"Es una carga para siempre, es un ruina personal"
- “Amigos y vecinos pasan a mirarte raro. En el trabajo no saben nada; si se enteran, te vas a la calle”.
02 abril 2019
Las fiestas locales de un pueblo son el punto de partida hacia la tragedia para Juan (nombre ficticio), un camarero que entonces tenía 24 años. “Llevé a un amigo a su casa. Era bebedor de fin de semana, pero nunca había conducido así por carretera”. En el trayecto por la autovía, Juan sacó de la calzada a otro conductor. Ambos acabaron estrellándose, más allá del quitamiedos. Herido –fracturas diversas–, bebido y superado por la situación, se arrastró fuera del coche y pudo sacar a su amigo. Pero el otro conductor falleció.
Lo supo después, en el hospital, donde pasó varios días ingresado y donde le realizaron la prueba de alcoholemia: más de 2 gramos de alcohol por litro de sangre, un nivel altamente peligroso que produce profundas alteraciones del control, la coordinación y la percepción. “Cuando me enteré de que había muerto, fue lo peor”, dice Juan con la voz quebrada. “Ese hombre tenía una familia, hijos. En el juicio les vi, me vieron, me gritaron, me insultaron... Me di cuenta del daño que había hecho”. Juan, mientras esperaba el juicio, se apuntó a Alcohólicos Anónimos, donde recibe terapia psicológica desde hace tres años. “No pienso probar el alcohol, nunca más”, afirma.
Y de pronto, de un día para otro, fueron a buscarle para llevarle a prisión. La vida de Juan se paró en seco: se endeudó para pagar indemnizaciones, dejó desatendidos a una familia con una hija pequeña. “Fue el peor momento. No se lo deseo a nadie”, asegura. Pasó 15 meses encerrado en la cárcel de Aranjuez, después obtuvo el tercer grado. Actualmente Juan tiene un empleo, duerme en casa vigilado por con una tobillera telemática y en dos meses cumplirá su condena: “Amigos y vecinos pasan a mirarte raro. En el trabajo no saben nada; si se enteran, te vas a la calle”. Y él personalmente, no ha superado el trauma de matar a otra persona: “Me acuerdo continuamente de lo que pasó, todo me recuerda lo que hice. Es una carga para siempre. Esto no se olvida jamás. Es una ruina personal”.