“Es insensato utilizar el móvil de forma inapropiada"
- “Soy bastante responsable. Conduzco desde los 18 años recién cumplidos. Siempre fui muy prudente. Nunca he tenido un accidente”.
15 marzo 2023
A Luz Gabás (Monzón, 1968), Premio Planeta 2022 por “Lejos de Luisiana”, le resulta más difícil conducir en una gran ciudad que por las sinuosas y estrechas carreteras de montaña de su entorno familiar. Está acostumbrada a sortear las placas de hielo y a circular con nieve y ventiscas. Ha conseguido domesticar las curvas y las pendientes del Pirineo. Incluso es capaz de imaginar, mientras conduce, la trama de alguno de los pasajes de sus novelas. “Es mucho más estresante conducir en la M-40 que en la montaña”, asegura.
De pequeña quería ser granjera y descubrir cómo la tierra y el clima moldeaban su trabajo. Finalmente, se impuso la literatura, con un breve escarceo en la política municipal (fue alcaldesa de Benasque de 2011 a 2015), pero siempre con un estilo de vida conectado a la naturaleza. En su casa del Pirineo también hay gallinas, ocas, una perrita, varios caballos… y eso, para la también autora de “Palmeras en la nieve” y “El latido de la tierra”, es un privilegio.
¿Qué es el Pirineo para usted?
Un espacio donde la naturaleza es espectacular. Yo he vivido 20 años en Zaragoza, porque allí estudié y tuve mis primeros trabajos, pero siempre me gustó el entorno rural, los animales, ver la escarcha por la mañana, despertarme con el olor de la lluvia, dar paseos por la naturaleza… Eso me sienta bien. Es un privilegio. Y con las nuevas tecnologías, puedes estar conectada y trabajar. A mí me compensa, desde luego. Es otra forma de vivir.
¿Cuáles son los hábitos de movilidad en Benasque? ¿Es fácil moverse en transporte público aquí?
No hay mucho transporte público. Hay coches de línea que conectan determinados municipios, pero con un horario limitado. Para viajar a Madrid o Barcelona hay que ir a Lérida o a Zaragoza a coger el AVE. Además, llevamos tres inviernos con la carretera N-260 en obras y nos cuesta más tiempo y muchas curvas desplazarnos. Ahora estamos a una hora y 20 minutos del hospital más cercano.
¿Ha tenido alguna mala experiencia en estas carreteras?
Siempre hay algún momento difícil, y eso que estoy acostumbrada. Soy bastante responsable. Conduzco desde los 18 recién cumplidos porque me gustaba subir a mi casa y el coche me daba independencia. Siempre fui muy prudente. Nunca he tenido un accidente. El tema de la bebida lo he respetado siempre y cuando tuve los niños, el consumo de alcohol era “menos cero”. Al vivir lejos de un hospital y con la posibilidad de que alguien se pusiera malo, me ponía en alerta y no bebía. Pero a Madrid no me atrevo a ir en coche.
¿Qué diría a la gente que usa el móvil mientras conduce?
No lo entiendo. Ahora, cuando hay sistemas de manos libres, es muy insensato. Si conduces y vas a estar desconectada dos horas, no contestas. Mi padre decía que más vale esperar un minuto que perecer en un segundo.
¿Le preocupa el imperio del coche en las ciudades? ¿Cree necesario peatonalizar los cascos históricos?
A mí me parece bien cerrar el centro de las ciudades a los vehículos privados, siempre que se den soluciones para los que vivan allí. En general, las ciudades mejoran cuando se limita el tráfico, pero habría que hacer aparcamientos para residentes. De hecho, yo peatonalicé el centro de Benasque cuando fui alcaldesa y se ganaron muchas placitas para jugar a la pelota o sentarse en un banco.
¿Se ha planteado tener un eléctrico?
La cuestión es que los coches tienen que tener mayor autonomía y, de momento, no me lo he planteado como algo práctico, aunque ya empieza a haber cargadores y enchufes. Por ahí va el futuro, desde luego.
¿Por qué cree que las personas mayores tienen tan mala fama al volante?
Quizá porque se pierden reflejos con la edad, pero es delicado. Uno nunca se percibe mayor. Debería haber diferentes escalas a determinadas edades. No es igual ir por la M-40 que a un economato de las afueras de un pueblo o conducir por una carretera recta de casa a la panadería.
¿Podría pensar en la trama de una novela mientras conduce?
Viajo mucho y aprovechopara meditar. Me gusta conducir. Voy atenta y relajada, no hay ruido, pongo la velocidad que quiero y me siento creativa al volante.
¿Con qué lecturas se aficionó a la literatura?
Leía mucho en la biblioteca pública de Monzón. Empecé con Enid Blyton y “Los 5”, después Julio Verne, luego las novelas de internados, “Los Hollister”, los reformatorios, Martín Vigil…, y en el instituto, Poe, Lovecraft, Boris Vian y luego en Estados Unidos conocí a los autores norteamericanos. “Mujercitas”, Harper Lee, Jack London y su “Colmillo blanco”, y en el siglo XX, John Steinbeck, Faulkner, Salinger, Eliot… Me convertí en fan de las hermanas Bronte, de Drácula y también de Shakespeare. Por ejemplo, Mark Twain tuvo parte de la culpa de “Lejos de Luisiana”.
Hábleme de ella.
Es el fruto de mi interés por saber qué fue de la presencia de España en Estados Unidos. La mitad de los personajes son reales y para que la novela avanzara hilvané la historia de amor entre un indio americano, Ishcate, y una criolla francesa,Suzette. Y eso me dio libertad para imaginar un universo fascinante.
¿Por qué es tan desconocida la Luisiana española?
Los ingleses han sacado mucho partido a su historia. Nosotros no. Todos conocemos a Enrique VIII. En España hemos sido muy cainitas y hemos mostrado cierta vergüenza. Pero el pasado esta ahí y de él se puede sacar mucho partido. El caso Luisiana se conoce poco porque solo perteneció a España 40 años. Nos supuso mucho gasto militar y la ayuda a los colonos que se llevaron desde Málaga y Canarias fue muy grande. La historia fue muy diferente a la de Latinoamérica, de donde se obtuvo mucha riqueza. Al final, se perdió Luisiana y se volvió a ceder a Francia.
¿De dónde nace su pasión por la Historia?
Se ha acrecentado con la edad. La Historia es interminable y hay momentos que me intrigan. Tengo más preguntas que respuestas y sigo estudiando. En el caso de Luisiana, quizá por haber vivido en Estados Unidos con una familia americana, encontré un vínculo cercano. Un hombre de Benasque estuvo allí batallando. Eso me fascina, tanto o igual que el conde de Aranda, que era de un pueblo de Aragón, o Bernardo de Gálvez, que nació en un pueblo muy pequeño de Málaga.
El río Misisipi es el eje de la novela.
Es un símbolo de la vida y ésta es una novela sobre la vida, con sus sueños, ilusiones, dilemas… y se corresponde con los cursos del río. Y el mar es el final.
Si no es indiscreción, ¿a qué va a dedicar el millón de euros del Planeta?
La mitad será para todos, porque son impuestos. Y quiero recordar que los escritores no cobramos sueldos, sino proyectos. Yo he estado 4 años dedicada a esta novela. ¿En qué voy a invertir la dotación? En tranquilidad para nuevos proyectos.