Sin volante y sin pedales
- Cuenta con sensores que limitan los ángulos muertos y pueden detectar objetos a una distancia superior a la extensión de dos campos de fútbol
28 mayo 2014
Google acaba de presentar su propio coche autónomo. Fabricado por sus ingenieros de la rama de investigación y desarrollo de la compañía, Google X, no tiene ni volante ni pedales para acelerar o frenar. Es eléctrico, lleva un botón de encendido y una pantalla que muestra la ruta que seguirá el vehículo. Pensado para la ciudad, tiene limitada la velocidad a 40 km/h. Sus responsables aseguran que han tenido muy en cuenta la seguridad, y además de cinturones de seguridad, equipa unos sensores qua eliminan el ángulo muerto y pueden detectar objetos a una distancia superior a la extensión de dos campos de fútbol en todas direcciones, "algo especialmente útil en calles muy transitadas con muchas intersecciones", indican fuentes de Google. El frontal está fabricado con un material esponjoso que protege tanto a los pasajeros como a los peatones y a otros vehículos en caso de acccidente. Su interior no es muy lujoso, tiene dos asientos, y espacio para las pertenencias de los pasajeros.
Cien unidades
Google construirá 100 unidades a lo largo de los próximos años, y durante este verano esperan comenzar las primeras pruebas. Si todo va bien, su objetivo es desarrollar un programa piloto en California en dos años, aunque también matizan que "aún quedan años de ajustes y negociaciones antes de ver un coche autónomo en la autopista o en una calle de nuestro barrio".