, como a continuación se verá, es más propio de motores diésel. De hecho, un Volvo P1800 de 1966 tiene el récord Guinness, ya que alcanzó los 5,23 millones de kilómetros.
Los motores diésel funcionan mucho más relajados, por decirlo así, pues obtienen la potencia necesaria a un régimen de giro del motor menor. A menos revoluciones, más vida útil y, por lo tanto, más kilómetros por recorrer. Su media, si hablamos de coches, aumenta hasta los 410.000 kilómetros (según el estudio anterior), llegando el tiempo medio de vida a los 16,3 años, al ser vehículos más utilizados para cubrir distancias largas en autovía y en regímenes de giro del motor bajos y estables, que aseguran mayor duración de la mecánica.
Un buen ejemplo de motores que funcionan a pocas revoluciones, a pesar de su gran tamaño, son los de los camiones. Además, llevan un mantenimiento a rajatabla, razón por la que alcanzan y superan, en su gran mayoría y sin problema, el millón de kilómetros.
¿Y los híbridos?
La electrificación está de moda. Y la venta de los vehículos híbridos cada vez es más notable. La mayoría de ellos utilizan motores de gasolina con el complemento de baterías y motores eléctricos. Aunque la marca Mercedes, por ejemplo, también utiliza mecánicas diésel en este tipo de arquitectura.
El kilometraje que aguantará la mayoría de los híbridos con motor de combustión debería ser muy similar al de un coche con la misma mecánica, es decir, de 200.000 a 300.000 kilómetros, de media antes de llegar al final de su vida. Y es posible que sea mayor en el caso de los híbridos diésel de la marca de la estrella. Además, las baterías de estos coches tienen una vida útil aproximada también de unos 10 años.
Aunque aún son minoría en el mercado, la duración de los coches eléctricos viene determinada por la batería y por su pérdida de rendimiento con el paso de los kilómetros y los años, ya que el reemplazo de este componente es mucho más costoso que el reemplazo de cualquier componente de un motor de combustión.
Aquí influye, de forma casi dramática, las frecuencias de carga (el número medio de ciclos de carga que aguantan son unos 3.000), la cantidad de cargas rápidas que se hagan (deterioran las baterías más rápidamente) o el entorno climatológico (si suele hacer frío o mucho calor también sufren más) en el que el coche se mueva, entre otros. En este sentido, Fernando Suárez, gerente de Midas Plenilunio, explica que “con la vida media de los vehículos eléctricos acercándose a la vida media de los vehículos de combustión (diésel, gas y gasolina), es el tipo de desplazamiento el que debe inclinar la balanza hacia uno u otro tipo de propulsión. Los vehículos de combustión siguen siendo los más adecuados para largos desplazamientos y altos kilometrajes anuales en entornos extra-urbanos, mientras que los vehículos eléctricos (EV) son más eficientes en entornos urbanos con trayectos medios y frecuentes arranques y paradas...”
Y aunque todavía no hay un muestreo fiable, dado el escaso tiempo en el mercado de los vehículos eléctricos modernos, la mayoría de las marcas determinan que sus baterías tendrán una vida útil de unos diez años o 200.000 kilómetros hasta llegar a una capacidad de la batería del 65-70% respecto a la capacidad nominal de carga. Esto quiere decir que su rendimiento será menor y no será el óptimo a partir de entonces, no que el coche se pare y haya que llevarlo al desguace. Es por ello que la mayoría de las marcas en España ofrecen garantía sobre la batería de 160.000 km u 8 años.