
Comprender lo más difícil
- Del 26 de septiembre de 2024 al 31 de enero de 2025 se han realizado 1.663 exámenes adaptados a Lectura Fácil.
04 marzo 2025
El que mal entiende, mal contesta. Eso afirma Iñaki Muñoz, presidente de la Organización Internacional Dislexia y Familia (DISFAM), cuando explica cómo se enfrentan las personas con un trastorno del aprendizaje al reto de sacarse el carné de conducir. “Es como si vas a hacer un examen y las preguntas están escritas en chino. No es tanto que no te lo sepas como que al no entender lo que te preguntan vas a contestar mal”, asegura.
Según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), la capacidad de lectura de las personas con dislexia se caracteriza por la lentitud, los problemas de seguimiento visual y el déficit en la comprensión. Pero el suyo no es, ni mucho menos, el único colectivo que presenta dificultades a la hora de afrontar el estudio y superar las pruebas teóricas del permiso de conducir. Los aspirantes con bajo nivel de alfabetización, desconocimiento del idioma, discapacidad auditiva o trastorno por déficit de atención, entre otros, también tienen complicado sacarse el carné, especialmente al primer intento.
"Desde la Dirección General de Tráfico llevamos años trabajando en la implantación de diversas medidas que garanticen la accesibilidad al proceso de obtención del permiso de conducción. El objetivo es abordar las dificultades con las que se encuentran todos los colectivos y teniendo especialmente en cuenta a las personas con necesidades específicas de aprendizaje, así como a las personas con discapacidad sensorial, motora o intelectual", explica Montserrat Pérez López, subdirectora general de Formación y Educación Vial de la DGT.
Memorizar sin entender. En el año 2018 se aprobó una norma UNE (la 153101), que define cómo deben ser los documentos para que resulten accesibles a todos aquellos que sufren problemas de comprensión lectora. Esta norma de Lectura Fácil tiene en cuenta muchísimos aspectos, desde el contenido de los textos a su redacción, impresión, visualización... Es la norma que la DGT ha empleado en ese proceso para mejorar la accesibilidad al permiso B de conducir a las personas con necesidades específicas de aprendizaje.
"Este proyecto está constituido por diversas líneas de actuación: la publicación de un manual de obtención del permiso de conducción de la clase B adaptado a Lectura Fácil, porque no había ninguno en el mercado; la publicación de un diccionario que facilite la comprensión de determinados términos y la adaptación de las preguntas del examen teórico, las imágenes y la interfaz, que seguimos actualizando", resume Montserrat Pérez López.
En orden cronológico, la primera línea de actuación de este proyecto consistió en adaptar 180 preguntas del examen teórico del permiso B de conducir. Después se contactó con asociaciones que representaban a distintos colectivos con dificultades de comprensión lectora y discapacidad intelectual para que seleccionaran a candidatos susceptibles de participar en las pruebas piloto que se realizarían con esta batería de preguntas adaptadas.
“La primera de ellas tuvo lugar en Albacete, pero también se pusieron en marcha en Málaga, Salamanca y Navarra. Cada candidato participante del programa piloto debía hacer dos exámenes, uno con las preguntas estándar y otro con las adaptadas. Previamente habíamos facilitado a las asociaciones un examen tipo de 30 preguntas adaptadas para que los aspirantes supieran con qué se iban a encontrar el día de la prueba”, explica Miguel Ángel Redondo, jefe de Servicio de Sistemas de Evaluación Teórica de la DGT.
La sorpresa llegó al ver los resultados: los participantes sacaron mejores resultados en los test estándar. Al haber estudiado y entrenado con este sistema, los alumnos habían acabado memorizando unas respuestas que, en realidad, no comprendían. Quedó claro entonces que, además de adaptar los exámenes, también había que editar un manual de estudio en Lectura Fácil para formar adecuadamente a estos aspirantes a conductor.
Un reto de 400 páginas. La adaptación de un manual del permiso B la llevó a cabo la editorial Etrasa, que en cuanto se puso manos a la obra descubrió que este no iba a ser un proyecto como los demás. “Estamos acostumbrados a hacer manuales y la lucha siempre es que tengan el mejor diseño en el menor número de páginas posible. Pero muy pronto nos dimos cuenta de que en este caso íbamos a superar las 400. Supuso un reto, había que cumplir en tiempo y forma y conseguir un manual que potenciara el aprendizaje de estos alumnos, pero creo que al final lo conseguimos e incluso pudimos incluir innovaciones, como la adición de vídeos a través de códigos QR”, explica Manuel Nogales, director de Desarrollo de Etrasa.
Transformar un manual al uso en otro adaptado a Lectura Fácil rompe con la forma habitual de trabajar en edición, comenzando por el propio flujo de trabajo. Para cumplir con la norma UNE, la editorial tuvo que buscar un equipo de asesoramiento y validación externo que encontró en la Associació Lectura Fàcil. “Esta publicación era una reivindicación que nos hacían llegar las personas con discapacidad desde hacía mucho tiempo. En nuestra asociación adaptamos una gran variedad de documentos y este es uno de los que nos solicitaban año tras año. Podríamos habernos lanzado nosotros, pero necesitábamos a la DGT porque posee toda la complejidad que puede tener un texto, por la rigurosidad y la extensión”, asegura Laia Vidal, responsable de proyectos de la Associació Lectura Fàcil.
La combinación del esfuerzo de todos los participantes, incluidos los tres validadores con discapacidad que desde la Associació Lectura Fàcil chequeaban que el documento cumplía su objetivo y que era 100% comprensible, dio forma una a una a las páginas de este manual para el permiso B tan distinto a todos los demás.
“La Lectura Fácil tiene unas normas muy concretas que se deben tener en cuenta a la hora de hacer cada página y que afecta a la longitud de las líneas, el tamaño del texto, los márgenes, los espacios, el lugar donde deben ir colocadas las imágenes, el tipo de foto... no son cosas a las que estamos acostumbrados. Pero me alegro de haber podido participar en un proyecto con el que hemos abierto una ventana a un colectivo de gente muy grande”, resume Marta García Navarro, del Departamento de Diseño y Maquetación de Etrasa.
Ampliar el proyecto. Paralelamente a la labor de edición, en 2023 se inició la adaptación a Lectura Fácil de una parte importante de las preguntas del examen teórico del permiso B, 4.500 en total. El objetivo era conseguir que estuviesen disponibles para poder realizar esta prueba de forma adaptada en un periodo de dos años. Pero ACCEDES, la empresa que llevó a cabo esa adaptación avanzó a tan buen ritmo que, en septiembre de 2024, un año antes de lo previsto, ya se pudieron poner en marcha los primeros exámenes de este tipo en las aulas informatizadas de la DGT.
Gracias a este esfuerzo, desde el 26 de septiembre de 2024 y hasta el 31 de enero de 2025 ya se han realizado 1.663 exámenes de este tipo en los cuales 403 personas fueron declaradas aptas. “Esto quiere decir que no es un examen fácil, sino que es un examen en Lectura Fácil. La prueba es igual de difícil que la del resto de aspirantes, la diferencia es que gracias a este sistema las personas que hasta ahora tenían problemas de comprensión entienden lo que se les pregunta”, explica Miguel Ángel Redondo.
Para las asociaciones, es muy importante que se continúe con estas iniciativas de fomento de la accesibilidad y que no sólo se adapten nuevos manuales y exámenes de otros tipos de permisos, sino que esas adaptaciones lleguen a la sede electrónica de los organismos públicos y a los propios trámites. Aunque de momento lo que ya se ha hecho ha tenido sus frutos: “Uno de los chicos que hizo la validación del manual, aprobó el teórico y ahora está intentado sacarse el práctico. Es el mejor control de calidad que existe”, resume Laia Vidal.
Si se desea acceder al examen teórico en Lectura Fácil los aspirantes deben comunicarlo antes de la fecha de examen. Dicha solicitud se realiza desde la autoescuela a través del sistema informático AUES donde está incluida la opción de elegir el sistema de Lectura Fácil. Al dar de alta la solicitud, el sistema informático genera un cuestionario personalizado para cada aspirante y tiene en cuenta la opción que este ha escogido. Esto implica que no existe la opción de solicitar este tipo de examen en el aula el día del examen, sino que hay que pedirlo antes, o bien en la autoescuela o bien a través de la Jefatura de Tráfico si se presenta por libre.
El Manual adaptado a Lectura Fácil se puede descargar de forma gratuita en formato digital interactivo, en en la web de la DGT en la misma página donde se pueden consultar otros avances de la DGT en accesibilidad;
y en la Sede Electrónica del Gobierno de España, en el apartado dedicado a los permisos de conducción.
Además, también es posible descargar un diccionario ilustrado interactivo en Lectura Fácil que recoge todos aquellos términos técnicos del manual que no han podido ser adaptados.