Así obtienen el carné en Europa
- En la Unión Europea (UE), 22 países establecen un número mínimo de horas prácticas en el aprendizaje
07 mayo 2019
¿Es igual la formación de los conductores en todos los países europeos? ¿Existen diferencias entre la preparación de los conductores noveles españoles y el resto? Antes de entrar a analizar la situación de otros países europeos, hay que recordar que en España, actualmente, no es obligatorio acudir a clases en la autoescuela para aprobar la prueba teórica. Los aspirantes pueden preparar el examen al 100% por su cuenta. Tampoco para superar la prueba práctica se exige un mínimo de horas de aprendizaje al volante. Aun así, por supuesto, cumplimos con los estándares de la UE. A continuación analizamos algunos de estos sistemas.
Una meta, muchas caminos
El marco legal que regula el otorgamiento de licencias de conducción en Europa está determinado por la Directiva 2006/126/CU, en la cual se definen las pruebas que deben superar los candidatos para obtener el permiso. Esta normativa describe los conocimientos teóricos y aptitudes al volante mínimos que deben demostrar los aspirantes. Sin embargo, nada se dice sobre el camino a recorrer para alcanzar la meta. Cada país tiene plena libertad para estructurar la formación, por eso las diferencias entre los sistemas dentro de la UE son notables.
Para intentar armonizar la formación de conductores, la Comisión Europea publicó en 2017 el informe Study on driver training, testing and medical fitness. Este documento es el fruto de la reunión de un grupo de expertos en Bruselas que recibieron el encargo de revisar los diferentes modelos nacionales y analizar las mejores experiencias internacionales, con el objetivo de definir un rumbo común en esta materia. El documento final contiene 27 recomendaciones, entre las que destacan la inclusión de programas sobre conciencia y aceptación de riesgos en la formación teórica o la sistematización de prácticas de conducción en diferentes tipos de vías, condiciones climáticas y niveles de luz. Algunas de estas recomendaciones ya se están siguiendo en muchos países de nuestro entorno.
De los 28 países que forman la UE, 19 ya disponen de sistemas formación teórica obligatoria en autoescuela o planes formativos detallados, con una carga horaria definida por cada país. Además, de los 9 países que no cumplen esa condición, cuatro incluyen en su programa de formación teórica temas como la detección de riesgos o los factores que influyen en la seguridad vial.
La llamada “conducción acompañada”, está presente de alguna u otra forma en los modelos formativos de 18 países de la UE. A grandes rasgos, incluye la figura de un conductor experto como ‘tutor’ y acompañante del aspirante o novato antes, durante y/o en los meses posteriores a la obtención del permiso. En general contemplan esta formación como un complemento a las prácticas oficiales.
A través de las tecnologías, se puede exponer 'virtualmente' a un aspirante a conductor a situaciones de riesgo reales para evaluar su capacidad detectar riesgos y tomar decisiones en circunstancias críticas. Por ejemplo, en el Reino Unido, los aspirantes deben visionar vídeos en los que deben detectar riesgos con antelación y después aprobar un examen específico en el que se enfrentan a 14 situaciones de conducción con diferentes peligros. Se puntúa, no que sea capaz de detectar el riesgo, sino el tiempo que tarda en hacerlo. Este sistema acaba de implementarse en Letonia, cuyo examen teórico incluye, desde 2018, vídeos con situaciones reales en los que el alumno debe demostrar su habilidad para detectar riesgos. Por último, hay que destacar que algunos países están utilizando las últimas tecnologías para formar mejor a sus conductores en las prácticas. Es el caso de Portugal y República Checa, que han incluido simuladores que ayudan al aspirante a familiarizarse con situaciones de tráfico complejas que les pueden poner en riesgo o provocar ansiedad en sus primeras clases.