Con este calor, más vale revisar el aire acondicionado
- Una fuga de gas refrigerante provocada por un aire acondicionado averiado, supone una carga para el medio ambiente
27 julio 2016
Con la llegada del verano, las temperaturas aumentan y es necesario saber cómo afecta el calor a la hora de conducir y qué se puede hacer para solucionarlo. Según un estudio de la Universidad de Wuppertal en Alemania, el calor precipita a los conductores a tomar decisiones equivocadas, aumenta el tiempo de reacción e incluso la agresividad, y suelen cometer más errores al volante.
El aumento de las temperaturas causa la sensación de cansancio y la falta de atención del conductor. Desde la Oficina de Control Técnico de Alemania (TÜV), se indica que cuando se pasa de los 30ºC, la pérdida de atención es del 10% y, cuando se llega a los 35ºC, los efectos serían similares a los de circular bajo los efectos del alcohol, es decir, con una tasa de 0,5g/l en sangre.
Con estos datos, es evidente que el confort en el interior del vehículo influye de manera directa en la seguridad de la carretera. Eso sí, el sistema de climatización es uno de los grandes olvidados en las revisiones periódicas de nuestros vehículos. Si hay demasiada humedad en el sistema de climatización del vehículo, puede decaer la potencia de refigeración de manera importante.
Una fuga de gas refrigerante provocada por un aire acondicionado averiado, supone una carga para el medio ambiente.
La experiencia ha demostrado que aquellos vehículos con un mantenimiento preventivo periódico del aire acondicionado, evitan posibles daños y reparaciones costosas.
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Aparcar el vehículo a la sombra para evitar los rayos del sol.
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Usar parasoles para disminuir la temperatura interior del vehículo y así poder ahorrar en combustible y conseguir refrescar antes el ambiente.Cuanto menos calor haga en el vehículo, menos sensación de fatiga tendrá el conductor.
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Dejar las ventanillas del vehículo completamente cerradas para que no entre aire caliente de manera directa.
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Para una conducción relajada, la temperatura del vehículo no debe sobrepasar los 24ºC, pero tampoco debe ser inferior a 19ºC.
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Las salidas de aire orientadas hacia el pecho y las temperaturas muy bajas pueden ocasionarle problemas de salud.
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Cuando el flujo del aire incide directamente en la cara o hace ruido, acaba produciendo dolores de cabeza, jaquecas o migrañas.
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Si utiliza lentillas, evite que las salidas de aire estén dirigidas hacia los ojos, porque se incrementará el lagrimeo y la sequedad.
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Intente que el ambiente no sea excesivamente seco: puede producir malestar, picor y escozor en los ojos, sobre todo si tiene miopía o astigmatismo.
Junto con el aire, a través del sistema de ventilación llegan al interior del vehículo miles de partículas de polen que contaminan el ambiente y resultan perjudiciales para aquellas personas alérgicas. Por ello, para minimizar este tipo de problemas existen los filtros antipolen.
Se utilizan para evitar que aquellas partículas de polen en el aire puedan alojarse dentro del automóvil. Suelen estar ubicados en el conducto de aire que circula por encima de la pared frontal de motor o en el sistema de climatización. Es importante que siempre esté en buen estado ya que si no, afectará directamente a la calidad del aire en el interior del vehículo.