"Mi padre tuvo un accidente y lo que le salvó la vida fue el cinturón"
- "Reconozco que cuando estoy pendiente del GPS y de otras cosas me distraigo muchísimo en la carretera. Por eso, intento hacerlo antes de empezar a conducir"
17 marzo 2021
Rozalén comenzó el año con nuevo disco, “El árbol y el bosque”, lanzado a finales de 2020 y con su primer premio Goya a la mejor canción original por “Que no, que no”, incluida en la película “La boda de Rosa” de Iciar Bollain. La cantante y compositora albaceteña empezó a escribir canciones a los 14 años, se dio a conocer en 2013 y ha logrado hacerse un hueco importante en el mundo de la música. Comprometida, sus letras siempre han abordado realidades de nuestra sociedad como la violencia machista o la memoria histórica. Al volante también declara su compromiso con los demás practicando la prudencia y el respeto.
Acostumbrada a viajar mucho por carretera para los conciertos, ¿qué le llama la atención más de los conductores?
Es verdad que nos ‘comemos’ mucha mucha carretera, pero hay ciertos comportamientos en determinadas ciudades, que son las más pobladas, que yo alucino, como conductora también, gente muy agresiva conduciendo que parece que deja en el coche lo que tiene dentro y eso no es nada positivo. A veces yo también me equivoco con el coche, pero soy súper prudente e intento ir muy lento, prefiero esperar mucho tiempo a entrar en una rotonda antes de entrar a lo loco y veo que la gente descarga al volante la tensión y eso no puede ser.
¿Usa bicicleta o patinete, medios más sostenibles?
Yo vivo en el campo, vivo en un pueblo de Madrid y aquí lo que más uso es la pierna, ando muchísimo, me pego pateadas chulas, pero no tengo ni bici ni patinete. Supongo que si viviera en una ciudad la usaría más, también por lo que supone un coche de más gasto, no encontrar aparcamiento, eso es un follón, pero la vida en el pueblo es de otra manera. Eso sí, mi coche es ecológico.
Sobre las nuevas medidas de la DGT para 2021, ¿qué opina de la reducción de velocidad a 30km/h en ciudades?
En las ciudades, yo lo entiendo, y no solo por la seguridad vial, sino también por la contaminación. Un coche a esa velocidad contamina mucho menos y todo lo que sea positivo para el ser humano y para el planeta, a mí me parece bien. A lo mejor puede ser demasiado lento, pero quizá lo que tenemos que hacer es tomarnos la vida y la conducción con más calma, salir con más tiempo de los sitios e ir escuchando buena música en el coche.
¿Qué le parece que aumente el número de puntos que se pierden por conducir con el teléfono en la mano aunque no se esté hablando? ¿Suele llevar el móvil guardado cuando conduce?
Esto me parece fenomenal. Yo llevo el manos libres y sí que a veces aprovecho para hacer algunas llamadas, pero reconozco que cuando estoy pendiente del GPS o de otras cosas me distraigo muchísimo en la carretera. Entonces intento llevarlo de alguna manera para tocar muy poco el teléfono, si tengo que poner alguna cosa hacerlo antes de empezar a conducir, pero mis momentos de mayor distracción, sin duda, son con el móvil y eso no puede ser. Y además me parece una liberación, de las cosas que más me gusta es conducir, sobre todo también porque sé que no voy a poder mirar el móvil en todo ese tiempo, que me viene muy bien.
También se incrementan los puntos que se retirarán por no llevar puesto el cinturón. ¿Concibe estar dentro de un vehículo sin usarlo? ¿Está pendiente si va con más gente de que se lo pongan?
Sí, yo con eso tengo obsesión, aparte de que los coches ahora pitan como si no hubiera un mañana y es incómodo ese sonido. Mi padre tuvo un accidente de tráfico y lo que le salvó la vida fue el cinturón, dio muchas vueltas de campana y el cinturón se le quedó clavadisimo, me acuerdo perfectamente, yo era pequeña y esa lección se me ha quedado bien ‘agarraíta’ y por eso estoy muy pendiente de ponerme el cinturón y por supuesto que a quien esté a mi alrededor si no se lo pone, le echo la bronca.
¿Ha influido algo el tráfico y los atascos en la decisión de irse a vivir fuera de Madrid?
A mí me encanta el campo, y esa es una de las ventajas maravillosas de vivir en el campo, no hay ningún problema de tráfico, ni de atascos, ni problemas para aparcar, pero son otros valores los que me llevan siempre al campo. Pero sí, la contaminación, el ruido, el tráfico es incómodo para la vida de las personas.
¿Cómo ha cambiado su forma de conducir al cumplir años? ¿Nota que ha habido una evolución en su actitud desde que se sacó el carné?
Sí, que cada vez conduzco mejor, sobre todo porque ahora tengo respeto, pero no tengo miedo, porque al principio cuando una se acaba de sacar el carné va como ‘cagaita’ y la seguridad te hace conducir mejor. Pero sí que es cierto, no sé por qué, que ahora corro menos que al principio –había algún momento en autovía que podía ponerme a 130-140km/h como muchísimo–, pero ahora me lo tomo todo con más calma. También para mí viajar es de los pocos momentos que estoy sola, estoy relajada y me encanta conducir y no tengo prisa y entonces es verdad que al final cuando lo piensas dices por mucho que corras lo único que vas a sacar es unos minutos en tu vida que no merecen la pena por lo que puede pasar.
¿Qué consejo daría a los más jóvenes a la hora de ponerse al volante?
Les diría que en la carretera no van solo ellos, que va mucha más gente. La prudencia hay que tenerla sobre todo por eso, porque por mucha seguridad que uno pueda tener nunca sabes lo que te vas a encontrar y hay que tener cuidado. Hay segundos en tu vida que pueden cambiar el rumbo y no vale la pena.
¿Qué hace para desconectar en su tiempo libre?
Me voy mucho a ‘patear’, me hago muchas rutas en el campo, en la montaña, me gusta irme con mis amigas a tomarme un ‘vinico’ de vez en cuando y hablar de nuestras cosas, leer, dedicar tiempo a la cultura, al cine, eso es lo que más me despeja la cabeza.
¿Cómo ha influido la pandemia en su cuarto disco, “El árbol y el bosque”?
Por el confinamiento, he tenido mas tiempo que nunca para los creativos; en ese aspecto nos ha venido bien, porque no hemos tenido más remedio que encerrarnos. Yo tenía que acabar el disco y de esta manera le he dado muchas más vueltas a las letras y con la producción que ha hecho todo mi equipo pasa lo mismo, ha sido el disco mas cuidado de todos, porque la pandemia nos ha dado tiempo, que era lo que nunca teníamos.
¿Qué se va a encontrar el público en este trabajo? ¿Cómo lo definiría?
Este disco sobre todo es un viaje interior, es un disco muy introspectivo, aunque son ritmos muy variados, muy bailables, es un disco ‘muy fiesta’, pero los temas son muy profundos, de búsqueda interior, cuál es el sentido de mi vida aquí, ese tipo de cosas, es una invitación a querernos más. Y creo que lo que más está sorprendiendo es precisamente la cantidad de ritmos diferentes y que nos hemos atrevido con estilos que yo antes no había cantado como por ejemplo el funky o el son cubano.
El compromiso con la sociedad sigue estando presente en varios de los temas, ¿siente esa obligación como artista?
En mi caso, para mí es una responsabilidad por todo lo que ha pasado anteriormente. En todos los discos ha habido siempre un compromiso social, es parte de mí, a mí me nace escribir de este tipo de asuntos antes que del amor romántico, por ejemplo y no sé si en otro momento no será así, pero claro es que me viene por vocación también, yo vengo de la psicología social, me interesa lo que pasa a mi alrededor y creo que el amor está en muchísimas formas. Entonces los artistas que me gustan suelen ser comprometidos, es un camino que elegí y quiero seguir por ahí.
¿Está contando ya los meses para comenzar la gira? ¿Es de lo que más echa de menos?
Sin duda, sin duda. Es lo que peor llevo de todo. Nunca había sacado un disco y no lo había podido llevar al directo y a mí ‘el vivo’ y tener a la gente delante, cantar, bailar, la adrenalina que eso supone, lo echo muchísimo de menos. Ojalá para primavera, en mayo, podamos empezar esta gira, que por nuestra parte va a ser la más deseada de nuestra vida.