Parabrisas limpio y cuidado, también en verano
- Revisar el líquido del limpiaparabrisas o el estado de las escobillas, fundamental para afrontar el verano con seguridad
13 julio 2020
Los cristales de un vehículo, especialmente el parabrisas, son un elemento clave para la seguridad, ya que el 90% de la información que recibimos al conducir nos llega por la vista.
Además, en el parabrisas se alojan los principales sensores de los sistemas ADAS, los asistentes de seguridad que alertan al conductor de una salida del carril o de la frenada de emergencia.
Trucos y consejos
Por todo ello, es muy importante no solo llevar los cristales limpios, sino realizar un correcto mantenimiento. En este sentido, Carglass nos señala algunos puntos a tener en cuenta, además de recordarnos varios trucos.
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Líquido del limpiaparabrisas. Es necesario comprobar su nivel porque en verano suele utilizarse mucho y es probable que no tenga agua cuando más lo necesitemos.
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Escobillas. Es aconsejable revisar su estado y sustituirlas cuando acaba su vida útil y no solo, como creen muchas personas, cuando llegan las lluvias.
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Insectos. Cuidado con estos pequeños animales, sus restos estampados en el parabrisas son difíciles de limpiar.
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Polvo y arena. El polvo en suspensión y la arena se pegan a los cristales y dificultan la visión de la carretera. Como medida de urgencia, podemos lleva una garrafa de agua en el coche para poder limpiar los cristales sin dañarlos.
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Árboles. Atención a la sombra de los árboles, porque los pájaros también se refugian ahí del calor y nuestro vehículo puede acabar cubierto con sus excrementos, que son muy difíciles de limpiar.
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El limpiaparabrisas y el sol. No pulverizar el limpiaparabrisas con el sol de cara, ya que nos deja sin visión durante unos segundos, lo que puede ser muy peligroso. Este efecto se acentúa con unas escobillas desgastadas.
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Limpiar los cristales. Una vez en casa, podemos utilizar un toalla y agua y jabón para limpiar bien los cristales. Para los restos más difíciles de quitar, se puede recurrir al bicarbonato de sodio y a un paño de microfibra.
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Cuidar el parabrisas. Las temperaturas extremas (de invierno y verano) pueden convertir un pequeño impacto en el parabrisas en una rotura irreparable. Por eso, en ese caso, lo aconsejable es acudir al taller lo antes posible.