El valor del ejemplo
- El ejemplo es el valor de mayor peso educativo y su influencia suma fuerzas para el rechazo a conductas de riesgo
29 junio 2018
Existe preocupación social por el consumo de drogas y otras sustancias psicoactivas. El consumo de drogas es un tema complejo, con fuerte presencia y visibilidad social, y con tentáculos que pueden alcanzar a cualquiera: consumos experimentales (la curiosidad), ocasionales (respuesta a la presión del grupo, exhibicionismos...), habituales y/o compulsivos (los más preocupantes en adolescentes y jóvenes)… La preocupación afecta a las familias, pero también a educadores, usuarios de las vías… Todos hemos oído, visto o leído noticias de la excesiva presencia de sustancias halladas en los conductores en los controles preventivos que se realizan o en encuestas y muestreos científicos. Se ha hablado mucho de la necesidad de impregnar la educación con valores sociales –igualdad, respeto, tolerancia, empatía, solidaridad…–, sin embargo la carga abstracta de los mismos dificulta la comunicación y transmisión didácticade sus posibilidades, bondades y beneficios.
Tal vez un contexto actual y preocupante como la prevención de consumos de sustancias psicoactivas, en general y asociados a la conducción y a la seguridad vial, nos permita concretar y transmitir la necesidad de la educación en valores en los diferentes ámbitos.
¿QUÉ HACER?
• En el ámbito familiar
Admitir y afrontar sin dramas los problemas y conflictos que genera la educación familiar como parte del proceso evolutivo para la transición al mundo adulto. Esta aceptación es el primer paso para la búsqueda de soluciones. Identificar y admitir el riesgo es un ejercicio de responsabilidad, empatía y solidaridad con otras generaciones que recorren un camino ya conocido para los adultos.
• En el ámbito escolar
Afrontar estos temas con naturalidad y transparencia en el aula y facilitar la información necesaria para identificar el problema y sus riesgos. Es importante hacer partícipes a las familias en intervenciones informativo/formativas por el profesorado, dirección del centro y/o expertos, y vestir de normalidad la prevención, la preocupación y la necesidad de afrontar, conocer y tratar esta posibilidad sin que medien la ansiedad por la aparición de síntomas o signos de sospecha; eso sí, el riesgo no hay que buscarlo enentornos remotos y delictivos: es en el día a día donde aparecen con mayor frecuencia.