"La ira reduce al 30% la capacidad de reacción"
- La gente ignora que es agresiva cuando conduce y qué situaciones provoca esa agresividad
27 febrero 2014
-¿Las emociones influyen en la conducción?
Las emociones inundan nuestra vida cotidiana desde que nos levantamos, y las horas que pasamos en nuestro vehículo no son ajenas a ellas. Si estamos decaídos o tristes nos influirá, al igual que si estamos muy excitados o nerviosos, deteriorando nuestra eficacia en la conducción.
-¿La ira o la agresividad son de las emociones que más pueden alterar a los conductores?
La ira y las emociones vinculadas con la agresión son de una alta intensidad emocional y disminuyen el rendimiento y la capacidad de reacción del conductor en más de un 30%. En este sentido son emociones muy peligrosas para la conducción.
-¿Es posible aprender a controlar las emociones?
Las emociones se pueden aprender a regular y controlar. Algunas sugerencias para que sea más fácil gestionarlas: Trata de identificar en qué situaciones y en qué grado me pongo agresivo. Es el primer paso, la gente no sabe que es agresiva cuando conduce y en qué situaciones le ocurre. ¿Qué me enfada del tráfico? Los atascos, las personas que conducen muy lento, los conductores que se saltan las normas, los que se pegan muy cerca de mi coche... Reduce al absurdo la situación que te ha enfado con humor. Por ejemplo, en un atasco, imaginar un decreto que prohíba conducir a quien no nos guste. La risa y el humor son incompatibles con la ira y podemos generar una emoción positiva centrada en el humor, que nos haga darnos cuenta de lo pueril de nuestra reacción. Espera unos segundos para reaccionar. Un buen truco es controlar la respiración: intenta hacerla más calmada y profunda, más abdominal. Relativiza la situación comparándola con otras peores. Con ello se consigue disminuir la intensidad de la ira. Combate la ira con empatía. Intenta comprender a la otra persona y los motivos que le han podido obligar a hacer lo que te ha molestado tanto.
-¿Cree que si fuéramos capaces de controlarnos al volante, mejoraría la seguridad vial?
Totalmente convencido. Tendríamos una conducción más segura, más cívica y más agradable si fuéramos conductores emocionalmente inteligentes. Tenemos que introducir la educación de las emociones en el sistema educativo lo antes posible para que los futuros conductores sepan gestionar sus emociones en situaciones complicadas.