Benzodiacepinas y conducción: la punta del iceberg
- Aparecen en el 53% de las autopsias de las víctimas de siniestros viales que dan positivo en psicofármacos.
17 diciembre 2024
Las benzodiacepinas son una familia de fármacos incluidos dentro de los llamados hipnosedantes. Como nos recuerda la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, “su uso sólo está indicado en crisis de ansiedad cuando es necesario el control de los síntomas, o en casos de insomnio grave, si este interfiere con la vida cotidiana. Incluso entonces, no deben emplearse durante más de 2-4 semanas”.
Contrariamente a estas indicaciones, en España las benzodiacepinas se están consumiendo de forma que poco o nada tienen que ver con estas indicaciones, “entre otros factores porque con bastante frecuencia ese consumo se hace sin prescripción médica, lo que no sólo no es una buena práctica sino que además no es legal”, explica Juan Carlos González Luque, Coordinador de Programas de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) atribuye a España ser uno de los líderes en consumo de estas sustancias. En su informe de 2022 situaba a nuestro país como el primer consumidor mundial de diazepam (la tercera benzodiacepina más empleada en el mundo), un dato que corroboró la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del Ministerio de Sanidad al notificar un incremento en su ingesta del 110%.
Esas cifras tienen consecuencias y algunas de ellas se dejan ver en las carreteras. En el XIX Foro Contra la Violencia Vial el teniente coronel Antonio Hidalgo Romero, de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, apuntó que los conductores que circulan bajo su efecto podrían encontrarse “tras muchos de los siniestros que acabamos catalogando como distracciones”.
La propia Memoria de hallazgos toxicológicos en víctimas de accidentes de tráfico realizada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses muestra que su presencia ha aumentado en las autopsias efectuadas a las víctimas de los siniestros de tráfico de 2023, apareciendo en el 53% de los fallecidos que dieron positivo a psicofármacos.
Uno de los factores que han posibilitado la proliferación de estos fármacos en el día a día de los españoles es la escasa conciencia que se tiene sobre sus efectos adversos y posibles complicaciones. “La percepción del riesgo, especialmente en las personas que consumen benzodiacepinas sin prescripción médica, es muy baja. Apenas un 20% tienen conciencia de cómo afectan a sus actividades diarias”, asegura Juan Carlos González.
VA A MÁS. La idea popular de que las “benzos” son tan efectivas como inocuas ha posibilitado su salto de un uso médico a otro más peligroso, sin control e incluso asociado a contextos hasta ahora nunca vistos, como es el de los jóvenes y el ocio. En la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias de España (Estudes 2023) los hipnosedantes (con o sin receta) aparecen reflejados como la cuarta droga de mayor prevalencia entre este segmento de la población. Además, el 19,6% de los estudiantes asegura haberlos tomado en algún momento de su vida.
“Nos preocupa porque el uso es cada vez más precoz, más frecuente y en muchos casos, está asociado a otros, como el del alcohol o el cannabis. En entornos universitarios se observan unas frecuencias de consumo de hasta un 20%, lo que está por encima de lo que teníamos registrado en la gente de esta edad hasta ahora. Por ello hay que insistir en el mensaje de que son un fármaco serio. Para hacernos una idea, las benzodiacepinas son la tercera medicación en protagonizar ingresos en urgencias hospitalarias, lo cual significa que se llega al hospital en una situación aguda con complicaciones que pueden llevar a la muerte”, expone Juan Carlos González.
Los riesgos relacionados al consumo de benzodiacepinas y la conducción de vehículos también se han estudiado a menudo y hoy se considera que ponerse al volante bajo su efecto puede duplicar el riesgo de sufrir un siniestro vial. Un metaanálisis de 21 investigaciones sobre sus efectos de la Facultad de Psicología de Newcastle (Australia) las asoció con un aumento del 60% al 80% del riesgo de sufrir accidentes de tráfico y un incremento del 40% del riesgo de ser responsables de esos accidentes.
ALTO RIESGO. En España, los estudios se encuentran en línea con esas conclusiones. Por ejemplo la 'Guía sobre el Tratamiento con Benzodiacepinas y Conducción' de la Fundación Mapfre ya considera a esta familia de fármacos como la más relacionada con siniestros viales. El motivo es que aunque su efecto farmacológico, aparentemente, dura pocas horas, la realidad es que su influencia continúa tiempo después de haberlas consumido. El diazepam, por ejemplo, se suele prescribir cada 12 horas a pesar de que su vida media alcanza las 48 h.
Entre las afectaciones que provocan en la conducción se encuentra que pueden producir alteraciones psicomotrices y del estado de alerta, afectar a la capacidad para establecer distancias en movimiento y realizar adecuadamente las maniobras de frenado, aceleración y dirección de un vehículo. También pueden producir somnolencia, disminuir la atención, la concentración y la función motora, incluso si se toman en dosis terapéuticas. Una combinación de efectos que puede resultar fatal si se produce al conducir.
Consejo 1. No automedicarse nunca.
Consejo 2. Utilizar las dosis prescritas y de la manera que indica el médico.
Consejo 3. Explicar al médico nuestros hábitos para que pueda escoger el fármaco cuyos efectos interfieran menos con el horario de conducción habitual.
Consejo 4. No incrementar nunca las dosis por nuestra cuenta.
Consejo 5. Evitar conducir durante los 6-8 días al inicio del tratamiento, si el médico ha cambiado la medicación o si ha variado la dosis habitual.
Consejo 6. Jamás combinar benzodiacepinas con alcohol.
Consejo 7. Si se está cansado y se toman benzodiacepinas, evitar conducir.
Consejo 8. Cuidado con la polimedicación. Si se toman varios fármacos a la vez se eleva el riesgo de interacciones y efectos adversos.
Consejo 9. Buscar tratamiento no farmacológico siempre que sea posible.
Consejo 10. Todos estos consejos son especialmente importantes en el caso de las personas mayores.
Son los medicamentos tranquilizantes o inductores del sueño más utilizados. Se absorben rápidamente por vía oral alcanzando un pico de acción entre la media y las dos horas después de su ingesta, pero la mayoría continúan ejerciendo sus efectos bastante tiempo después.
Fuente: Informe ‘Uso de benzodiacepinas en España 1996-2006’ y Boletín Farmacoterapéutico Castilla-La Mancha.