Me he comprado un coche. ¿Qué gastos voy a tener?
- El combustible es el gasto más elevado, mientras que el de mantenimiento es el más variable
17 octubre 2019
Comprar un coche es una decisión importante, ya sea por la inversión que requiere (la Agencia Tributaria indica el precio medio de los vehículos matriculados en España en 2018 fue de 17.249 euros), o porque en función de los gastos anuales que nos suponga puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza… o no. Por eso a la hora de valorar las distintas opciones de compra del mercado habría que pensar en algo más que la comodidad, en si tiene prestaciones suficientes o si es lo suficientemente seguro.
Habría que saber también lo que va a costar mantenerlo y si vamos a poder pagarlo. Y es que quizá disponemos de la cantidad necesaria para comprar un buen coche. Sin embargo, las sorpresas llegan cuando acudimos a una revisión rutinaria, cuando contratamos el seguro, cuando pasamos por la gasolinera o cuando el coche requiere sustituir algún elemento de desgaste habitual.
Respecto a la totalidad de los gastos que tiene un español por tener un vehículo en propiedad, la aplicación informática Fintonic ha llevado a cabo un estudio “Costes del vehículo privado” en el que han colaborado más de 210.000 personas sobre la evolución en el gasto medio en el automóvil, e indica que un español medio debe desembolsar 1.669 euros al año. En este total se incluyen gastos de combustible, mantenimiento del coche, seguro de automóvil, parking y peajes. El precio cambia notablemente si la compra del coche está sujeta a financiación, en ese caso el presupuesto ascendería a 4.069 euros.
Según el reglamento UE 461/2010 de la Unión Europea, si se posee un vehículo nuevo que está en garantía, sea cual sea la marca, se puede realizar la reparación o el mantenimiento durante su período de garantía en cualquier taller mecánico. De hecho, la normativa garantiza la libre elección del taller de automóviles en lo que respecta al mantenimiento del vehículo y obliga a los fabricantes a facilitar la totalidad de las características de los vehículos, de los proveedores y de las piezas necesarias para la reparación. Eso sí, ese taller tiene que cumplir exactamente con las recomendaciones del fabricante y efectuar las mismas operaciones que el concesionario oficial, por lo que puede sellar el libro de mantenimiento del coche sin anular la garantía de origen.
Una de cada cinco matriculaciones en España para vehículos nuevos se corresponde con un renting para particulares. Y cuantos más kilómetros se vayan a recorrer más interesante resulta esta fórmula en la que se paga una cantidad mensual y el cliente se despreocupa de todo. Impuestos, ITV, mantenimientos, seguros, averías… el contrato puede ser de duración variable y lo normal es que a los 4 o 5 años el coche se cambie por uno nuevo. Desde luego se ahorra, sin embargo es como un alquiler “Todo incluido” y el coche no llega a ser nunca propiedad del que firma el renting. Y eso no a todo el mundo le gusta.