17 marzo 2021
Fecha de última actualización: 19 abril 2021

Filomena fue una tormenta histórica. En todos los sentidos. No solo porque sepultara grandes áreas del centro peninsular bajo 60 centímetros de nieve, ni por los fuertes vientos (de hasta 80 km/h en la costa y 120 km/h en las montañas) y lluvias (inundaciones en Málaga, por ejemplo), o la ola de frío que le acompañó (hasta 15º bajo cero)… Ni siquiera por los más de 11.000
camiones que se condujeron y estacionaron en 127 áreas para evitar que sufrieran accidentes y colapsaran las carreteras –en la zona sur de la Comunidad de Madrid, la caída de movilidad fue superior al 80%– o por los 105.000 kilómetros de carretera en los que hubo que retirar nieve o los 246.000 en los que hubo que esparcir fundentes para evitar la nieve y el hielo… No. Filomena fue histórica por el esfuerzo que hubieron de hacer Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos para ayudar a los afectados por la nevada y hacer volver a la normalidad a zonas muy amplias de la geografía nacional.

Por citar solo una cifra –ver más datos en recuadro–, el Estado, puso a trabajar a más de 62.000 personas tras activar el Plan General de Emergencias del Estado, entre los que destacan 48.000 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, principalmente Guardia Civil –1.600 de la Agrupación de Tráfico–, así como efectivos de la UME (Unidad Militar de Emergencias) –con 450 medios y vehículos–, 1.300 máquinas quitanieves del Ministerio de Transportes, efectivos de las Brigadas de Labores Preventivas (600), de Incendios Forestales (213), etcétera. De hecho, el alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, comparó Filomena con "un tsunami". Además, al hacer balance, Pere Navarro, director general de Tráfico, señaló que “hemos aprendido varias lecciones con este período de nevadas. Por ejemplo, la importancia que tiene que se deje libre el carril izquierdo en estas situaciones o que tenemos que cambiar el mensaje de “solo desplazamientos esenciales”, porque no se entiende y la gente cree que todos sus desplazamientos son esenciales”, ironizó.

Estas son siete lecciones que Filomena y su nevada han enseñado a la DGT.

7 lecciones que nos enseñó Filomena

1: CARRIL IZQUIERDO: EL CARRIL QUE LIBERA
Una lección que ha dejado la tormenta Filomena y su nevada histórica –la mayor desde 1971, según Accuweather– es la importancia del carril izquierdo. O más concretamente, la importancia de que, en caso de emergencia, quede libre ese carril.

Tres imágenes de las cámaras de la M-40 madrileña ilustran el problema causado por no respetar la indicación de la ATGC de dejar libre ese carril. En la primera, a las 17:30
horas del 8 de enero, la autovía de circunvalación, con 3 carriles en cada sentido, ya tiene algún carril invadido de nieve, pero los coches continúan circulando con precaución.

En la segunda, a las 20:58 horas del mismo viernes, la nieve ha cubierto ya prácticamente uno de los sentidos y en el otro, en cuesta arriba, y con la salida hacia la M-607 (autovía hacia la sierra), ya se encuentra una retención considerable y vehículos detenidos… “En cuanto patinó el primer conductor –explica Benito Monzón, coronel del sector de Tráfico de Madrid de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC)–, se organizó el atasco. Además, en situaciones como esta sale el egoísmo de las personas” y relata incidentes entre conductores
que no querían dejar pasar a otros que, con vehículos con tracción total, podían haber circulado, para salir ellos cuyos coches patinarían a los pocos metros… “Y –continúa Monzón–, están los ‘avispados’ que, cuando pasa la quitanieves, salen detrás de ella, sin que les hayamos dado paso. Y luego se quedan parados y bloquean el carril que se está limpiando y la vía”, que es, en parte, lo que ocurrió en algunas carreteras. “En carretera, una minoría no fueron solidarios y fueron muchos de los que se quedaron atravesados y colapsaron la circulación”, concluye Monzón.

En la tercera imagen, ya del 9 de enero, coches bloquean indistintamente carril derecho, izquierdo y central, lo que impedía el paso de las quitanieves y dificultaba el trabajo de rescate
y retirada de vehículos abandonados para restablecer la circulación.

Hasta tal punto la DGT ha aprendido la necesidad de mantener el carril izquierdo libre en caso de incidencias graves, que, en palabras de Pere Navarro –director general de Tráfico–, “estamos estudiando incluir la obligatoriedad de dejar libre el carril izquierdo en determinados casos de problemas en la circulación” en una próxima modificación del Reglamento
de Circulación.

Además, por otra parte, desde mediados de febrero, la DGT está emitiendo cuñas de publicidad en radio recurriendo a la responsabilidad y solidaridad de los ciudadanos: “Las recientes nevadas nos recuerdan cómo actuar en situaciones de emergencia. En autopistas y autovías, deja siempre libre el carril izquierdo. Así permitirás la circulación de quitanieves y vehículos de emergencia”.

2: SOLO DESPLAZAMIENTOS ESECIALES: CAMBIAR EL MENSAJE
Pere Navarro, director general de Tráfico, comentó, al hacer balance del episodio de nevada por la borrasca Filomena, que “hay que cambiar el mensaje en el que pedimos a los ciudadanos que se queden en casa y que hagan solo los desplazamientos esenciales, porque no se entiende. Es la única forma de entender que el viernes de la nevada los centros comerciales estuvieran llenos de gente hasta la hora de cierre”.

Por ello, la DGT estudiará cómo concretar este tipo de mensajes que se lanzan en días previos a estos episodios, para que sean más claros e inequívocos. Aunque, como señala Jorge Ordás, subdirector de Gestión de Movilidad de la DGT, “en España somos muy lanzados y creemos que tiene que haber luego quien venga a sacarnos del apuro”, pero que hay que seguir informando porque "cuando las cosas se complican en un episodio de vialidad es importante priorizar y orientar a los medios del Estado a resguardar los servicios esenciales, y los vehículos atrapados complican la actuación”.

3: LA IMPORTANCIA DE AVISAR... PARA PREPARAR
Lo resume una frase de Protección Civil: "La anticipación es la mejor herramienta", dice en un balance de Filomena. Así, el 31 de diciembre de 2020, AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), ¡8 días antes de la nevada!, informó de la llegada de la tormenta Filomena y anunció la posibilidad de fuertes nevadas. Esta nota se ratificó el 3 de enero y se convirtió en aviso especial el 5. Además, el 7 de enero se elevó la alerta hasta nivel rojo en gran parte de la Comunidad de Madrid.

Este aviso anticipado del temporal “nos permitió –explica Jorge Ordás, subdirector de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT– prepararnos y tener mayor capacidad de
reacción, reorganizarnos y reforzar los efectivos”, con una modificación de turnos de trabajo y días libres del personal esencial de mantenimiento y centros de control de la DGT. También, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil hizo acopio del material necesario para afrontar sus servicios (vehículos con cadenas, palas, sal…) y del personal para cubrirlos.

El 5 de enero Protección Civil avisó a todas las comunidades autónomas, reunió la Unidad de Valoración de Riesgos –con AEMET, DGT y Dirección General de Carreteras– y activó la fase de pre-emergencia del Plan de Emergencias del Estado –aprobado el 15 de diciembre–.

Por su parte, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana situó en puntos estratégicos 1.300 máquinas quitanieves y 3.000 operarios.

Además, los avisos de AEMET tuvieron amplio eco en prensa y se repitieron en numerosas entrevistas con autoridades (36) y ministros y delegados del Gobierno (300), lo que contribuyó a que muchos conductores prepararan sus vehículos o aplazaran sus desplazamientos. Y es que, como dice un mantra de la DGT, “un conductor informado es un conductor más seguro” y en esta línea, apunta Jorge Ordás, “la divulgación y la comunicación son clave”.

4: SI ABANDONA EL VEHÍCULO: TELÉFONO DE CONTACTO
Según datos de los servicios de emergencia SUMMA 112, cerca de 1.500 vehículos habían quedado parados en las carreteras y autovías solo en la Comunidad de Madrid por la tormenta Filomena el 8 de enero –y que según la ATGC– fueron más de 4.374 durante todo el episodio de Filomena.

Muchos vehículos –a cuyos ocupantes trasladó la ATGC con sus vehículos a lugares habilitados (por ejemplo, Telefónica cedió un edificio en las cercanías de la M-40 madrileña)– tuvieron que ser retirados por la ATGC tras la limpieza de las vías y llevados a depósitos –en Madrid, se negoció con el Ayuntamiento la cesión de una instalación–, pero habría sido más fácil para todos poder avisar a los propietarios de que podían retirarlos de dónde habían quedado atrapados. La ATGC no habría debido trasladarlos ni cada propietario ir al depósito donde se dejaron. El problema es que no había forma de contactar con ellos. Por ello, se está evaluando cómo articular que, cuando un conductor deba abandonar un vehículo en la vía por una circunstancia justificada, deba dejar visible desde el exterior un teléfono de contacto. De momento, cuñas de publicidad radiofónica lo recuerdan y piden: "Ayúdanos a ayudarte".

5: PRIORIDADES AL DESEMBOLSAR. PARA EVITAR COLAPSOS
La gran nevada provocada por Filomena hizo patente la importancia de los centros logísticos. De hecho, el enorme flujo de camiones que van y vienen hacia las plataformas logísticas de distribución de mercancías fue uno de los grandes objetivos de las medidas para evitar el colapso de las vías.

Así, DGT y ATGC permitieron el paso de camiones por las carreteras que permanecían abiertas o se iban abriendo en función del destino. “Cuando empezamos a detener camiones
–explica el coronel Monzón, ATGC sector Madrid–, dejamos pasar a aquellos cuyos destinos eran el norte, donde la nevada no afectó a las carreteras, pero embolsamos a los que iban a las plataformas logísticas de Madrid”. Así se consiguió el doble objetivo de no interferir el abastecimiento de zonas no afectadas por el temporal y no bloquearlas carreteras afectadas por el hielo y la nieve. Monzón destaca, también, la importancia de los enlaces: “El domingo, las vías principales de las zonas más afectadas estaban limpias, pero hubo que mantener el embolsamiento de camiones hasta que se pudieron limpiar los enlaces con estas vías, ya que, si no, los vehículos pesados podrían patinar y volver a colapsar las vías”.

Jorge Ordás –subdirector de Gestión de la Movilidad de la DGT– destacó el esfuerzo de coordinación necesario para realizar un desembolsamiento con prioridades, con más de 11.000 camiones detenidos en 127 puntos: “Se van desembolsando en función del destino y del estado de las vías. Así se previene que se reproduzca el colapso. Para ello hay que reunir y gestionar los posibles destinos, el estado de las vías, etc”.

6: CAMIONES: RETENER PARA EVITAR EL CAOS
En el momento álgido –y nunca mejor dicho con una nevada– la ATGC llegó a tener embolsados, a petición de la DGT, algo más de 11.300 camiones, en un total de 127 áreas, “con el
esfuerzo de coordinación que esto supone, no solo por los guardias en carretera ordenando el embolsamiento –explica Jorge Ordás, subdirector de Movilidad y Tecnologías de la DGT–, sino para suministrar mantas, víveres, agua y demás cuestiones urgentes a los camioneros”.

No obstante, Ordás se muestra satisfecho con el resultado de la medida, ya que, explica, “un camión parado bloquea una carretera”. “Un coche que se para –explica Benito Monzón, coronel del sector de Tráfico de Madrid de la ATGC– lo podemos apartar, pero un camión colapsa la vía”. Además, según explican ambos responsables, para mover estos vehículos hay que hacer llegar hasta el lugar donde se han detenido una grúa, detener a muchos vehículos y mover el camión, lo que con una nevada tan fuerte y muchos coches atascados detrás, complica la operación.

“Por eso, en cuanto se decretó el nivel amarillo por nieve, decidimos embolsar los camiones”, señala Jorge Ordás. Además, el subdirector de Gestión de la Movilidad, opina que es mejor realizar los embolsamientos en los grandes aparcamientos de vialidad invernal (“porque como luego hay que gestionar la llegada, salida y suministros de ayudas y víveres, es más operativo que sean pocos y grandes”), aunque cuando estos se llenaron hubo que utilizar áreas de servicio y hasta aparcamientos de gasolineras. Igualmente cree que “deben estar algo alejados de donde se produce la nevada, al menos unos 50 kilómetros antes de donde se produzcan los problemas”, aunque esto provoca inconvenientes: “Los camioneros, en los embolsamientos, no ven nieve y se quejan de que se les retenga, siempre tienen un amigo que les dice que más adelante no está nevado y se producen presiones para que se les permita continuar viaje”, explica Ordás.

7: EN FUNCIÓN DEL PRODUCTO: ENVÍOS PRIORITARIOS

Si bien el confinamiento decretado en marzo de 2020 con motivo de la pandemia por Covid-19 ya puso de manifiesto lo esenciales que eran los transportes de víveres y mercancías, la tormenta Filomena ha destacado la necesidad de priorizar los envíos. Por ejemplo, la DGT estableció un orden de prioridad a la hora de facilitar y permitir el paso, cuando una vía estaba semidespejada, de determinados transportes. Así, el transporte de sal, fundentes y productos farmacéuticos estaban entre los determinados como prioritarios, según explica Jorge Ordás, subdirector de Gestión de la Movilidad. Y, naturalmente, los envíos realizados de las vacunas contra la Covid-19, que también figuraban en primer orden de prioridad.