Una plaza a la puerta de cada escuela
- Entre otras actuaciones en los entornos escolares, se incluye la limitación de la velocidad a 20 km/h y la creación de espacios limitados con pintura de color naranja
15 enero 2020
La escuela Grèvol, en el distrito de Sant Martí, ha sido el escenario elegido para presentar el programa “Protegemos las escuelas”, una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona para generar entornos seguros y confortables alrededor de los centros educativos. Hasta el año 2023, se prevén actuaciones en 200 colegios, un tercio del total de las escuelas de la Ciudad Condal.
Señales, semáforos y barandillas
A partir de ahora, las escuelas de Barcelona estarán señalizadas con zonas pintadas de naranja y una señal horizontal indicará a los conductores que se acercan a un entorno escolar. Además, en las calles cercanas a se limitará la velocidad a 20 km/h. Se colocarán señales verticales y horizontales, radares informativos y semáforos y, también, elementos de seguridad como barandillas y pilonas.
Asimismo, se reducirá el espacio destinado a los vehículos, ya que se suprimirán carriles de circulación y plazas de aparcamiento. Ese espacio será para las familias que acompañan y esperan a los escolares a la entrada y salida del colegio. Además, se quiere crear un programa de voluntarios para regular el tráfico en los alrededores de los centros. Todas estas actuaciones permitirán a cada escuela de Barcelona tener a sus puertas una plaza, con vegetación y sombras, espcio que en ningún caso será inferior a una circunferencia de 10 metros de diámetro.
Coordinación
El programa se desarrollará de forma coordinada con los distritos afectados y también con las áreas municipales implicadas (Modelo Urbano, Educación, Guardia Urbana y Movilidad). Para ello, se creará una mesa con representantes municipales, sociales y educativos, que analizará las necesidades de cada escuela y dará prioridad a los centros con niños de entre 0 y 12 años, con más contaminación acústica y atmosférica, mayor inseguridad viaria y mayor número de alumnos.
Según las previsiones, hasta el año 2023, se actuará sobre 200 centros educativos. En el año 2020, se quiere intervenir en 20 colegios; en 2021, serán 35; en 2022, otros 35, y terminará la legislatura en el año 2023 actuando sobre otras 30 escuelas. El presupuesto total para este programa es de 10 millones de euros.
Además, hay que añadir 80 centros educativos más en los que se desarrollarán otras estrategias de transformación, como son las supermanzanas y los Planes de Barrio.
Fue precisamente a las puertas de la escuela Grèvol donde el pasado octubre un menor de 5 años murió atropellado por una motocicleta. Esta tragedia aceleró los planes del Ayuntamiento de la Ciudad Condal para poner en marcha este programa con el que se quiere proteger a los escolares.
Tras la remodelación urbanística, la escuela Grèvol cuenta ahora con un espacio de 280 metros cuadrados, con bancos y jardines y protegido por una barandilla. Además, se ha limitado la circulación a un carril y otro más para aparcamiento y se han peatonalizado en parte dos calles. También se han instalado unos radares que informan cuando un vehículo supera el límite de 20 km/h.
Según ha explicado la propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el objetivo del programa es “proteger lo más valioso que hay, que son nuestros niños y niñas. Protegerlos de la contaminación, del ruido y protegerlos, también, de la inseguridad y tener coches muy cerca de una escuela genera situaciones de inseguridad”.
A partir de ahora, ha apuntado Colau, las escuelas de Barcelona “se van a ver”, para que “nadie diga que no era consciente de que estaba cerca de una escuela”. “¿Qué ciudad construimos si somos capaces de ver señales por todos lados indicando aparcamientos, pero sin que haya señales que nos indiquen que estamos cerca de una escuela?”, se ha preguntado la alcaldesa de Barcelona.