¿Qué significan las nuevas señales?
- Se trata de adecuar la señalización a cambios en la movilidad, en especial en la tecnología de los vehículos
20 junio 2023
El nuevo Reglamento General de Circulación trae consigo nuevas señales, que pronto iremos viendo en calles y carreteras. Esta ‘actualización’ de la señalización cumple varios fines. El primero, y “este es un cambio sustancial –explica Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación en la Dirección General de Tráfico (DGT)– porque recoge el cambio en la movilidad de hoy”. De hecho, trata de “adecuar aspectos de la señalización, en especial algunos de mayor antigüedad, a cambios en el ámbito de la movilidad, en especial
en lo relacionado a modificaciones en cuanto a tecnología de los vehículos y otros aspectos de forma que siga manteniendo el máximo nivel como sistema semiótico garantizando la adecuada comprensión por parte de todos los usuarios para garantizar la Seguridad Vial y los desplazamientos eficientes”, explica el proyecto.
La segunda razón es responder a las peticiones de ayuntamientos y el Parlamento sobre la adecuación de la señalización del tráfico a los nuevos aspectos tecnológicos, de movilidad e igualdad de género y establecer una base homogénea ante nuevas regulaciones como las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
El tercer objetivo es lograr un procedimiento más ágil para poder actualizar los catálogos de señalización vertical y de marcas viales “para su adecuación a futuras necesidades tecnológicas, de regulación del tráfico, de seguridad vial o de otros aspectos”, especifica el proyecto.Anteriormente, aunque el catálogo de señales estaba en el Anexo del Reglamento, su significado formaba parte del texto de dicha norma, y su modificación, al estar aprobada por Real Decreto, era complicada; ahora, para dar mayor coherencia a la norma y mejorar la estructura del Catálogo, ambos (señal y significado) figuran en el Anexo. Así, para mantener “la señalización como instrumento básico para la Seguridad Vial de forma que transmita fácilmente información de interés sin generar mensajes o significados confusos”, siguiendo los principios de la Convención de Viena, pero conjugando la necesidad de “dar respuesta a las nuevas necesidades existentes, a los avances de las infraestructuras y las tecnologías” se han modificado diseños, eliminado señales o introducido nuevas, tanto verticales como circunstanciales o marcasviales. De hecho, los objetivos de esta norma incluyen: dar mayor coherencia con las definiciones y preceptos del texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial y del Reglamento General de Circulación; mejorar la comprensión y visibilidad de las señales (con nuevos elementos o aumentando su tamaño); modernizando pictogramas (ferrocarril o moto, por ejemplo); dando respuesta a las necesidades de peatones y usuarios de bicicletas; adecuando el tamaño de las señales para hacer más eficiente y sostenible su fabricación; mejorar la información de estaciones de servicio con disponibilidad de nuevos combustibles o fuentes de energía (autogás o GLP, recarga eléctrica); incluyendo señales de aparcamiento con información más específica; informando claramente sobre futuras regulaciones de tráfico y movilidad (Zonas de Bajas Emisiones); y eliminando connotaciones de género.
Unificar señales
Este cambio va a unificar todas esas señales que cada ciudad había ‘aprobado’. Esto –“que provocaba confusión”, explica Ana Blanco– debido a que cuando un responsable municipal o autonómico detectaba una necesidad de señalización no recogida en el Catálogo de Señales, ‘ideaba’ una señal y la amparaba en una norma propia, creando una babel, con diferencias en cada municipio. Hay multitud de ejemplos: las diferentes versiones de la que señala la obligación de desmontar de la bici y continuar a pie (R-420) o la de peligro por presencia de personas mayores (P-21b), con iconos diferentes en cada localidad.
Muestra del interés social por este tema son las más de 160 alegaciones y observaciones realizadas durante el período de Información Pública por ciudades, colectivos, etc. “No solo demuestran el interés, sino que han ayudado a mejorar el texto”, explica Ana Blanco. “Es fundamental, pues resulta muy enriquecedor. Debemos escuchar a colectivos, administraciones, asociaciones y a la sociedad en general. De ese proceso siempre se obtiene un documento mucho mejor que el borrador que se somete a consulta”, añade Antonio Pérez Peña, jefe del Servicio de Señalización de la Dirección General de Carreteras (MITMA).
Y, por supuesto, seguridad.
Es evidente que cualquier cambio en la señalización tiene incidencia en la mejoría de la seguridad vial. Así, el Manual de Medidas de Seguridad Vial de Elvik cita numerosos estudios sobre la importancia de la adecuada señalización y su efecto sobre la accidentalidad. Y un análisis estadounidense sobre ensayos de 20 años sitúa la señalización como la tercera mejor medida de seguridad vial en términos de coste-beneficio, tras iluminación y medidas para evitar colisiones contra postes y objetos laterales.
En 1998, un estudio del Ministerio de Fomento recogía que acondicionar la señalización reducía el riesgo de mortalidad un 39%, y que el coste se amortizaba en dos años. Cabe señalar que la señalización circunstancial con paneles de mensaje variable y otros elementos tiene una relevancia muy alta al permitir avisar de forma rápida incidencias y circunstancias peligrosas para la conducción, con un elevado ratio beneficio social /coste.
¿Para cuándo?
Desde el momento en que se apruebe el Reglamento de Circulación, la sustitución de las señales de tráfico afectadas será paulatina. “Se irán incorporando cuando se vayan haciendo nuevos tramos de vía –explica Ana Blanco (DGT)– o cuando haya necesidad de reponer las existentes”.
Como explica Antonio Pérez (MITMA), “Una vez que entre en vigor la modificación del Reglamento de Circulación, las administraciones podrán instalar las nuevas señales. No será necesario sustituir ninguna de las existentes, salvo aquellas que sea necesario por motivos de mantenimiento. Entonces, si se tratase de una señal cuyo diseño se ha modificado, se instalaría la nueva“.
En este sentido, Asociación de Fabricantes de Señales Metálicas de Tráfico (AFASEMETRA) calculó, en 2019, que en España existen “como mínimo” más de 2,3 millones de señales y 350.000 metros cuadrados de carteles de orientación “que tienen vencido el plazo de garantía de la lámina retrorreflectante” y que han dejado de cumplir correctamente con su labor.
Y el informe sobre “Necesidades de Inversión en Conservación 2021-2022”, de la Asociación Española de la Carretera (AEC), aunque concluye que “el 70% de la red viaria es segura, considerando en conjunto el estado que presenta el firme, la señalización vertical y horizontal, y los elementos de contención y balizamiento”, calcula que “es necesario renovar 100.000 señales de Código en la Red del Estado, una malla en la que 67.000 señales superan la edad de 7 años (período de garantía otorgado por los fabricantes para las láminas retrorreflectantes)”.
Esto se traduce en que, “si bien durante el día la señal se muestra en un estado de conservación adecuado, por la noche su visibilidad no está garantizada”. Reponer estas 100.000 señales costaría 36 millones de euros. Y en la red autonómica, “es preciso cambiar 260.000 señales, lo que requiere inversiones por valor de 62,5 millones de euros. En este caso, la investigación cifra en 166.000 las señales cuyo material retrorreflectante ha superado la fecha de uso recomendada”. Además, dicho informe señala que “deberían repintarse las marcas viales de 20.000 kilómetros de carreteras” (2.500 de la Red del Estado y 17.500 de vías autonómicas y diputaciones), con un coste de 43 millones de euros.
Las 20 más novedosas
Hasta 59 señales que ya existían en el anterior Catálogo sufren algún tipo de modificación en su diseño.
En muchos casos simplemente se actualiza el pictograma. Es el caso de, por ejemplo, la de “Paso a nivel sin barreras” (P-8), “Aeropuerto” (P-12), “Entrada prohibida a ciclomotores” (R-105), “Entrada prohibida a vehículos de transporte” (R-106), “Entrada prohibida a vehículos agrícolas de motor” (R-111), “Entrada prohibida a ciclos” (R-114) o “Vía reservada y obligatoria para ciclos (R-407a) y para ciclomotores” (R-407b), donde los iconos que representan al tren, avión, bicicleta, tractor o ciclomotor se han modernizado, haciendo que se parezcan más a la versiones actuales de estos vehículos.
Cuando varias señales coinciden en el mismo tramo y sus mensajes son contradictorios, ¿cuál se aplica?. Por ejemplo, ¿a quién debemos obedecer ante un semáforo en rojo si un agente da paso?
Este es el orden de prioridad entre señales:
1. Los agentes de la autoridad responsables del tráfico.
2. Señales circunstanciales y de balizamiento.
3. Semáforos.
4. Señales verticales.
5. Marcas viales.
¿Y si dos señales del mismo grupo se contradicen, dos límites de velocidad distintos, por ejemplo? En este caso, habrá que obedecer siempre a la más restrictiva.