Cuando el camino es la educación
- Este tipo de talleres comenzaron hace unos siete años y ya han participado unos 50 menores con medidas extrajudiciales
31 enero 2020
Son menores, entre 14 y 18 años, que han cometido un delito menor y donde existe una denuncia. En el caso de la seguridad vial, por ejemplo, es posible que hayan viajado en moto sin casco o conducido un vehículo sin carné. Si ellos reconocen los hechos, muestran signos de arrepentimiento y deseo de reparar el daño, la Fiscalía envía el caso a la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, que tiene un programa con medidas extrajudiciales.
Este es el escenario de los talleres que coordinan desde hace casi siete la Asociación Sistema (centrada en la intervención socioeducativa y la terapia familiar) y la Jefatura Provincial de Tráfico de Guadalajara. En el caso de los talleres sobre educación vial (han cometido un delito relacionado con la carretera), el objetivo es educar y concienciar a los menores para que aprendan a convivir en las vías con seguridad, además de prevenir conductas de riesgo en relación con el tráfico.
Para ello, se tratan temas relacionados con los sistemas de seguridad vial, tanto activa como pasiva, los factores que intervienen y las causas de los accidentes. En general, se fomenta una movilidad segura y sostenible.
Sesiones dinámicas e individualizadas
Los talleres constan de 5 o 6 sesiones (10 o 15 horas en total, dependiendo del número de asistentes), y están pensados de forma participativa y dinámica. Muy importante: se diseñan de forma individualizada y dependiendo del delito que ha cometido el menor.
Durante esas jornadas, se establecen diferentes dinámicas, todas ellas enfocadas a la concienciación en materia de seguridad vial. Se abren debates, se visualizan vídeos que muestran las consecuencias de los accidentes de tráfico y se utilizan gafas que simulan cómo se siente una persona tras haber bebido alcohol o consumido drogas. La última de estas sesiones relacionadas con la seguridad vial tuvo lugar el pasado 22 de enero. Desde que comenzaron los talleres, han pasado por ellos unos 50 jóvenes.
Teresa Marina Mateo, psicóloga de la Asociación Sistema a cargo de los talleres (junto con la coordinadora de Seguridad Vial de la Jefatura Provincial de Tráfico de Guadalajara, Silvia Gómez), nos explica que el objetivo de los talleres es que estos jóvenes tomen conciencia de lo peligroso que es no respetar las normas de tráfico. También se les ayuda a tomar decisiones. Entre otras cosas, se les plantean situaciones concretas: por ejemplo, qué harían si, una noche de fiesta, un amigo suyo decide conducir después de haber bebido. ¿Se montarían con él en el coche? ¿Avisarían a su familia?
Mateo señala que los talleres están siendo muy útiles: los jóvenes acaban contentos, porque les aclaran muchas dudas, y también concienciados de las consecuencias que tienen las imprudencias al volante. En su opinión, es importante “intervenir en los momentos de mayor vulnerabilidad de los menores o bien en aquellos momentos en los que hayan cometido alguno delito relacionada con la seguridad vial”.
La última sesión de los talleres es una visita a la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla La Mancha (ADACE-CLM). Allí los menores ven directamente las consecuencias que tiene un daño cerebral.
Para ello, se organiza un encuentro con personas que han sufrido una lesión en el cerebro tras un accidente de tráfico. Vidas truncadas en muchos casos por una imprudencia. “Esto les impacta muchísimo”, comenta Teresa Marina Mateo. “No sabemos si fue casualidad o no –añade-, pero durante una de las sesiones un chico llegó a marearse y tuvo que venir una ambulancia. Es duro”.
Tras la visita a ADACE-CLM, se realiza una entrevista final con el menor para hacer una última valoración para comprobar si se han conseguido los objetivos marcados. Dicha valoración se envía a la Consejería de Bienestar Social y si se han alcanzado las metas fijadas, queda archivado el expediente del menor.