Al volante, no pierda detalle
- Mantener la vista a una cierta distancia anticipa una información muy valiosa para adaptar la conducción.
09 febrero 2021
Dominar la observación es la clave número uno de la conducción preventiva: un conductor observador siempre tendrá ventaja a la hora de anticiparse a imprevistos.
Atención
Observar correctamente requiere dejar de lado cualquier distracción que impida concentrarse en la conducción.
Durante la marcha, mantener la vista a una cierta distancia anticipa una información muy valiosa para adaptar la conducción.
Además, la observación debe complementarse con una distancia de seguridad adecuada entre vehículos.
Retrovisores
El uso de los espejos retrovisores es básico para saber qué ocurre a nuestro alrededor. Las miradas a los espejos deben ser breves pero frecuentes, más en vías muy transitadas.
Y cuidado con los ángulos muertos: puede disminuirlos girando ligeramente la cabeza. Y también con la ayuda de asistentes electrónicos si su vehículo los tiene (ver recuadro).
A continuación, seis situaciones en las que una adecuada observación marca la diferencia:
1. Adelantamientos
Observe hacia delante (vital en vías de doble sentido) y hacia atrás por los retrovisores interior e izquierdo. Vuelva a la derecha cuando vea al vehículo adelantado por los espejos derecho e interior, para mantener la separación adecuada.
2. Incorporaciones
En los cambios de carril y las incorporaciones a otra vía, es necesario observar para asegurarse de no hay otros vehículos donde queremos desplazarnos. Los ángulos muertos pueden complicar estas maniobras, vigílelos girando ligeramente la cabeza.
3. Glorietas
Cuando circule por el carril exterior de una plaza circular, vigile el retrovisor izquierdo si algún vehículo se aproxima por ese lado: si un conductor intenta cruzarse desde el interior –antirreglamentariamente– podrá anticiparse a una colisión.
4. Intersecciones complicadas
En las intersecciones señalizadas con Stop o semáforos detenga siempre el vehículo y observe si otros vehículos se aproximan, para ceder el paso. En los giros observar además que nadie viene de frente y que no hay peatones u otros usuarios cruzando la vía.
5. Pasos para peatones
En la aproximación a un paso para peatones, haga un barrido visual de lado a lado varias veces. En el caso de que un obstáculo le impida ver bien, aminore la marcha y pase a una velocidad sin riesgo de atropello.
6. Salir del coche
Ya sea conductor o pasajero, recuerde: en el momento de salir del vehículo en una calle, antes de abrir una puerta del lado de la calzada, gírese hacia atrás para comprobar que no se aproximan vehículos, ciclistas o peatones.
Las cámaras y los radares son componentes vitales que utilizan muchos asistentes a la conducción, con múltiples funciones para que el conductor reciba información sobre qué ocurre fuera del vehículo, incluso aunque no pueda verlo directamente.
• Cámaras delanteras. Instaladas en el parabrisas y en la rejilla delantera, aportan información a multitud de sistemas: detectan objetos y determinan su distancia, también la presencia de peatones y ciclistas, reconocen espacios vacíos y reconocen señales de tráfico y marcas viales.
• Cámaras traseras. Dan al conductor una visión del espacio detrás del vehículo en maniobras con marcha atrás, principalmente estacionamientos.
• Detectores de ángulo muerto. Cámaras o sensores de ultrasonidos en los laterales del vehículo detectan la presencia de otros vehículos y alertan al conductor para evitar posibles colisiones en giros, cambios de carril e incorporaciones.