“Los coches autónomos reducirán la accidentalidad”
- "Vamos por buen camino, aunque a veces parece que estemos haciendo una parada de descanso en lugar de continuar adelante"
26 enero 2017
¿Cuántos años lleva dedicado a la seguridad vial?
Alrededor de cuarenta: cuando tenía seis, me atropelló una moto por cruzar un semáforo en rojo. Profesionalmente, desde hace ya veintidós años.
¿Y vamos por el buen camino?
Sí. Aunque a veces parece que estemos haciendo una parada de descanso en lugar de continuar adelante.
¿Muchas asignaturas pendientes?
Al menos 11.184: el número de fallecidos y heridos graves en 2015.
¿Las tres causas más importantes por las que ha bajado la accidentalidad?
Mejor control de infracciones de velocidad, alcohol y cinturones; mejor tecnología (en vehículos y vías) y mejores conductores (más educación vial, permiso por puntos...).
¿Y en qué tres habría que poner más énfasis ahora?
Aún mejor control de infracciones de velocidad, alcohol (y drogas) y cinturones; mejor tecnología (en vehículos y vías) y mejores conductores (más educación vial, permiso por puntos...).
Nuevas tecnologías: ¿son vitales para bajar la siniestralidad?
Así es. Hay nuevos sistemas que evitan la gran mayoría de los accidentes. Están ahí, pero hace falta que todos los vehículos dispongan de ellas.
¿Qué sistemas serán vitales para reducir las cifras de muertos?
Los de detección de colisiones con frenado automático, las alertas de cambio de carril involuntario, los asistentes de velocidad inteligente y los detectores de distracciones.
¿Entiende a los conductores que envían WhatsApp al volante?
No más que haya quien conduce leyendo el periódico. No hay palabras para describir la peligrosidad de esa acción y el desprecio que supone para el resto de usuarios de las vías.
¿La telefonía en la conducción es el nuevo “cáncer” de la carretera?
Tendríamos que hablar en serio de cómo evitar su uso indebido por parte de los conductores. Sí.
¿Peor el alcohol o las drogas contra la accidentalidad?
Difícil elección. Diría que las drogas; sobre todo, porque aún desconocemos la magnitud real del problema y apenas estamos iniciando la acción contra ellas. Pero el alcohol sigue siendo un problema de mayor magnitud.
El factor humano, ¿es todavía fundamental para reducir accidentes?
Por supuesto. Es alfa y omega. Conducir con seguridad y peligrosamente es a menudo una decisión personal. Debemos optar, por ejemplo con tecnología, por minimizar las consecuencias de nuestros errores.
¿Aumentaría la velocidad en autovías y autopistas?
No. Todavía no está demostrado que no vaya a producir un aumento en la siniestralidad. En todo caso, habría que comenzar con una experiencia piloto de alcance limitado.
¿Le gusta la llegada de los coches autónomos?
Mucho, porque creo que va a suponer a largo plazo la solución a una gran mayoría de los conflictos de tráfico.
¿Reducirán la accidentalidad?
Estoy convencido. Aunque también van a presentar retos como la coexistencia con coches “manuales” o la delegación de responsabilidad en situaciones críticas, los sistemas de ayuda a la conducción tienen efectividades muy notables y demostradas.