Balance 2015: 1.689 fallecidos
- El 28% de los accidentes con víctimas tuvieron lugar en vehículos de más de 10 años
23 noviembre 2016
Este es el balance de siniestralidad del año 2015 con los datos definitivos: 1.689 fallecidos y 9.495 heridos hospitalizados en 97.756 accidentes de tráfico. Un fallecido más que en 2014. Estas cifras se producen en un momento particularmente difícil para la seguridad vial, al coincidir con un aumento de la movilidad, 14 millones de viajes de largo recorrido (un 4% más que el año anterior) y, además, hacerlo en un momento en el que el parque de vehículos está particularmente envejecido.
El 28% de los accidentes con víctimas tuvieron lugar en vehículos de más de 10 años
La edad media de los turismos siniestrados se situó en 11,3 años (0,3 puntos más que en 2014) y 9,6 para las motocicletas (casi 2 puntos más que el año anterior). De hecho, el 28% de los accidentes con víctimas tuvieron lugar en vehículos de más de 10 años.
Tanto el aumento de la movilidad como la persistencia del envejecimiento del parque son circunstancias a tener en cuenta, pero la realidad es que las cifras marcan un claro estancamiento. Un comportamiento que también se ha observado en otros países europeos. La tasa media de mortalidad en carretera en la UE en 2015 se sitúa en 51 fallecidos por millón de habitantes, la misma que en los dos años anteriores, tras significativas reducciones (–8%) en 2012 y 2013. España se posiciona en sexto lugar, con 36 fallecidos por millón de habitantes, una tasa idéntica a la de 2014 y un 32% menor que la de 2011.
Un 74% menos de fallecidos que hace 22 años
Observando estos datos en perspectiva (ver infografía), comparando la evolución por años, el descenso es mucho más evidente. Por ejemplo, en 1993, cuando había solo 17,8 millones de vehículos en circulación, el número de fallecidos alcanzaba los 6.378. En el otro extremo, los 1.689 fallecidos de 2015, se producen con un parque de 31,3 millones, un 73,5% menos. Otro indicador es el de fallecidos por cada millón de habitantes. Hace 22 años ese número era de 162. En 2015 se redujo a 36.
En cuanto a las características de esta siniestralidad, en el 2015 se produjeron 28.640 accidentes con víctimas más en ciudad que en vías interurbanas (que incluye carreteras convencionales, autopistas y autovías). Sin embargo, el mayor número de víctimas mortales se registraron en carretera: 1.248 fallecidos frente a 441 en áreas urbanas.
El exceso de velocidad, los adelantamientos indebidos o la pérdida de control del vehículo están detrás de estas cifras. De ahí que los accidentes más frecuentes en vías interurbanas fueran salidas de vía, colisiones frontales y frontolaterales. En cambio, el accidente con víctimas mortales más característico en ciudad es el atropello.
Según el modo en el que viajaban se reduce la mortalidad, respecto a 2014, en ocupantes de turismos (–29), ciclistas (–17), ocupantes de camiones y furgonetas (-8) y pasajeros de autobús (–24). Por el contrario, se incrementa la mortalidad en motociclistas (+42), produciéndose el mayor ascenso en peatones (+31).
El número de víctimas mortales de accidentes de tráfico sigue variando mucho de unos países a otros, aunque esas diferencias tienden a disminuir. Malta (26 muertos en accidentes por millón de habitantes), Suecia (27), Reino Unido (29), Dinamarca (31) e Irlanda (36) registran las tasas de mortalidad más bajas de la Unión Europea en 2015. España se sitúa a continuación, en sexto lugar, con 36 fallecidos por millón de habitantes, una tasa idéntica a la de 2014 y un 32% menor que la de 2011.
La letalidad es la razón entre el número de fallecidos y el número de víctimas. Esta tasa ha pasado de 5,2 en 1993 a 1,3 en 2015. Cuatro puntos menos y que no solo se debe a la reducción del número de fallecidos, sino al aumento de los registros de heridos no hospitalizados (que en 2015 suponen el 91,8% de las víctimas totales, mientras que en 1993 eran el 65%).