¿Por qué vemos peor cuando llueve?
- Las gotas de agua que se acumulan en el parabrisas distorsionan la luz y van reduciendo el rendimiento visual de la persona que está al volante
19 mayo 2021
La lluvia es un peligro cuando nos ponemos al volante y no solo por la menor adherencia de los neumáticos al asfalto mojado. En realidad, el principal problema es la baja visibilidad que provocan las gotas de lluvia sobre el parabrisas.
Tres factores de riesgo
Diversos estudios apuntan a que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico cuando llueve aumenta el 70%. Según nos recuerda Carglass, son tres los factores que explican por qué se reduce la visibilidad cuando está lloviendo.
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Cuando llueve, se reduce la luz ambiental y, por tanto, también disminuye la distancia máxima a la que podemos distinguir un objeto en la carrera.
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Además, la lluvia modifica el entorno visual de los conductores, especialmente de noche. Al filtrarse parte de la luz de los faros, se reducen las zonas iluminadas. Además, cambia la luz que se refleja sobre la carretera (el asfalto se ve más oscuro), por lo que se reducen las propiedades reflectantes de las marcas viales, disminuye el contraste entre los objetos y su fondo y cambia la percepción visual de algunas superficies.
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Lo más peligroso es la perturbación visual que se produce en el parabrisas. ¿Eso qué significa? Las gotas de agua que se acumulan en el parabrisas distorsionan la luz y van reduciendo el rendimiento visual de la persona que está al volante, incluso cuando los limpiarabrisas están en perfectas condiciones y funcionando correctamente. La visibilidad se reduce debido a la falta de uniformidad en la capa de agua sobre el parabrisas. Este efecto distorsionador aumenta si el cristal no está en buen estado (grietas o arañazos) o tiene restos de barro o grasa. Esta situación obliga al conductor a dirigir la mirada a los puntos más cercanos de la carretera, por lo que se reduce su capacidad de anticipación ante un imprevisto.