Fatiga al volante, peligro constante
- Más de la mitad de conductores no para a descansar, aunque el 77% de los automovilistas opina que la somnolencia es igual o más peligrosa que el alcohol
11 julio 2017
En verano los desplazamientos se incrementan, no sólo en número, también en longitud. Desplazamientos al lugar de vacaciones son muy comunes en los meses de julio y agosto, y reunen las condiciones idóneas para la aparición de la fatiga: largas distancias, tramos monótonos, calor y ganas de llegar. La somnolencia al volante puede acarrear consecuencias gravísimas, tanto para el conductor como para el resto de usuarios de la vía.
El Informe sobre la Influencia de la Somnolencia en los Accidentes de Tráfico en España en el periodo 2011-2015, realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Fesvial, estima en 20.600 los accidentes de circulación causados por la fatiga. Estos siniestros dejaron 3.300 heridos graves y 800 fallecidos.
Aparición y efectos
Existen varios factores que causan la aparicion de la fatiga y sufrir uno o más de ellos puede hacer que la conducción se vea seriamente afectada.
DORMIR POCO. La principal causa por la que se produce la fatiga es la falta de sueño. Hay que descansar entre 7 y 9 horas pues dormir menos es peligroso, especialmente si se duerme menos de 4 horas.
FRAGMENTACIÓN DEL SUEÑO. Las interrupciones durante el periodo del sueño, generalmente ocasionadas por ruidos, luces o preocupaciones, repercuten de manera directa el descanso.
CAMBIOS DE HORARIO. El cuerpo humano se acostumbra al horario de sueño y alternarlo de manera frecuente puede hacer que la fatiga aparezca. Los trabajadors con turnos rotativos deben tenerlo presente si van a conducir.
MEDICAMENTOS. Algunos medicamentos pueden tener efecto en el sueño o la conducción, por eso es recomendable atender a las recomendaciones del médico y leer los prospectos. Si quiere ampliar información sobre los medicamentos y su efecto al volante, puede hacerlo aquí.
ALTERACIÓN DEL CICLO. Existen enfermedades que causan una alteración directa en el ciclo sueño-vigilia como la narcolepsia o la apnea del sueño. Conviene consultar al médico.
Sentir sueño implica una serie de efectos negativos en el cuerpo, lo que unido a la conducción, supone un riesgo importante de accidente. La fatiga al volante empeora la calidad de la conducción, reduciendo la capacidad de reacción y generando distracciones. Tener sueño hace que el procesamiento de información y la toma de decisiones se vean perjudicadas y el comportamiento se vuelve tenso, nervioso y agresivo. Los microsueños son el más grave de los efectos de la fatiga, pues se trata de breves cabezadas de corta duración que hacen al conductor perder el control del vehículo. Según el informe de Línea Directa, 8.1 millones de españoles reconoce haber sufrido microsueños.
Accidentes por somnolencia
En el mencioando Informe también se afirma que los siniestros causados por la somnolencia duplican el riesgo de morir, ya que si en los accidentes convencionales este riesgo es de 1,9%, en caso de la fatiga el riesgo se eleva hasta el 3,9%. Este aumento va a la par con el riesgo de lesión, que si es de 11,2% en accidentes comunes, en caso de los causados por somnolencia crece hasta el 15,9%. El estudio establece un perfil que cumplen la mayoría de los accidentes: ocurren en la madrugada del sábado al domingo en el mes de julio y por salida de vía, y suele conducir un hombre joven de 21 a 30 años, aunque se da en todo rango de edad.
La fatiga se va descansando
Para tener un viaje libre de sueño, fatiga y sobretodo, un viaje seguro, se debe descansar antes y durante el trayecto. Antes, durmiendo al menos 7 horas y durante, y durante, parando a descansar cada 2 horas o cada 200km. El informe revela que 14.4 millones de conductores españoles no para a descansar, ni siquiera cuando tienen sueño, y fuerzan al máximo para no detenerse y llegar antes a su destino. Una actitud muy peligrosa que pone en peligro al resto de conductores. El motivo de esta actitud no es el desconocimiento de la necesidad de descansar, pues el 77% de los automovilistas opina que la somnolencia es igual o más peligrosa que el alcohol.
DORMIR: Antes de viajar, duerma un mínimo de 7 horas y evite viajar después de una jornada de trabajo.
TEMPERATURA: Procure mantener una temperatura agradable –alrededor de 24ºC–, y ventile de vez en cuando para evitar sequedad en el interior del coche.
SÍNTOMAS: Conocer los síntomas es la mejor forma de prevenir la fatiga: malestar físico, parpadeo constante, calambres, errores en la conducción, 'automatismos' sin percibir la situación de tráfico.
PARADAS: Durante el viaje pare y descanse cada 2 horas o 200 kilómetros y aproveche para estirar las piernas.
HIDRATACIÓN: Manténgase bien hidratado, ya que la falta de líquidos provoca una reducción de la atención, dolor de cabeza y cansancio muscular.
REFRESCOS: Cuando pare, aproveche y tome una bebida refrescante que, además de hidratarle, le ayudará a despejarse y aportará la glucosa necesaria para mejorar sus niveles de atención.
ALCOHOL Y MEDICAEMNTOS: Nunca beba alcohol si va a conducir, y consulte a su médico si está tomando medicamentos.