¿Por qué se incumplen las normas?
- Las normas más respetadas con el uso del cinturón de seguridad y el límite de alcohol al volante
24 enero 2017
La Universidad Miguel Hernández de Elche ha realizado un estudio titulado Análisis del cumplimiento efectivo de la legislación viaria y detección de factores de riesgo de la trasgresión reiterada de las normas de tráfico en España, proyecto financiado por la DGT en el marco de la convocatoria de proyectos de investigación del año 2014, que pretende arrojar luz respecto a las preguntas anteriores. Su objetivo ha sido evaluar los factores determinantes del cumplimiento de cuatro normas de tráfico: las relacionadas con el uso del cinturón de seguridad, la manipulación de dispositivos de telefonía móvil mientras se conduce, los límites de velocidad y el límite de alcohol al volante.
Tres modelos
Para realizar el análisis estos factores se utilizaron tres modelos: el de la Disuasión (cuyo fundamento es la amenaza del castigo formal), el de la Influencia Social (cuyos determinantes se basan en la desaprobación social y el comportamiento percibido en losdemás) y el modelo de la Legitimidad (basado en el sistema de valores del propio individuo). En España, la política legislativa penal en materia de tráfico se ha venido construyendo en base al modelo de Disuasión.
En la población estudiada, se ha observado cuáles son las normas que más se transgreden, con independencia de que haya o no habido sanción. En primer lugar, no respetar los límites de velocidad, que es la única norma en la que existen más conductores que la transgreden alguna o varias veces que conductores que nunca la transgreden. El límite de velocidad es, asimismo, la norma que con más frecuencia se incumple repetidamente. Por el contrario, las normas más respetadas son las relativas al uso del cinturón de seguridad y el límite de alcohol al volante.
Reincidentes
Las tasas de conductores sancionados por cada norma son bajas, con excepción de aquellos que lo han sido por exceder la velocidad permitida (15,2%), de los cuales más del 90% son conductores reincidentes, es decir, siguen infringiendo la norma a pesar de haber sido sancionados. El trabajo también ha permitido observar que el 35% de conductores son multi-infractores, es decir, infringen habitualmente al conducir más de una norma de las analizadas. De este total, el 60% son conductores que no respetan los límites de velocidad y, además, manipulan dispositivos de telefonía móvil mientras conducen. Algo más del 3% de los conductores siguen infringiendo estas dos normas aún
después de haber sido sancionados por ese motivo.
El consumo de alcohol y otras dogas, el uso del teléfono móvil y la velocidad inadecuada conforman los pilares sustanciales del riesgo vial. En la búsqueda de soluciones preventivas frente a estos riesgos es preciso
refinar las intervenciones tradicionales. No es tan simple como pensar que el conductor responde al palo o a la zanahoria. La línea de investigación en que trabaja la DGT, y en la que este estudio supone un ejemplo, aporta luz acerca de los motivos que pueden estar en la génesis de una conducta infractora. Más que el miedo a la multa, es la interiorización de que la multa es o no adecuada (nuestra norma moral); más que la probabilidad de que nos pillen, importa qué hace el grupo de referencia. Ser creíbles, reconocer los grupos de referencia, correlacionar los riesgos viales con otros comportamientos de riesgo, hacer proporcional la sanción, educar en la colectividad… habrán de ser herramientas preventivas que permitan alcanzar verdaderamente la visión cero.
JUAN C. GONZÁLEZ LUQUE. Subdirector Adjunto de Investigación e Intervención. Dirección General de Tráfico