Al volante, vigile su tensión
- Tenga especial cuidado si comienza el tratamiento, si le han cambiado la dosis o si tiene complicaciones oftalmológicas
16 mayo 2014
La hipertensión arterial no supone, en principio, una limitación para los conductores, aunque siempre hay que valorar si existe una repercusión que suponga riesgo vial y, en especial, valorar la presencia de retinopatía. En general, los pacientes correctamente tratados no tienen problemas para conducir, salvo que exista descompensación manifiesta. Por ello es fundamental que, ante cualquier síntoma de hipertensión, acuda al médico y consulte, y en caso de estar en tratamiento, que no olvide tomar su medicación.
Consejos para el conductor hipertenso
- Si recientemente le han puesto tratamiento para la hipertensión arterial, tenga especial precaución al conducir. También si le han cambiado la dosis o le añaden algún medicamento nuevo, hasta conocer los efectos que estos manifiestan en su organismo.
- No consuma bebidas alcohólicas si va a conducir
- Si tiene complicaciones oftalmológicas (retinopatía), evite la conducción nocturna, al amanecer y al anochecer.
- Si se encuentra en situación de baja laboral y su profesión es conductor o requiere conducir, debe conocer si va a incurrir en algún problema legal en el caso de conducir durante el período que dure la baja laboral.