"Prefiero llegar tarde a que jueguen con mi vida"
- "Recuerdo las primeras campañas de la DGT de un accidente de tráfico. Me impactó mucho"
14 diciembre 2022
Víctor Clavijo es el hombre de la voz de oro. Habla y el precio del pan se dispara. Sus vídeos no dejan indiferente a nadie: en 40 horas alcanzan más de 2 millones de reproducciones. Le proponemos una entrevista que convierta en viral la lucha contra otro virus que mata: los accidentes de tráfico. Y lo hace sabiendo que tras cada estadística, cada cifra, hay nombres y apellidos. A veces, conocidos. “El miedo es el mejor aliado para la seguridad”, dice. Nosotros ponemos texto. Les aconsejamos que ustedes le pongan voz.
“Dolor y tristeza. Se nos ha ido un maestro, un gran compañero, y un hermoso ser humano. Gracias por todo, maestro. En el corazón, Alex Angulo”. Era el tuit que Víctor Clavijo publicaba en julio de 2014 al conocer la muerte del actor en accidente de tráfico. Compañero de serie, amigo…
Una pérdida lamentable, no sé qué pudo suceder porque Alex era muy prudente. Mucho. Pero los accidentes ocurren, están ahí. Y es necesario hablar de ellos. Hablar y enseñarlos. Porque pensamos que sólo le pasa al otro, hasta que te pasa a ti. Y entonces, igual, ya es tarde.
No conduzca si bebe, no hable por el móvil, evite distracciones… No se dejan de lanzar mensajes, pero hay gente que no quiere verlo.
Creo que las palabras solas se quedan huecas, como cuando los padres dicen a sus hijos que no deben beber o fumar. No sirven de mucho, son palabras vacías. Por eso es necesario enseñar. Recuerdo las primeras campañas de la DGT hace ya 20 años de un accidente de tráfico. Me impactó mucho, pero funcionan porque cuando ves las consecuencias de conducir demasiado rápido, o bebido, de los daños que puedes causar, algo cambia. Yo desde aquella campaña no viajo sin ponerme el cinturón. Me pongo nervioso si alguien no lo lleva.
¿Seguimos entonces con ellas?
Sí, por favor, creo que es el mensaje más eficiente.
Habla usted como ciudadano de a pie, porque no conduce.
No conduzco, pero sí tengo carnet. Me lo saqué por motivos de trabajo, por si me lo pedían para alguna producción. Pero no me gusta porque soy despistado, me siento inseguro. Prefiero andar o usar el transporte público. Vivo en el centro de Madrid y es muy cómodo. Me gusta caminar.
Lo dicho, ciudadano de a pie en una capital con más de tres millones de habitantes como es Madrid. ¿No resulta una ciudad peligrosa para el peatón?
Como peatones también se sufren las consecuencias. La velocidad, que los conductores no respeten los pasos de peatones, la agresividad con que se conduce en muchas ocasiones o no faltan los patinetes que circulan por las aceras. Es una pena que en ocasiones esa agresividad se tome como normal, que nos acostumbremos a ella. Pero es verdad que en Madrid no suelo tener ‘miedo’. Me da la sensación de que la gente es bastante prudente. Y yo siempre cumplo todas las normas: semáforos, cruzar por los pasos de peatones. Otra cosa es fuera de la ciudad. Como pasajero veo que se cometen más imprudencias.
¿Se ha planteado moverse en moto o bicicleta?
En una ciudad como Madrid, no. Hago todo a pie o en autobús. Ni siquiera he pensado en tener moto, quizás porque le tengo mucho respeto a la seguridad vial. ¡Y eso que también tengo carné! Tuve que sacarlo para rodar la película El regalo de Silvia. Interpretaba a un delincuente que iba en moto. ¡Pero ya! Conozco compañeros que han tenido accidentes… Mejor, no.
La bicicleta está triunfando en las ciudades.
Puede ser, pero no creo que Madrid esté preparada como otras ciudades europeas con sus carriles.
Está claro que no le ponemos al volante. ¿Es usted buen copiloto?
¡Ja ja! Eso sí. No soy de dar consejos, pero sí alerto si el conductor va más deprisa y en alguna ocasión he pedido que reduzcan la velocidad, sobre todo a taxistas o coches de producción. No hay prisa, les digo. Prefiero llegar tarde a que jueguen con mi vida.
Y si el conductor ha bebido...
Primero le aviso de que no debe conducir y, por supuesto, no subo. Lo he dicho al iniciar la entrevista, todo ocurre en décimas de segundo. Incluso recuerdo haber dicho no a un taxista que no veía bien.
¡Pues al autobús!
Sí, es el transporte que más utilizo porque me es más práctico y creo que funciona bien. También soy usuario de metro.
Al más puro estilo de entrevista tópica a un candidato político en campaña electoral le preguntamos el precio del transporte público. Y lo sabe.
¿No le reconocen demasiado?
Antes, cuando era más joven, mucho. En la época de Al salir de clase me ponía visera para pasar desapercibido. Ahora es distinto. El público es más adulto. Te miran con respeto y si se acercan, lo hacen con cariño y con educación. Y eso gusta.
Lo comprobamos. La gente murmura durante la sesión de fotos y un ciudadano se acerca prudente. Le pregunta si es Víctor Clavijo y le anima a seguir con sus vídeos, con sus críticas sociales.
¿Tenemos una asignatura pendiente con la seguridad vial?
Sí, sin duda. Hay que dejar claro que las motos, las bicis e incluso ahora los patinetes no son un juguete. Creo que se debe hablar en colegios y centros educativos, que vean su lado más oscuro, las consecuencias que puede tener una imprudencia. Creo que el miedo es el mejor aliado para un conductor. Cuando uno ejercita a menudo una conducta la automatiza, se siente demasiado seguro al volante y eso es peligroso, porque te confías. El miedo y la prudencia. Llegar 15 minutos más tarde compensa.
Para ser un peatón viaja mucho.
Por trabajo, sobre todo. Pero me llevan. Acabo de volver de Pamplona donde hemos rodado Alguien que cuide de mí. Una película maravillosa dirigida por Elvira Lindo y Daniela Fejerman y con Emma Suárez, Magüi Mira y Aura Garrido. Un reparto fantástico.
Televisión, cine, teatro… Mejor actor secundario concedido por la Unión de Actores por su papel en La Señora o Mujeres. Nominado a los Premios Goya. Y tantas y tantas series (Al salir de clase, Hospital central, La República…) y tantas películas (En la puta calle, El principio de Arquímedes…). O tantas y tantas obras de teatro, (Fausto, Como en una nube…) ¿Se ve usted en Fast & Furious? Ya sabe, esa famosa serie de películas de acción que se ocupan en gran medida de carreras automovilísticas ilegales.
Por supuesto, con todas las medidas de seguridad lo haría. Como actor, me gustan los retos, los papeles difíciles.
Nos lo ha puesto en bandeja. Está arrasando en Twitter al doblar películas como Los Soprano o No mires arriba con noticias de actualidad. Dos millones de reproducciones en sólo 40 horas. Desde la DGT le proponemos un reto nada fácil con otra noticia muy actual: en 2021 se produjeron 921 siniestros mortales en las carreteras españolas en los que fallecieron 1.004 personas y otras 3.728 resultaron heridas graves. Y eso que el año empezó con restricciones por el COVID. ¿Alguno de sus vídeos podría funcionar?
No hay duda de que es un reto importante, y si salva vidas todavía lo es más. Creo que sólo hablar no sirve de mucho. Tendría que pensar cómo, buscar escenas que funcionen, que lleguen Pero sí, sin duda lo haría.
Clavijo recoge el guante al momento. Social, cercano, empático y crítico con la realidad que vive y en una ciudad donde el claxon, coches en doble fila y patinetes por la acera es una constante. Su cámara de fotos, siempre con él, son sus otros ojos.
¿Con qué directora o director se subiría al coche?
Me encantaría que me llamaran muchos directores, como Fernando León de Aranoa o Alex de la Iglesia, con quien ya he rodado. Es un director muy imaginativo y gamberro, pero en el coche es un director serio. Y con actrices, con quien sea prudente y me ofrezcan una charla interesante.
El semáforo se pone en rojo. Víctor Clavijo espera a que cambie. Lo decía al principio. Por unos minutos, no compensa correr riesgos.