España camina hacia la neutralidad climática
- En 2040, los turismos y vehículos comerciales nuevos deberán ser cero emisiones
14 mayo 2021
2050 es la fecha límite para que España alcance la denominada neutralidad climática, es decir, conseguir que todo el sistema eléctrico se base en energías renovables. Este el principal objetivo que marca la Ley del Cambio Climático y Transición Energética, cuya tramitación parlamentaria ya ha concluido tras el visto bueno del Congreso de los Diputados. Entra en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Con el objetivo de frenar el cambio climático, la nueva Ley persigue la descarbonización total de la economía española y, para ello, establece una serie de metas mínimas:
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Reducir las emisiones de efecto invernadero, al menos, el 23% respecto a las que había en 1990.
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Conseguir, al menos, que el 42% del consumo final de energía sea de renovables.
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Lograr un sistema eléctrico con, al menos, el 74% de generación a partir de energías renovables.
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Mejorar la eficiencia energética reduciendo el consumo de energía primaria, al menos, el 39,5%, de acuerdo a la normativa comunitaria.
En los próximos años, el Gobierno puede revisar al alza estos objetivos, adaptándolos a los avances tecnológicos y al conocimiento científico y para cumplir con el Acuerdo de París (COP21) y la normativa europea. La primera revisión está prevista en el año 2023.
La nueva norma plantea como instrumentos para abordar la transición energética los Planes Nacionales Integrados de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia de Descarbonización a 2050. Además, se crea el Comité de Expertos de Cambio Climático y Transición Energética, que será el órgano responsable de evaluar y hacer recomendaciones sobre las políticas y la normativa necesarias. Anualmente, este Comité elaborará un informe que tendrá que remitir al Congreso de los Diputados para su debate.
Solo vehículos sostenibles
La nueva Ley también obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a aprobar, antes de 2023, planes de movilidad sostenible, que incluyan medidas para reducir las emisiones tóxicas (como las zonas de bajas emisiones, ZBE).
Además, en 2040, los turismos y vehículos comerciales nuevos (excluidos los históricos), no destinados a usos comerciales, deberán ser cero emisiones, tal y como marca la normativa europea.