"Al volante podemos ser una bestia"
- "De la conducción hay que eliminar la falta de paciencia y de empatía con el que va en el carril de al lado"
23 marzo 2022
¿Cómo nace el nombre de Carmen Mola?
Nos gustaría decir que es un homenaje a una abuela o que obedece a una leyenda antigua, pero lo cierto es que nació de una manera muy tonta. Pronunciamos la palabra “mola” junto al nombre de Carmen, en el sentido de que era un nombre que nos gustaba, y eso fue todo.
¿Se puede escribir una novela de estilo homogéneo a seis manos?
Ésta es la cuarta novela juntos, después de “La novia gitana”, “La red púrpura” y “La nena”, y ya tenemos experiencia. Formamos equipo porque somos guionistas y llevamos más de 20 años trabajando en esto. Solo hemos trasladado la experiencia del trabajo a la literatura. Y cuando nos ponemos en la piel de Carmen Mola, sacamos el estilo Carmen Mola.
¿Cómo surgió la idea de hacer la primera novela juntos?
Hace cinco años. Después de una reunión de trabajo, nos fuimos de cañas (después no teníamos que coger el coche) y hablamos de lo bien que lo pasamos juntos. Y entre las 20 tonterías que dijimos, una fue la de hacer una novela. Quedamos un martes y empezamos a rebotar ideas y a hablar de policías, de cadáveres, de gusanos… Hasta que un día nos encontramos con una historia terminada. Y llegaron las ventas, las traducciones… y ya no pudimos parar. No era un conciliábulo para ganar el premio Planeta cinco años después. Ni mucho menos.
Han recorrido miles de kilómetros por toda España gracias al premio Planeta. ¿Prefieren las autopistas o las carreteras nacionales?
Las autopistas. Los que van por carreteras nacionales son unos ratas, se quieren ahorrar los peajes y dicen que lo que les apasiona es el paisaje. Donde esté una buena autopista… ¿La razón? Llegamos antes a nuestros lectores y eso es lo que nos mueve y nos apasiona.
Con esta novela negra ambientada en el Madrid de 1834, nos acercamos a una bestia del siglo XIX. ¿Cuáles son las bestias del siglo XXI? ¿Creen que hay alguna relacionada con la seguridad vial?
La bestia es una metáfora del miedo a la cultura, al conocimiento, a la ciencia, a la información... Y esos miedos siguen presentes. Pero hoy la bestia tiene otras caras: desde las víctimas de la carretera o el volcán de La Palma hasta la xenofobia o el cambio climático. O Afganistán. Hay también muchas bestias vinculadas con la intolerancia, con los movimientos de extrema derecha que están campando a sus anchas y que reviven bestias pasadas… Y quien se pone al volante en malas condiciones también es una bestia.
¿Qué es lo que menos mola del tráfico en las ciudades? ¿Son partidarios del transporte alternativo: patinete, bicicleta…?
Defendemos y somos usuarios del transporte público. El coche en la ciudad hay que evitarlo siempre que se pueda. Reivindicamos más el espacio del peatón que el del coche. Cuanto más peatonal sea una ciudad, mucho mejor.
¿Creen que los peatones son respetuosos con las normas? ¿O se las saltan siempre que pueden?
Al menos, no van armados por la calle. Un peatón hace menos daño que si te atropella un coche… pero se puede poner en peligro él solo.
¿Se han sentido atropellados por el revuelo que su seudónimo ha causado?
Nos encanta que se haya generado debate, porque eso es sano. Y para Carmen Mola es un orgullo, porque denota la repercusión que ha tenido el libro. Lo respetamos. Lo más importante para nosotros es que durante unos días en las tertulias no se ha hablado de corrupción ni de penaltis, sino de una novela española que ha trascendido las fronteras. Y creemos que esto es bueno.
¿Cuáles son las bestias de la carretera y la conducción?
La falta de paciencia y de empatía con el que va en el carril de al lado. Mucha gente pierde las maneras cuando va conduciendo un coche. Vemos discusiones de tráfico tremendas y seguro que si los alejamos de su coche, son gente razonable. Nos transformamos. Somos capaces de meter gusanos en la cabeza del otro si te adelanta por la derecha.
Saquen la bestia que llevan dentro: ¿Han tenido algún percance o alguna experiencia mala en la carretera que les haya marcado?
Somos tan prudentes en la carretera que hasta somos aburridos. Menos mal que en la gira de promoción del Planeta nos llevaban con chófer a todos los lados y no teníamos que pensar en las normas de circulación.
¿Son exigentes con las normas de seguridad de los niños?
Sí, sin duda. Ahora llevamos a los niños bien sujetos en sus sillas reglamentarias, pero lo que es increíble es que sigamos nosotros vivos tal como íbamos en los coches en nuestra infancia. En muchas familias, el hijo que mejor se portaba era el que se ponía en el asiento de delante, entre papá, que era el que normalmente conducía, y mamá. La gente no era consciente. Son normas tan razonables las que tenemos ahora que nos preguntamos cómo no las teníamos antes.
Como guionistas, ¿qué les parecen las campañas de la DGT?
Magníficas. Algunas son espectaculares. No hay que renunciar a ser explícito. El nivel de sensibilidad de la gente es alto y necesitamos generar impactos. La gente tiene que saber cuál es el peligro.
Hablando de “La bestia” de su novela, ¿qué paralelismos hay entre la época descrita y nuestro presente?
Lo primero es que en 1834, fecha en la que actúa “La bestia”, había una epidemia de cólera en Madrid y en 2020, una pandemia de coronavirus. En nuestra novela las bestias más sobresalientes son la intolerancia, la guerra carlista, un asesino de niños y la bestia de la enfermedad, que nos ha servido para hilar los dos tiempos.
“La bestia” también es un viaje por el Madrid del siglo XIX. ¿Qué lugar ocupa la ciudad en la novela?
Para Carmen Mola Madrid siempre es el primer personaje de sus novelas. Carmen Mola es de Madrid porque los madrileños nacemos donde queremos. Y aquí nos encanta meternos en el Metro para no contaminar o en un taxi si vamos con prisa.
¿Podríamos caminar por las calles de Madrid mientras leemos “La bestia”? ¿Sería seguro?
Sería mejor mirar a los coches. No es una buena idea leer por la calle, porque si “La bestia” te atrapa, no la puedes abandonar y te va a apetecer más ver el final del capítulo 7, por ejemplo, que velar por tu suerte como peatón. No es una buena idea leer ningún libro por la vía pública.
¿Alguna otra forma de recuperar puntos del carné de conducir?
Sí: leer las obras completas de Carmen Mola.