
8 errores peligrosos en moto
- “El motorista debe aprender a frenar de forma adecuada a cada situación. No es lo mismo frenar en rectas que en curvas, sobre un firme seco o mojado, en ciudad o en carretera”, Miguel Ángel Sánchez. DGT
15 octubre 2025
La moto es un vehículo ágil y práctico que en ocasiones cobra muy caras las equivocaciones y no concede una segunda oportunidad. Analizamos algunos de los errores más habituales de los motoristas y sus consecuencias.
1. No usar las protecciones adecuadas
Circular en motocicleta sin la equipación apropiada aumenta el riesgo de sufrir lesiones graves en caídas o accidentes -heridas abiertas, fracturas…- e incluso lesiones mortales en la cabeza: en 2024, más del 10 % de los motoristas fallecidos en vías urbanas no llevaban casco en el momento del siniestro.
“Las lesiones en las manos y los pies son las más habituales cuando se produce una caída en moto, incluso a bajas velocidades, y pueden resultar muy graves sin chaquetas, pantalones, guantes o botas adecuados que protejan de abrasiones”, puntualiza Miguel Ángel Sánchez, coordinador especialista en Formación de Conductores de la DGT.
2. No respetar las normas
Ya lo sabemos: las normas de tráfico garantizan la seguridad de la circulación en las vías, por eso es fundamental que todos lo usuarios las conozcan.
“Respetar los límites de velocidad en calles y carreteras, las señales verticales y los semáforos, las prioridades de paso para peatones y en los cambios de carril, usar el casco protector y el resto del equipo reduce el riesgo de tener un accidente”, explica Sánchez.
3. Revisiones y mantenimiento inadecuado
Para poder circular de forma segura es condición imprescindible pasar las revisiones periódicas y hacer un mantenimiento adecuado a la moto pues, un vehículo en malas condiciones -especialmente una motocicleta- es sinónimo de comenzar a circular con mal pie.
Mantener de forma inadecuada los neumáticos, los frenos o la suspensión puede comprometer la estabilidad, provocar fallos de control, alargar frenadas y aumentar el riesgo de siniestro.
“El mantenimiento de la moto es esencial para circular seguro, especialmente en curvas y en condiciones de mal tiempo y lluvia”, afirma Sánchez. “También en la circulación urbana, donde las motocicletas tipo escúter, de ruedas más pequeñas, necesitan circular con una presión de aire adecuada para maniobrar y frenar en espacios reducidos”.
4. Conducir a altas velocidades
La velocidad excesiva en moto (como en cualquier otro vehículo) es un factor de riesgo porque exige más espacio para frenar y reduce el tiempo para maniobrar en caso de imprevisto. También hace que sea más difícil controlar la motocicleta, especialmente en curvas o con asfalto mojado y aumenta la gravedad de las lesiones.
“La carretera no es un circuito, ni los conductores pilotos de competición. Sencillamente, no estamos preparados para las altas velocidades en las carreteras. De hecho, cada conductor debe conocer su velocidad de circulación segura en función de su experiencia y preparación y adaptarse a ella en cada situación”, afirma Sánchez.
5. Llegar a las curvas mal preparado
Para trazar una curva de forma segura, el motorista necesita una combinación de técnica, control y -muy importante-, anticipación. También es necesario situarse correctamente en la carretera antes de entrar en una curva (en el borde derecho en curvas a izquierda, junto al eje central en curvas a derecha), teniendo en cuenta la dirección y la inclinación de la misma:
“Las curvas en moto exigen un ‘trabajo previo’ al motorista. Antes de entrar en una hay que reducir y ajustar la velocidad a las condiciones -de la vía y del tráfico- y saber qué trayectoria va a seguir, por dónde va a entrar y por dónde va a salir”, señala el especialista en Formación.
6. Frenar incorrectamente
Una técnica de frenada adecuada es quizás una de las habilidades más importantes que el motorista debe adquirir sobre las dos ruedas. Por ejemplo, a la hora de trazar curvas en carretera, los especialistas recomiendan no hacer uso del freno delantero cuando la moto está inclinada, ya que en ese momento se reduce la superficie de contacto del neumático con el asfalto y una frenada puede provocar la caída.
“El motorista debe aprender a frenar de forma adecuada a cada situación. No es lo mismo frenar en rectas que en curvas, sobre un firme seco o mojado, en ciudad o en carretera”, apunta Miguel Ángel Sánchez.
No obstante, las ayudas electrónicas para la frenada (como el ABS) que equipan las motos actuales contribuyen a reducir considerablemente el riesgo y a compensar posibles fallos del motorista en este tipo de situaciones.
7. Conducir entre carriles
Hacer zigzag entre vehículos es una forma de circular frecuente de los motoristas, especialmente en vías urbanas. Además, de ser una maniobra antirreglamentaria, es un comportamiento agresivo que causa molestias y estrés a los demás conductores. Y, por supuesto, hace la circulación menos segura ya que aumenta el riesgo de accidente:
“Cambiar constantemente de un carril a otro para avanzar más rápidamente provoca frenadas bruscas que pueden causar colisiones entre vehículos. Lo reglamentario y recomendable cuando circulamos en moto es mantener la posición en el centro de nuestro carril, a una velocidad constante y evitar cambios bruscos de dirección”, afirma Sánchez.
8. Fijar la vista en la rueda delantera
Durante la conducción de una moto -en cualquier vehículo en realidad- es crucial mantener una visión amplia, al frente, estar continuamente pendiente del entorno y evitar cualquier distracción. Además, una visión clara y amplia de lo que hay a nuestro alrededor nos permite controlar en todo momento la situación de vehículos, usuarios, obstáculos o desperfectos peligrosos en la vía y anticiparse a situaciones complicadas.
Uno de los errores frecuentes en moto es limitar el campo de visión a unos metros delante de la moto, ya que fijar la vista en un punto puede hacer que las situaciones de la circulación y los cambios en el tráfico pasen inadvertidos para el motorista:
“Fijar la vista en nuestra rueda delantera puede ser peligroso porque limitamos nuestra propia capacidad de reacción, anticipación y maniobra”, explican los especialistas en Formación de Conductores de la DGT.