Precaución: vehículos pesados
- Si prevé que el adelantamiento va a ser peligroso, no lo intente y espere al momento oportuno.
20 abril 2021
En ciertas ocasiones, ya sea en carretera o en ciudad, cuando circulamos cerca de vehículos grandes –furgonetas, camiones, vehículos articulados, autobuses...– las cosas pueden complicarse y nuestra seguridad verse comprometida. Por su gran volumen, estos vehículos pueden dificultar nuestra visión cuando estamos demasiado cerca, cuando llueve, cuando la calzada está mojada, o complicarnos maniobras sencillas como un giro o un cambio de carril. Por eso, en momentos así, es necesario anticiparse al peligro y adoptar ciertas precauciones especiales que no necesitaríamos al compartir la vía con vehículos más pequeños. A continuación, analizamos seis situaciones y le damos las claves para reducir cualquier riesgo.
1. Distancia de seguridad
Los vehículos pesados necesitan más espacio y tiempo para frenar, especialmente si van cargados. Por tanto, una separación frontal adecuada a la velocidad y a las condiciones de la vía es una medida fundamental para contrarrestar las diferencias de velocidad respecto a un vehículo pesado y minimizar el riesgo de alcance, por ejemplo en carreteras de montaña, en frenadas de emergencia, en un atasco o en giros lentos.
2. Mayores ángulos muertos
Por su tamaño, los vehículos pesados tienen más puntos ciegos que los turismos. En maniobras como adelantamientos o cambios de carril, compruebe que su conductor le ha visto, en especial si conduce una moto o una bici. Y siempre que sea posible, advierta de su presencia con un cambio de luces o un toque de claxon.
3. Con lluvia, menos visibilidad
Con mucha lluvia o con el asfalto encharcado, circular tras un vehículo pesado puede ser muy incómodo, incluso peligroso, pues el spray de agua que levanta y proyecta hacia los lados puede dificultar considerablemente la visión. Cuando necesite adelantar a un camión en estas condiciones, acelere el barrido de los limpiaparabrisas al comienzo de la maniobra, mantenga la dirección firme y el vehículo dentro de su carril durante la maniobra. Si prevé que el adelantamiento va a ser peligroso –en una carretera de doble sentido por ejemplo–, no lo intente y espere al momento oportuno detrás del camión, a una distancia prudente.
4. Adelantamientos complicados
Detrás de un camión la visibilidad es siempre menor. En un adelantamiento, en especial en calzadas de doble sentido, evite acecarse demasiado a él para mantener un campo de visión amplio. Asimismo, tenga en cuenta la longitud del vehículo para poder calcular correctamente el tiempo necesario ocupando el carril contrario y la distancia total para completar la maniobra. Regrese al carril derecho cuando vea al camión por su retrovisor interior, manteniendo una distancia de seguridad suficiente hacia atrás para no molestarle. Y en condiciones de mucho viento, cuidado con el ‘efecto pantalla’ y el golpe de aire justo después de rebasarlo.
5. Más espacio en los giros...
Una situación frecuente en ciudad es que los autobuses y los camiones necesiten ‘abrirse’ y ocupar más de un carril para realizar un giro. En estos casos, prevea la posible invasión de su carril y permita que termine la maniobra, manteniéndose detrás sin ocupar su espacio.
6 ...y en las glorietas
En las glorietas pequeñas, un camión, por su gran longitud, puede verse obligado a ocupar más de un carril en la circulación giratoria. Como en el caso 5, debe observar y prever esta situación, cediendo el espacio vital para circular con fluidez.