"Me he tratado a mí mismo de asesino"

02 abril 2019

Su accidente ocurrió en 2010, cuando tenía 21 años, en una carretera secundaria entre pueblos. “Eran las 6 de la mañana. Un amigo y yo volvíamos de fiesta. Aceleré en una curva y me fui al carril contrario. Choqué de frente contra otro coche”, explica Carlos, reconociendo que, “cuando tomas unas copas, conducir ya no es lo mismo”.
Carlos sufrió lesiones muy graves, casi perdió una pierna. Pero su amigo, que iba sentado de copiloto, recibió un golpe muy fuerte en el pecho y falleció. Ninguno llevaba puesto el cinturón de seguridad. El conductor contrario también sufrió lesiones pero sobrevivió. “Me desperté en el hospital. No sabía qué había pasado. Me lo contaron todo. Estuve ingresado durante meses y después necesité dos años de recuperación”, nos explica Carlos.
En el juicio fue dictada sentencia de prisión y pérdida del permiso con prohibición de conducir durante cuatro años. “Estuve dos años y medio en la cárcel. Salí en marzo pasado y he empezado a trabajar. Intento rehacer mi vida y llevar lo que hice lo mejor posible”.
Hoy día, Carlos asegura que todo ha cambiado, incluido él mismo: “Después del accidente piensas de otra manera. Es una experiencia que no deseo a nadie. Durante mucho tiempo me he tratado a mí mismo de asesino, no podía salir de mi casa por lo mal que me sentía. Pero no soy ningún asesino. Cometí un error. Yo no tenía intención de matar a nadie, pero por mi imprudencia falleció alguien”.
En su reintegración a la vida cotidiana, Carlos ha necesitado ayuda de un psicólogo. “Aceptar lo que has hecho es muy difícil”, asegura. Y ha colaborado en una campaña de concienciación, dirigida a la gente joven, explicando su terrible experiencia: “He hecho daño e intento hacer algo bueno para ayudar, para concienciar a los demás antes de ocurra una desgracia. Ojalá hubiera visto algo así antes de mi accidente. Le puede pasar a cualquiera que beba y conduzca”.