La ciudad ya no será para los coches
- La tecnología ofrece multitud de opciones para moverse por las ciudades
14 abril 2021
La movilidad tradicional basada en el concepto de vehículo en propiedad queda atrás y todo indica que el futuro reserva menos espacio para el vehículo particular. Hoy cualquier ciudadano puede moverse en coche sin ser su propietario, pues la oferta de servicios de movilidad es variada y todos están al alcance del móvil, y es que la movilidad urbana avanza hacia un nuevo modelo de servicios, donde la tecnología ofrecerá multitud de opciones para moverse en ciudades inteligentes que gestionarán vehículos y espacios de forma eficiente.
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El alquiler de coches compartidos, o carsharing, es una de las alternativas actuales al coche particular para moverse por la ciudad y diferentes empresas de vehículos compartidos operan en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga, proporcionando a sus usuarios acceso a un coche eléctrico 24 horas al día, siete días a la semana, pagando por tiempo de uso o por kilómetros recorridos. Prueba de que este servicio se ha convertido en una opción más de movilidad urbana es que la DGT lo incluyera en el Registro de Vehículos en octubre pasado.
Restricciones
Ante una realidad de saturación circulatoria y niveles de polución insostenibles, las urbes se han visto obligadas a tomar cartas en el asunto. Para desahogar sus centros urbanos, han situado aparcamientos disuasorios en sus periferias, cerca de estaciones tren, metro y bus, para facilitar el ‘salto’ del transporte privado al público.
También hay que destacar las actuaciones que en los peores días de polución, muchas ciudades (Gijón, Oviedo, Valladolid, Murcia, Cartagena...) realizan: se activan restricciones temporales a la circulación para atenuar los efectos de los altos niveles de contaminación del aire. Además, como en otras grandes capitales europeas, Madrid y Barcelona cuentan con zonas de bajas emisiones para reducir el uso de los vehículos particulares más contaminantes en sus centros urbanos: Madrid Central, desde noviembre de 2018, veta el acceso a los vehículos sin distintivo medioambiental de la DGT (ver recuadro); y la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Barcelona en su conurbación, en marcha desde el inicio de 2020. A partir de 2023, con la entrada en vigor la Ley de Cambio Climático, todas las ciudades de más de 50.000 habitantes (unas 145) deberán disponer de estas áreas libres de emisiones.
Por su parte, los fabricantes de coches han puesto en el mercado modelos adaptados al uso urbano, de tamaños y consumos reducidos. Además, las marcas llevan más de una década dedicada al desarrollo del vehículo conectado, autónomo y electrificado para dar nuevas alternativas de movilidad al usuario. Vehículos que aún deben mejorar prestaciones y precios para ser competitivos, pero que gozan de subvenciones para su compra: las últimas, una ampliación de 20 millones de euros adicionales para fondos MOVES II, aprobada por el ministerio de Transición Ecológica a principios de marzo.
La DGT creó en 2016 los distintivos ambientales, una clasificación de los vehículos según su impacto medioambiental, con cuatro categorías: Cero Emisiones, Eco, C y B y una sin distintivo para los coches más antiguos, la categoría A. Su objetivo, favorecer la circulación de los vehículos menos contaminantes y dar una herramienta eficaz a las políticas municipales de movilidad y medio ambiente. Actualmente, la DGT está consensuando con otras administraciones y los fabricantes de automóviles una revisión de estos distintivos.